La Máscara

Tras aquella siniestra máscara se esconde la faz pálida y ténebre de congoja y muerte...para que los impresionables mortales no caigan fulminados al suelo de frío granito horadado.Los dioses no permiten,en una eternidad de eones relumbrantes,que tal careta vacua esté exenta de aquel sobrecogedor peligro que pondría en seria extinción a la humanidad.Por ello,Zeus el omnipotente ha mandado a Hefestos que acoplara la burla de las ambiguas apariencias a rostro agusanado por el sermón viciado de cariz negromántico y oscurantista.Pero llega un momento que a tal fatal cara condenada al vil ostracismo se le hace insoportable tal artificio engañoso y,con dos descomunales manos engastadas de hierro hirviendo,se lo arranca no sin antes ulular de infinito dolor...al tiempo que los labios resecos por falta secular de agua pura y vivificadora susurren palabras mágicas que hagan revolotear a las aladas miasmas de un espíritu ya encharcado por la linfa venenosa del pecado y la ignominia,presto a ser juzgado pronto por la imagen todopoderosa del severo Hades.