destino

Escuchar tu voz, tu aliento exhalando mi nombre, sentir esas vibraciones infitinas que transportan mi paz. La guerra de la vida se convierte en ocaso cuanto te siento cerca, mis manos te buscan te quieren solo para mi y lo salado de tu piel deleita mi paladar en nuestro encuentro. Cómo podría compartir tu sonrisa, compartir tus latidos, ¿compartir tu sentir?

Escribo esto para vaciar un sentimiento, herido y con ganas de sanar, levanto mis brazos y deseo levantarme impetuoso, fuerte y generoso en voluntad, saldré a luchar con el mundo, feróz en mi atuendo de trabajo, si es que estoy guapo es porque quiero estarlo y si lo disfrutas tú, creo, que sería lo mejor. Si es que robo el aliento con mis acciones es porque me he preparado para que haya un nosotros y tengo que estar presto a cruzar ambientes donde miles de mentes oscilantes concluyen en una locura que no es la nuestra. Soy tu capitán, soy quien comanda nuestros corazones, llevaré tu alma a descansar y reposar en tranquilidad y respeto.

Si eres tú la que tiene el mismo sueño, lleguemos a reventar el mundo, cuida tus ojos, tu mente, tu sentimiento, no lo quiero compartir, eres guardiana de esa puerta que es la entrada a nuestro hogar. Dejaremos nuestra piel en nuestro lecho, nuestra calma en el sofá cómnplice de nuestros acurrucos. Explotaré en pasión adelante pero te pido que no me falles, que no hagas riegues ni descuides tu mente. No entregues tu palabras al aire del ladrón.

Si esto te mueve el piso del corazón toma mi mano mientras camino, no es orden, pero déjate comandar, que mis ojos son más sabios cuando eres mi responsabilidad, cuando entiendes que tu responsabilidad es cuidarte lo que yo no puedo. Y cuando gire para ver tus ojos, es que necesito del impulso que tu presencia me da, de tus palabras, de tu amor, porque tengo que comandar el barco que hemos construido, en este mar de incertidumbre, este mar de locura que se llama mundo, donde, aunque no creas, el peligro está al instante.

Vine a este mundo a cuidarte, y creo que te conocí en el mismo día que abriste el vientre de tu madre, porque te he sentido desde entonces. Y tu inseguridad quiere sembrar de nuevo incertidumbres, no hagas tal locura, mi alma se estremece al saberte lastimada, te tengo que decir que te tranquilices, que me sientas porque todo está bien, protegeré, cuidaré, déjame hacerlo ¿pido mucho? nuestros cuerpos y mentes se vuelven frágiles frente a un temor tan intenso cargados de soledad... no conviene seguir así, siendo víctimas de vagar sin dirección, Toma mi mano, que mágicamente cuando lo haces los vientos inician llenando las velas de nuestro navío, te necesito entera, íntegra y dejando todo, iremos a construir nuestro mundo, ese lugar tranquilo, lejos de toda esta locura, yo tampoco quiero esta locura, pero necesitamos afinar nuestro idioma, háblame en biblia, háblame, hablamé!!! que si no tengo certeza de que cuento con tu lealtad simplemente seguiré adelante y el dolor de dejarte atrás no me gusta, pero si tengo que afrontarlo lo haré, porque esto es de dos y es eterno... dejemos de divagar así.... no permitamos que este sea un cuento más sobre lo que pudo ser, que no somos de los que fracasan.