El aniversario

[FONT=&quot]​

[FONT=&quot]El aniversario

New shoes always hurt​

—Un Tequila Sunrise por favor —pidió Carlos mientras esperaba junto a su acompañante la llegada del tren. Afuera encendían los faroles de la rampa cuya luz hurgaba letárgica sobre los cenizos rieles y una espesa niebla.

— ¿Por qué insistes en torturarte? Un error lo comete cualquiera.

—Quejarse es parte de la naturaleza humana.

—Si miras a tu alrededor seguramente verás seres mucho menos afortunados que tú.

—Cierto. Pero, eso de perder todo en un día no es algo a lo que uno se acostumbra de inmediato.

—Te entiendo, pero no todo se ha perdido.
—Me tienes a mí— dijo, señalando con su índice el escote del sensual y entallado vestido negro.

— ¿Sabías lo de mi esposa, verdad?

— (Silencio)

—No te importó.

—A veces los impulsos nos dominan.

—Eres fría y calculadora.

—Pero de buen gusto — dijo acariciando su cara.

—Algo me dice que tuviste que ver con la llamada de esta tarde.

—La imposibilidad es una contemplación que me evade.

—De todas formas fue mejor así.

— ¿Quieres hablar al respecto?

— Sabes, durante todo este último mes Emma había insistido en que aquel par de zapatos de diseñador sería el regalo de aniversario perfecto. Tal vez le recordaban el descalzo divagar por el Boulevard, que de niños compartimos. Yo me había propuesto complacerla, asistido por la magia de la Internet. Pero la orden ya venía con retraso.

—Un romántico en esta época es un ítem de colección.

[SIZE=3]—De pura casualidad, mi salida de la casa esta mañana, coincidió con la llegada del cartero, quien portaba una notificación para recoger un envío. [/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—[/SIZE][SIZE=3]Los zapatos[/SIZE][SIZE=3]—dijo ella en un suspiro, recorriendo sus delicadamente cinceladas y entreabiertas piernas, mordiendo sus labios.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]¡[/SIZE][SIZE=3]La orden había llegado! Casi no podía creer mi suerte, el correo estaba a sólo un par de bloques de nuestra casa: la sorpresa, pensé, sería exquisita. [/SIZE][SIZE=3]Llamé[/SIZE][SIZE=3] al trabajo para excusarme.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Eres un alma noble.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Mientras esperaba en fila para recoger el paquete, sonó el celular. Una voz femenina, que no pude reconocer, me decía: [I]“regresa a casa”.[/I] El número estaba bloqueado.[/SIZE]
[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Comencé a preocuparme cuando llamé a la casa y nadie contestaba.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Sostenía los zapatos y el champán, cuando entré al cuarto a compartir las buenas nuevas…[/SIZE]
[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Sólo se me ocurrió mirar dentro de la caja de zapatos; como tratando de explicar los dos pares de pies en mi cama[/SIZE]. [SIZE=3]Es lo último que recuerdo.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Lo siento mucho.[/SIZE][FONT=Century Gothic][SIZE=3] Por lo que he sabido, [I]ultimaste[/I] a ambos.[/SIZE][FONT=Century Gothic][SIZE=3] No te diré lo que hiciste con los zapatos y el champán.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—No quiero saber.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3](Carlos divisa a una pareja en la rampa)[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]— ¿Por qué te escondes? ¿Quienes son?[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]— ¡Cállate! ¡Son mi cuñada y el esposo![/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]— ¡Ah! Ellos…No te preocupes, van en el mismo viaje que nosotro[I]s; cortesía vuestra[/I][/SIZE][SIZE=3]—complet[/SIZE][SIZE=3]ó[/SIZE][SIZE=3] en un murmullo la acompa[/SIZE][SIZE=3]ñ[/SIZE][SIZE=3]ante.[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]— ( ¿…? )[/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3][I]¡Todos a bordo![/I][/SIZE]

[FONT=Century Gothic][SIZE=3]—Espera un momento Carlos— dijo la [I]dama[/I] mientras regresaba al bar a recoger su guadaña, a la vez que desechaba, discretamente, el celular pre-pagado con la batería agotada.

Emma, aun sentada al pie de la cama ensangrentada, seguía sin entender lo acontecido.[/SIZE]


[SIZE=1][I]El hogar de los escombros (2010)[/I]; Raúl Castillo Soto[/SIZE]
[SIZE=1]basado en el hiperbreve nuestro: [I]New shoes always hurt[/I][/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]

 

Vaya, la muerte abordo del mismo tren... UN FINAL INESPERADO PARA UN RELATO UN POCO INSÓLITO pero de buen gusto. Recibe mi abrazo.

 

El relato es algo que, admito, no manejo bien aun, aunque me divierte la posibilidad de algún día hacerlo. No se si comunique bien que Emma no es uno de los pasajeros. Un abrazo Adelaida.

 

Muy bueno, Raúl. Me he liado un poco en alguna parte del diálogo, pero se entiende perfectamente.
La cuñada y su esposo sí que son pasajeros, ¿verdad?. Ja ja ja.
Y digámos que la dama de la guadaña es el maquinista...o el interventor...
En fin, excelente relato. Me ha gustado mucho.
Un abrazo, Raúl. Xosé.

 

El cuento tiene varios "twists and turns" que se advierten entrelineas. Como habrás decifrado, la cuñada y el esposo (una visita inesperada, y fogosa) son los dueños del par de pies en la cama a quienes Carlos mata equivocadamente, suicidándose luego, cegado por un ataque de celos; creyendo su mujer le engaña. Su acompañante del vestido negro no es otra que la muerte quien los escolta en su ultimo viaje.
Apreciada tu visita.
Un abrazo.

 

En mañana de sabado..
degustando de mi café, me instalo
para deleitarme en tu narrativa
y desortijar el drama entre tus líneas.
cada día mejor Raúl, desbordas talento.
Besos con aroma a café (sin azúcar)

 

Un cuento de inesperados. Carlos no esperaba los zapatos, ni la visita de sus fogosos familiares quienes pagaron con su vida la sorpresa. Tampoco la visita de la dama vestida de negro que sigue al doble crimen y suicidio.
Besotes poetaza.

 

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ay Dios...
Interesante relato hermanito, hasta nos deja un mensaje para reflexionar sobre lo ligero que somos para juzgar sin confirmar y lo grave que esto se puede tornar si ademas de jueces hacemos de verdugo.
Aplausos nene bello
Estrellas y besos te quelo muchooooooooooo

 

Yo te quiero mas mi joven hermana. Así es, no hay que dejarse llevar por impresiones, la verdad y su busqueda son imprescindibles.

Besos.