Viandante

En una tarde de tantas, deambulando en el parque, plomo en el pecho, el viento me hace recordar mi amarga existencia en el sabor de la nada, inclino mi mirada y en los adoquines se dibuja el rojo vacío que atormenta cualquier indicio de vida, justo antes de levantar mi cabeza para reclamarle al cielo de mi poca fortuna, aparece ella como fugaz sueño en la dormida multitud, bonita forma de morir... mis latidos ya no me pertenecen, soy sometido a su femenina belleza, mi mirada furtiva la engulle con placer, se trepa delicadamente en sus piernas, mi imaginación se pierde en su falda blanca de rayas negras, en su blusa oscura se desvanece el tiempo y ya no soy, en sus gafas negras está el misterio de su mirada, secretamente beso sus labios rojos, mi instinto morboso es despertado con furia, me desbarata en cada paso que da, en ella se va mi último suspiro de vida, bonita forma de morir ...

 

Efectivamente. Es una bella forma de morir para alcanzar el cielo.

Saludos desde Madrid.