El escritor

Estoy sentado tratando de escribirte algo que vaya más allá de la inspiración.
Pero llevo horas observando el papel y este continua en blanco, la tinta sigue intacta en mi mano y la inspiración ni un vistazo ha querido dar en mí.
Continúo aquí sentado observando el lejano paisaje.
El sol nació hace un par de horas, las nubes se tiñen de naranja y rojizo a la vez, después viene el azul, más yo sigo aquí esperando que llegue la inspiración.
Los comerciantes ya están de pie frente a sus puestos, la gente va y viene de ellos… y yo aquí, en espera de una pequeña aparición.
El sol anuncia su supremacía, en medio del cielo está, el calor va aumentando cada vez más, pero caerá cuando se aproxime la derrota del sol al atardecer, pronto aparecerá la luna y centellara en la oscuridad.
Mientras tanto… yo sigo rogando que regrese la inspiración.
Así continúe pensando durante un largo tiempo y entonces me recosté sobre una hoja de papel.
Intentando escribir me descubrí, pero que encuentro recostado sobre ella derrotado.
De mi boca ningún sonido, ni palabra, ni gemido, a salido y en mi mente revuelan ideas turbias del relato vacio de mi vida.
¡Tonta locura que en vuelves mi vida, sal ya y renueva mi inspiración!
Me encuentro recostado sobre una hoja de papel con la mente en silencio, con ideas en blanco y cierro los ojos esta vez.
Oh! locura mía vuelve a la vida, a mi vida y renueva mi mente esta vez.
Recostado estoy sobre una hoja de papel y siento como mi mente divaga otras ves.
¿Oh! inspiración donde estas esta vez? que mi corazón loco esta por encontrarte y mi mano ansiosa esta por trazarte.
Me he recostado sobre una hoja de papel añorando el momento en que me vuelva Escritor por primera vez;
Pero el tiempo paso rápidamente, lo vi consumirse tal como la luz de una vela, y paso tan rápido que no me percate de cuanto tiempo llevaba en tinieblas, hasta que descubrí mi error.
Aun no te e olvidado…
En vano tanto tiempo perdido, en vano tanta oscuridad, en vano tanto llorar, en vano el tiempo consumido en soledad, en vano la insistencia de escribir algo nuevo, de añorar un amor nuevo, de volverme loca por descubrir; que puedo escribir mucho más que no sea de ti, en vano pedir que vuelva la inspiración si solo podré escribir de algo que se fue y con el todo
"EL AMOR"
Mil formas para expresarlo, ninguna para explicarlo, mil y miles de maneras de transformarlo con una sola derrota, con una sola verdad, con un solo temor… “el olvido” que no llega para los que amamos ni para los que entregamos todo nuestro ser.
Espina es el amor, sangre es el olvido, temor es el recuerdo del amor dolido, del amor esperado, del amor que nunca fue amor.
Esperando estoy en plena madrugada por un pequeño resplandor, por aquella luz que aparece al lado del camino, pues el soñador esta ya en plena pendiente, imaginado un suicidio por falta de inspiración, por falta de amor, por que la musa de su vida fracaso y partió.
¿Y entonces que sucederá?
¿Le reclamare al amor? por llenar mi corazón con humo blanco que invadió mi espacio y así como me invadió desapareció.
¿Acaso podré reclamarle a la inspiración? Su falta de atención.
¿Le reclamare a caso al tiempo? que a pasado sin previo aviso.
Y si no reclamo y si no pienso, si no siento… ¿entonces que pasara?
Que será de todo lo sentido, de todo lo escrito, de todo aquello que alguna vez fue mío.
Tal vez se derretirá como lo hace un glaciar en pleno rayo del sol.
“Falle otra vez” me dije hacia mis adentros. Pues cada vez que pienso que lo he logrado, que hay alguien aquí a mi lado, todo se derrumba repentinamente.
Que trágico momento en la vida de toda persona, cuando tiene que decir adiós aún sabiendo que con ello se va la felicidad tan anhelada.
Tal vez esta sea la historia de mi vida, tener que reconstruir todo una y otra vez aun sabiendo que volverá a derrumbarse.
Todo comenzó aquel día, cuando deje libre la idea de poder amar a mi manera, humana e imperfecta y creí tan, solo creí a ver conquistado un ángel sonriente y bello.
Yo creí, si creí que todo era perfecto olvidando por un momento que en esta vida nada lo es.
Todo mundo -decía- que soñaba, que todo era una ilusión, “un espejismo” –decían- por que no hay nada ahí, y no quise escuchar, pero cuando me di cuenta mi bello ángel era oscuro, para cuando abrí mis ojos ya todo estaba perdido, mi casa destruida, mis sueños rotos y mi amor olvidado, la felicidad que creí poseer no era mas que un espejismo, ahí no había nada ni nadie solo yo junto a las ruinas de un amor que se rindió.
Así que tome solo un par de cosas, solo algunas con las que pensé podría continuar adelante.
Un poco de mis recuerdos, un poco de las sonrisas, algunas cartas, algunas fotografías, un perdón… un olvido y me aleje teniendo la firme convicción de que el amor existe y que algún día lo encontraría; ya han pasado los años y el recuerdo después de ser constante, menguo tus sonrisas, tu cartas, tus fotografías en polvo se convirtieron, pero el perdón ¿el olvido donde quedo?
¿Donde quedo aquel ángel? divino, sí, feliz, no, porque su felicidad y la mía se quedo entre las cenizas de aquellas ruinas.
Entonces salí volando de aquel lugar, volé hasta atravesar el ancho cielo, fui en busca de paz, en busca de el descanso eterno, pero en vano fue aquella búsqueda, pues en aquel cielo no logre descanso alguno, falsa fue la idea de que, en aquel lugar encontraría la felicidad tan esperada y retome el vuelo para buscar lo que anhelaba, busque y busque hasta casi quebrar mis alas, y a la tierra baje ya con las alas ensangrentadas; descanse sobre aquel suelo divisando el horizonte perfecto, pero falso sería aquel momento que convertiría la ilusión en pesadilla; divague sobre aquella tierra en busca del ser que rescataría mi alma, pero… nada encontré y extendí mis alas al viento para regresar el vuelo y logre alejarme de aquella soledad, al descubrir que aquello era un engaño y continúe volando sobre aquel desierto del olvido, sintiendo como pegaban los incandescentes rayos del sol sobre mi espalda amenazando calcinar mis alas; entonces a lo lejos vi las orillas de un inmenso mar una figura, una mujer, contemplando la caída del sol al atardecer, las estrellas brillaron y juntas contemplamos la luna imponente sobre el firmamento, pero nació una vez más el día y con él la luz clara atravesando con sus rayos la oscuridad, borrando con ella todo recuerdo de la noche y con la noche mis recuerdos; aquella mujer desapareció con la noche junto con las estrellas y la luna.
Mi luna ya no estaba más… entonces desperté y me ayee sentado frente a una mesita de té, con lápiz en mano y una hoja de papel en blanco, el alba se divisaba por mi ventana, el sueño había sorprendido a mis pensamientos, y sobre mi hoja de papel, sentimientos que sorprendieron a mis pensamientos.
Ser un escrito, que difícil es ser un escritor, pensé.
Así que me levante y me conduje hacia mi habitación, la oscuridad en ella me esperaba, con asías de abrazarme y hacerme flotar en el universo credo por mi subconsciente, tome una silla la puse al lado de la ventana, quería escuchar el murmulló de la gente al pasar, contemple la oscuridad como un pintón contempla a su musa.
Inmóvil a oscuras, me resolví a contemplar mis pensamientos para construir ideas que me llevaran a escribir
y así convertirme en escritor.

 

Bueno ya creaste ese Ángel con las alas rotas y ensangrentadas y todo lo demás las horas pasadas inmóvil ante la hoja de papel que me ha parecido un interesante relato. Si tienes razón ser escritor es muy difícil pues aparte de la facilidad para el lenguaje se necesita una amplia cultura. Un saludo cordial.