Una batalla perdida

Los segundos se pierden en el horizonte,

Camino hacía la locura más inmensa,

Calculando a pies puntillas las razones,

Que envisten la realidad a la que se prestan.


¿Hacía dónde se fugaron los corazones?

¿Los te amos y las miradas coquetas?

Destilas las inseguridades en vasos de colores,

En blanco y negro, naufrago en tu propia marea.


Se detienen las agujas de relojes,

La decisión se muestra entre llantos y palabras,

Que silencian aquellos deseos que perecen,

Ante los años que como despedida se abrazan.


Ya no habrá más tardes de paseos,

Ni besos a la orilla de aquellas aguas,

Ya no se escaparán las sonrisas ante espejos,

Ni las emociones ni ilusiones que aún aguardan.


Ya no te iluminarán sus ojos los atardeceres,

Ni probarás sus cálidos labios cada mañana,

Olvidarás las caricias que, entre menesteres,

Dibujaban la felicidad que tanto anhelabas.


Porque por última vez recorres su cuerpo,

Con mirada triste y sonrisa esclava,

Recoges tus lágrimas, y pierdes el duelo,

Cuando ya creías que ganabas.

 

Saludos Sadcoure.
Jazmín