Paradoja.

Cuando quieras que…

Me encuentre en algún lugar,
cumpliendo lo que tanto sueñas,
tocando lo que te gusta escuchar,
haciéndote sentir como alguien especial…

Paradoja:

No es que no quiera permanecer,
es más, me muero por abrazarte o consolarte,
tan alto precio a tu aprecio, pago yo.

Contraste:

Cuando nos amábamos,
solo tenía ojos para ti,
y tu voz era eco en mi corazón;
en este momento que te perdí,
vacíos mis pensamientos,
desapareció aquella forma de mirar, de oír,
se ha transformado la realidad,
que es absolutamente tan obvia,
que ahora me doy cuenta de la diferencia
entre el enamoramiento y ser feliz,
y todo se resume en la simple hoja de papel,
donde escribiste fin;
automáticamente,
nuevamente entiendo el idioma,
el sonido, el dolor;
el contraste
radica en que he recuperado mis sentidos,
la paradoja es que no he captado todavía tu adiós.

Dos vertientes en una relación,
paradoja y contraste,
¡cómo puede llegar al amor!,
si ya existe una discordancia entre los dos.





Te invito a disfrutarlo en el formato de video, solo espero que sea de tu agrado, gracias-