Prismático

Prismático

Giro el rostro y engendro sombras en mi mente, camino y vuelvo a mirar, y no hay nadie aquí.
Si es verdad que estoy aquí, debería encontrarme de frente con mis movimientos inelásticos.
El día se presenta una vez más en calidad de proyección evolutiva. Sin embargo, hasta que no lo vea, todo será irreal, como en mis pensamientos.
Los negros sueños y los días lluviosos me retrotraen a un instante que todavía no he vivido.
No hay palabras, ni entusiasmo, solamente existirán esas raras líneas en mi mente.
Será necesaria la reinserción al dolor y al mismo tiempo, seré mi juez y mi adicción.

Sibilante moveré los círculos de la nada, pormenorizando algún vetusto gesto, que acaso le sirva a mi inconsciencia, para alejarse de mí, e irreversible seré indeterminado.
Enhebrar alegrías oníricas en las arenas gorjeantes de la noche, será todo un reto para mi imaginación vehemente.
Perviviendo entusiasta en las míseras luces insomnes.
La erudición extravagante se abrirá paso con díscolas figuras que irán soltando de apoco la magia de una muerte imprecisa.
La descomposición de mis pensamientos se conducirá supurante de luz. Hoyando en la untuosa irrealidad.
Adictos a la oscuridad, sometido a corrientes digresivas, sofocado de luz, prismático.
Se acercarán sonidos famélicos en todas direcciones y esta vez la verbosidad de mi lozanía, despejará el camino y se extinguirán el sabor del sol y el color de la perspectiva infinitesimal de esta morbosa secuencia.

Giro el rostro y engendro sombras en mi mente, camino y vuelvo a mirar, y no hay nadie aquí.
Si es verdad que estoy aquí, debería encontrarme de frente con mis movimientos inelásticos.
El día se presenta una vez más en calidad de proyección evolutiva. Sin embargo, hasta que no lo vea, todo será irreal, como en mis pensamientos.
Los negros sueños y los días lluviosos me retrotraen a un instante que todavía no he vivido.
No hay palabras, ni entusiasmo, solamente existirán esas raras líneas en mi mente.
Será necesaria la reinserción al dolor y al mismo tiempo, seré mi juez y mi adicción.

Sibilante moveré los círculos de la nada, pormenorizando algún vetusto gesto, que acaso le sirva a mi inconsciencia, para alejarse de mí, e irreversible seré indeterminado.
Enhebrar alegrías oníricas en las arenas gorjeantes de la noche, será todo un reto para mi imaginación vehemente.
Perviviendo entusiasta en las míseras luces insomnes.
La erudición extravagante se abrirá paso con díscolas figuras que irán soltando de apoco la magia de una muerte imprecisa.
La descomposición de mis pensamientos se conducirá supurante de luz. Hoyando en la untuosa irrealidad.
Adictos a la oscuridad, sometido a corrientes digresivas, sofocado de luz, prismático.
Se acercarán sonidos famélicos en todas direcciones y esta vez la verbosidad de mi lozanía, despejará el camino y se extinguirán el sabor del sol y el color de la perspectiva infinitesimal de esta morbosa secuencia.