Dentro, fuera.

No puedo soportar la amnesia que tengo ahora, después de un siglo, el amor, ha descubierto la pesadilla; en frente de nuestras vidas pasa ese pequeño cometa alrededor de la nube entonces pocos huesos quedan en las piernas del puerto o en las ciudades superpobladas.

Todo es fuerte cuando aparenta esta edad un mismo año despacio y consiente. He enredado este pequeño girasol en mi cuerpo, poco me costó dorarlo hasta que quedara sano y filoso como los dientes; aprendería a crecer tan poca ignorancia que mi juventud puede subir por arriba del alce.

No pretendería tenerte o juntar mis labios si tuviera este dolor conmigo de nuevo. Es parecido el arte a lo que tiene dulce o un poco de anís. Sujeto está el molde de la esperanza a este cinturón del conocido actor jubilado o podría yo pensar en el parecido de la actriz que no tiene más remedio que adaptarse.

No quería tenerte bajo mis labios, como un coral de ceniza prendido al motor; estamos preparando este índice, tu y yo como cualquiera que quiera expulsar al diablo, estaríamos preparando este índice para un mejor color. Te explicare.

Los indestructibles comen de los ángeles, las industrias se prefieren una con la otra sin tener dinero o cuentas bancarias, los estafadores vienen del volcán, así las manos terminan resecas o frías. Cada quien podría cuidar este pequeño sonido.