Captura

Yo riego las partes de la planta solamente, en el verano imito la voluntad de cada una de ellas, respiro, atiendo los intereses del pueblo; ahora así involucro los permanentes estados de ánimo.

Es jurado mi amado valiente, entonces adquiero esa disposición exacta entre las leyes naturales, infiero que el rostro humano está acabando como las rosas posan su nido estables y desmembradas por interiores capilares del tallo. Esto es lo verdaderamente extraño, el impulso parece crecer y las hojas dan vuelta inevitablemente.

Es el tiempo máximo para endurecer cada una, el conocimiento espera la estatura correcta hasta que el polen sale del nido; inconscientemente.

Solo tengo una sola oportunidad, abrigo estas pocas horas frente al espejo como si durara horas en aprenderlas y suelto estas raíces secas que encontré en alguna playa del centro histórico; es casi de madrugada y los toques entre cada alga parecen apuntar hacia el norte. El norte acaba con mi presencia, estaría cavando mi propia tumba.