La Playa

La espuma del mar se aquieta como una gasa de blancor impoluto,en la orilla de la playa bendecida por los sabios filósofos y los intuitivos poetas.Allí,cuando la luna llena canta la melodiosa pasión que exacerba los conceptos y las imágenes en brisa nocturna santificados,se aparean con fervor salvaje los novios de la muerte.Pero cuando el sol sale de su cubil oriental,no hay rastro alguno de vida sobre la arena sagrada.Sólo silencio y un rumor insondable de olas que perpetúan el ciclo eterno de la marea.El mortal que sueña despierto con castillos de granulado polvo marítimo,no tardará en llorar cuando la pleamar los engulla cruel y despiadada.Y verá cómo su arte paciente ha sido engullido en un instante de rémora gris;para desgracia de su fútil satisfacción que en un momento pasajero hinchaba su pecho de vacua vanidad.Así aprenderá a desdeñar lo efímero de este mundo y alzar sus ojos hacia el firmamento donde mora lo Eterno.