La pregunta

Estando en la feria, me acerqué a la preguntería.

—¿A cuánto la pregunta? —pregunté.
—Depende... ¿con respuesta la quiere? —me respondió el preguntero.
—¿Es mucho más cara con respuesta?
—¡Qué pregunta! ¡Por supuesto que no! ¡Mucho más barata!
—Ah... —respondí sorprendido—, y sin respuesta, ¿cuánto valen?
—Una buena pregunta —me respondió el preguntero con una sonrisa.​

Volví a casa con mi pregunta fresquita. La colgué en un lugar donde entra el sol de la mañana, así me muestra el arco iris.

 

!Qué lindo! Me gusta la creatividad y lo lúdico del texto.
Un placer la lectura.

 

¡Qué bello microrrelato, hermano! Una verdadera muestra de creatividad y de buen gusto. Por cierto, ¿cuál era la pregunta? ¿Por qué puedo ver un arcoíris cada vez que el sol se refleja en esta pequeña esfera de cristal? ¿Cuánto me das por la respuesta?, ando mamando y me la sé, jajaja
Un abrazo.

 

Gracias, Malena. Efectivamente hay una intención lúdica en mi relato, sobre todo en esta imagen de la preguntería y el preguntero. En mi trabajo de matemático he tenido la suerte de conocer a algunas personas extremadamente inteligentes, pregunteros por excelencia. Hay preguntas cuya fertilidad se extiende por miles de años (las más famosas quizás son las que planteó Zenón de Lea en sus famosas paradojas, relatadas en el Parménides de Platón: alcanzaron su respuesta recién en el siglo XIX).
abrazo
j.

 

Me gusta la originalidad del contenido.
Hay que leer al detalle para no confundir.
Excelente. Saludos cordiales.

 

Me alegro, querida Isabel, de que te haya gustado mi relato. Las preguntas son tesoros invaluables, sin duda, de los mejores frutos de la inteligencia. El camino de la sabiduría está sembrado de preguntas.
abrazo
j.

 

Tú eres, hermanito, un hombre que sabe valorar sus preguntas, no me caben dudas al respecto. Son interesantes estos microrrelatos, un poco epigramáticos...
gracias por venir hasta la prosa, abrazo
j.

 

Muy encantador este micro. Como niño, lleno de preguntas y todas muy válidas.
Muy educativo cierre, que prenda la inocencia
Placer inmenso llegar a tus letras
Saludos hasta tu espacio
Camelia

 

Las preguntas son la base del conocimiento. Si no existieran, no estaríamos interesados en nada ni podríamos crear las grandes cosas que el hombre a logrado a través de ellas.
Una buena pregunta vale la pena, así no tenga respuesta, aún.
Me encantó.
Excelente micro, compañero J. Todo un gusto disfrutarlo.

Un abracito tierno. Feliz noche.

 

Gracias, estimado. No quise escribir algo confuso, pero puede ser que así haya quedado.
abrazo
j.

 

Muchas gracias, estimada Camelia, me alegra que el micro haya sido de tu agrado.
abrazo
J.

 

Sí, si «aclarar» quiere decir «iluminar», no «disipar». Gracias por pasar, estimada Marlene.

abrazo
J.

 

Veo que has entendido cabalmente el sentido del relato, estimada. Gracias por pasar.
abrazo
Jorge

 

Así es, estimado, creo que este diálogo quedó bastante humano.
Gracias y abrazo
j.

 

Me has sorprendido con este desconcertante relato, muy de mi gusto , por cierto.
Abrazo.

 

Gacioso relato. Creo que todas las preguntas lógicas tienen respuesta.

Salud y ventura.

 

Me alegro de que el relato te gustara, estimada Eratalia. Es, entre varias cosas, un ejercicio de redacción, ¿no?
abrazo
j.

 

Un maestro dijo alguna vez que la mejor forma de aprender algo es preguntando y al leer tu interesante prosa lo recordé. Una buena pregunta puede ayudar al que pregunta y al que responde. Saludos cordiales.

 

El verdadero valor reside en la pregunta. Son preferibles tres preguntas a una respuesta; que, a la inversa, me atrevería a afirmar que prefiero una buena pregunta a tres cualesquiera respuestas.
Me gustó este micro que sin saberlo hace tiempo que comparto.
Las preguntas no necesitan argumentos sofisticados, y son de fácil entretenimiento.
Un abrazote, Jorge, y encantado.

 

Un micro muy original, cargado de enigmas y esclarecedor a la vez. Ingenioso.
Cuando algo me ronda la cabeza suelo quedarme con la idea por la noche y a la mañana me aflora la respuesta sin haber pensado en ello. Como en tu final cuando el arco iris se muestra al alba.

Felicidades, me ha encantado la lectura.

Saludos,

Palmira

 

Yo creo que después de leerte, Jorge, te van a pedir la dirección de la preguntería para ir a comprar algunas preguntas con respuestas.

Mejor no avispo las masas, es que hay preguntas que nunca deben tener respuesta, aunque incansablemente las busquemos.

Innovador, creativo… sin dudas un lujo de microrrelato.


Un abrazo.