Tiempos verbales

M (Maestro)-Muy bien, silencio por favor. Guarden sus móviles y saquen los respectivos libros, vamos a comenzar con la clase. Antes de nada, procederé a pasar lista.
¿Señor Romero?

R-¡Presente!

M-¿Señor Villarreal?

V-¡Presente!

M-¿Señor Dominguez?

D-¡Presente!

M-¿Señor García?

G-¡Pasado!

M-¿Pasado?. ¿Quién es usted, el graciosillo de la clase?

G-Si lo piensa bien, señor profesor, no he dicho ninguna incongruencia, puesto que todo presente se convierte rápidamente en futuro y, por ende, termina transformándose de igual modo en pasado. Fíjese que hoy es Viernes. Mañana no estaré en clase, lo cual quiere decir que el día actual habrá cambiado a futuro y, si echa la vista atrás y recuerda el día de hoy, estaremos hablando de un pasado en el que sí estuve presente. No importa que digamos presente, pasado o futuro. Sí, no o aquí estoy. Al final nos encontramos en un ciclo en el que todo embalaje sujeta la misma caja.

M-Fuera de clase, por favor.

G-Sí, señor.