Sin distinción por raza, Sexo, religión, riqueza...

Toda esta gente que ves,
es agua de Mar.
Un Mare Magnum que fluye
por las callejuelas.





<< Pero habrá variedad, digo yo,
porque diversidad es Amor,
y por lo tanto, no debemos
discriminar a nadie. >>


Ni siquiera a nosotros mismos.


En verdad, sí hay sabores,
aromas y texturas, colores,
bromas y angosturas, cabañas,
chozas y edificios.


Melodías, ritmos y compases.





<< Pero en resumen, no podremos
eludir la responsabilidad;
o capacidad de dar respuesta,
a ciertos interrogantes. >>


Si el silencio fuere


la única respuesta franca,
ante determinada cuestión,
ahí habría un límite,
que imposibilita violencia,


crueldad, esclavitud y ya,





templados,
no caerán más en tentación.

 

Me alegro de que no las censures, Bristy.
Creo que mi obscenidad es bienvenida.
El espíritu del Mar, es vigoroso y masculino, según el patriarca Henoc.
Y ese espíritu me acompaña...