Tan de mí , tan de las gaviotas.

Una original escritura, una extraña formulación del verso. Sin embargo capta y cautiva. Me es fácil identificar el sujeto recurrente de las olas porque vivo en zona de rompientes (mediterráneas, eso sí, y por eso modestas.) Y las gaviotas... y los cormoranes... y los agudos chillidos de algunas otras aves en la atardecida. Y hacerme testigo de la nada... Escribir sobre todo eso desde un viejo café de Madrid, tiene su mérito. Mi felicitación y mi aplauso, Nube. Y si todavía existen vete pidiendo una de calamares rebozados (en mi época eran exquisitos.) Abrazos.