Más allá...

Más allá...

Más allá,
de la transparente palidez de su rostro,
de los limites lejanos de sus ojos,
la noche espera callada y calma
regrese eterna con voz sedienta
a colmar de causes, los anhelos rotos.

Más allá,
del sendero triste,
entre humedales del solar estío
la roja rosa
sangrante llora,
la altiva pose
de tu desvarío.

Más allá,
de la cercanía,
virtual distancia
del desencuentro,
con voz tardía
en el tiempo crece
la obsesión fébril
de tu alma impía.

No sé,
si será el ahora,
no sé,
si será el después
no sé,
si será en el tiempo
una erguida flama,
de la esperanza
su fiel sostén.

Más allá,
del lugar oculto
más allá,
de lo innombrable,
más allá,
de la inmemoria,
donde el espacio
no es habitable,
en la cima misma
de las saudades
de barro y lluvia
será el recuerdo,
arca vacía de veleidades.

Más allá,
del aquí mismo,
de lo palpable
y lo visible,
más allá,
de lo inservible
sin retraso a pocos pasos,
hallarás si lo percibes
el total camino libre,
y podrás seguir viviendo
de las falsas pretensiones,
de creencias sin razones,
pero luego irás sabiendo
que sin alma estás sufriendo
un mal sin cura, de vacilaciones.





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Hace 27 minutos Editar Historial IP

 

Excelente poema, querido Malco, compañero. Versos cortos como latidos o golpes de mazo con los que adviertes al lector sobre la inmediatez de otro mundo más apacible, más generoso, más humano. Sólo un poco más allá y estás en él. Pero es tan difícil dar ese paso... Felicidades, amigo mío.
miguel

 

Gracias Isaías, por tus palabras y gentileza, un abrazo.

 

Gracias Miguel, por tus sensibles y analíticas palabras, a las que aprecio, recibe un afectuoso abrazo.