María

Dibujaba el aire con su tantas palabras
formaba escaleras muy altas, tejía diferentes formas y creaba personajes de otros mundos. Salían de su boca sin pausa , a borbotones , formaron por empuje otras salidas abriendo una flor en su garganta, en uno de sus senos y en el otro después. Las aves de pico curvo y garras desnudas llenaban el buche y el de sus crias con ese maná, girando sobre su cabeza de ideas nacientes sin un solo aleteo, sostenidas por la fuerza de su aliento que parecía interminable.
Ayer la vi, caminando sobre una nube imaginada muy cerca del suelo, un pañuelo azul en la cabeza, unas botas amarillas,su delgadez habitual acentuada al extremo de mi lástima . Quise contarle cosas que escuché sobre el silencio de los fresnos que el progreso arrebató , quise saber si conservaba la melodía del piano en sus dedos elegantes, pero miraba lejos, arrastraba despacio sus huesos todavía blancos de infantil inocencia y sus jirones impunes bajo el sol de primavera.