Los Gnomos

La luna de cornamenta sañuda ilumina,menguante,los áridos campos donde la Muerte se ceba con las últimas plantas amarillentas a punto de expirar.Entonces,resucita de la tierra sin agua el espíritu dormido de la madre naturaleza.Aquel se volatiliza en humo de incienso hacia las alturas siderales de un firmamento de negro semblante.Y mientras,un escuadrón de gnomos sale de las profundidades de grutas prohibidas para trabajar en la construcción de cauces.Pues intuye que tras la pérfida noche lloverá torrencial ante la amada defunción de la quintaesencia que impregnaba los moribundos vegetales.Pero cuando está a tal afanosa tarea,un quejido calamitoso se escucha melancólico y fúnebre.Es la substancia,corroída por la hereje exhumación,del magma ardiente que ya reverbera malévolo para salir catapultado del solemne volcán,que ríe ante la estupefacción de esos pillos enanos envueltos en casacas de color cobrizo y rancio aroma.