Una noche…

Una noche vi caer muchas estrellas fugaces… decidí ir a buscarlas… tuve que recorrer grandes distancias, ríos, lagos, desierto y montañas y finalmente te encontré a ti… la estrella fugaz más hermosa del universo.​

No quedarse con la espina no solo es necesario, es catártico. Buscar lo que consideramos único da sentido al impulso que conocemos como el latido del corazón. No es solo la parte romántica la que nos mueve en esta búsqueda; también está ese afán tan humano de descubrir tanto lo que está fuera como dentro de nosotros. Así, somos lo que somos porque tomamos en serio el ir en pos de nuestros anhelos. Si alguna vez nos detenemos, será solo para admirar lo que hemos logrado, aunque sea por un instante, un momento que se perderá en el confín de los tiempos.



Te invito a disfrutarlo en el formato de video, solo espero que sea de tu agrado, gracias.