1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

El Escritor

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Kwisatz, 29 de Junio de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 434

  1. Kwisatz

    Kwisatz Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Septiembre de 2007
    Mensajes:
    294
    Me gusta recibidos:
    167
    EL ESCRITOR

    “Caminó sigilosamente a lo largo del corredor hacia la puerta del apartamento 111. Eran las tantas de la madrugada, la noche era cerrada y el silencio ominoso y asfixiante. Sólo una débil luz de emergencia encima de la puerta permitía saber que la entrada se encontraba allí. Finalmente, tras una larga búsqueda en la que tantos seres queridos habían perdido la vida, iba a dar caza al monstruo que había estado tanto tiempo persiguiendo. Tras eternos segundos se encontró girando lentamente el pomo de la puerta y atravesando el umbral rumbo a su destino.


    Dentro la oscuridad era total. Sacó su pistola y palpó la pared lindante con el marco a la búsqueda de un interruptor. Le costó mantener la sangre fría pero al final dio con uno. Deslizó sus dedos sobre él y sonó un click apagado. Pero la luz no llegó. Más nerviosa lo intento de nuevo pero no hubo más suerte. Un escalofrío le recorrió la espalda, tenía miedo. Estaba saliendo peor de lo planeado. A pesar del contratiempo consiguió conservar la sangre fría y optó por adentrarse más aún en aquella habitación a la búsqueda de otro, pegando su espalda a una de las paredes y rezando mentalmente para no tropezar con nada en su camino que pudiera hacer ruido. Se suponía que el apartamento se encontraba en ese momento vacío, pero era mejor no tentar a la suerte.


    De pronto un ruido seco la alarmó. La puerta se había cerrado. Esta vez no pudo evitar que la respiración se le acelerara. Una voz distorsionada sonó desde algún lugar de la habitación.


    - Bienvenida a tu muerte.


    Todo su cuerpo se puso rígido. El asesino la estaba esperando y sabía que estaba allí. Ahora estaba atrapada con él rodeada de oscuridad. Los latidos de su corazón se aceleraron y comenzó a respirar pesadamente. Esperó quieta, confiando en que si no se movía sería más difícil de detectar. Aguardó en silencio agudizando el oído e intentado escuchar algún sonido que delatara la posición del asesino. Sin embargo el silencio era absoluto.


    Se sentía como si estuviera viviendo una pesadilla. Sintió deseos de pellizcarse la mejilla con la esperanza de despertarse en su cama envuelta en sudor en una calurosa noche de verano. Pero no fue un pellizco lo que sintió sino un doloroso pinchazo en el bajo vientre, al que siguieron otros. La habían acuchillado. Aunque no podía verla notaba la humedad de la sangre brotando de sus heridas.


    - Ahora muere y siente la angustia de sucumbir ante lo inevitable.


    - Maldito malnacido ¿Por qué tanto dolor, por qué lo has hecho? ¿Cuál era el crimen que había cometido toda esa pobre gente a la que mataste?- preguntó amargamente.


    - Haber nacido.


    -¿Haber nacido? ¿Qué clase de perturbado considera nacer un crimen? ¿Es esa tu justicia?


    - ¿Justicia? ¿Quién ha dicho que tal cosa exista?


    El dolor era lacerante. Notaba como se desvanecía debido a la pérdida de sangre. Todas esas vidas segadas caerían en el olvido y todos sus esfuerzos no servirían para nada. Quizá estuviera en lo correcto. La justicia no era más que una fantasía humana.”


    - ¿Y ya está...? No puedes acabarla así.

    - ¿Por qué no?

    - ¿Cómo que por qué no? ¿Estás de broma? ¡No puedes acabar la saga de libros más vendida de la última década matando a su protagonista!

    -¿Ah, no?

    - ¡No! ¡Los fans nos comerán vivos!

    - Los fans... Yo soy el creador y mando sobre mi obra.

    - Bueno sí, pero tienes que entenderlo...Tantos años siguiendo el devenir de Lara...Sufriendo con ella, viviendo sus desgracias. Además dejas la incógnita abierta del asesino. No, no puedes acabar así.

    - Es un final...

    - Ya, bueno, pero mucha gente va a sentirse decepcionada, y quizá también furiosa. Como editor tuyo te pido que lo reconsideres...

    - La decisión está tomada.

    - Está bien, está bien.... Vamos a verlo desde otra perspectiva. ¿Tienes idea en cómo este final va a afectar a las ventas del libro y a tu reputación como escritor? Ninguna editorial querrá publicar tus obras después de esto.

    - Me da igual. Tengo suficiente dinero para vivir el resto de mi vida con holgura. Si quiero publicar algo me autoeditaré. Pero se acabó mi vida como mercenario de las editoriales.

    - ¿Con qué es eso? Un acto de rebeldía. ¿Qué pretendes demostrar, eh? Venga hombre...

    - Mira, si tanto te molesta este final no lo publiques. Busca a uno de tus escritores en nómina y encárgale el final. Ahora bien, ni se te ocurra poner mi nombre en la portada.

    - ¡No digas estupideces!

    - O mejor, convoca un concurso de fans para que escriban ellos su final y luego los publicas todos juntos. Seguro que alguno de ellos te gusta.

    -¡Para, PARA...! Escúchame, ahora te hablo como un fan más de tu obra. Tú eres el padre de la criatura y sólo tú puedes darle el final que merece. Yo, o cualquiera, podría inventarse un final que se ajustara a nuestros deseos. Pero no es eso lo que queremos. No sería más que un autoengaño. Necesitamos creer que Lara existe al margen de nosotros mismos, y sólo podemos hacerlo si no podemos intervenir en su historia. Tú eres quien le da esa vida aparte de nuestros pensamientos, tú eres el que la hace real para nosotros ¿No lo entiendes?

    - Lo entiendo perfectamente y he decidido que ella debe morir.

    - ¿¡Pero estás loco!? ¡Eres un puto sádico! ¡Eso no es un final justo!

    - ¿Qué parte de mi final no has entendido? La Justicia... Es sólo una ilusión humana. En fin, te noto un tanto alterado. Mejor hablamos de esto otro día, tengo una vida que atender.


    “Sin más remilgos se levantó de la silla dando la espalda al editor buscando la puerta de salida del enmoquetado despacho. Pero nunca llegó a girar el pomo de la puerta. El editor había perdido la cordura. La prensa de sucesos nunca aclaró los motivos. Quizá era porque veía peligrar su puesto de trabajo, quizá fuera por la provocativa arrogancia del escritor que se creía con potestad para desmontar sus sueños... O quizá porque estaba secretamente enamorado, platónicamente claro, de Lara. El caso es que un inmenso pisapapeles de bronce con la efigie de la justicia ciega abrió el cráneo del desdichado escritor. De una forma lírica podría decirse que todas sus ideas salieron desnudas e invisibles de su cabeza para fundirse en la nada. Oh, la ironía.”


    - ¿Qué te parece, cielo?

    - Me parece un final un tanto forzado, pero me gusta por su humor negro.

    - Esa es mi chica. Ven aquí que te voy a comer a besos.

    - Para, para... Eres un sátiro. Espera... Tampoco me acaba de gustar el detalle de que hayas matado a un personaje que lleva mi nombre y que tú mismo has reconocido que se ha inspirado en mí.

    - Vamos, vamos, no seas paranoica. ¿Te imaginas que todo lo que estamos viviendo ahora lo estuviera tecleando alguien al frente de un ordenador?

    - ¡Qué cosas se te ocurren! Me dan escalofríos sólo de pensarlo.

    - Ven conmigo, yo te protegeré princesa... Grrr.

    - Ja, ja, para.... ¿En serio, crees que al editor le gustará la historia?

    - Que le den al editor...
     
    #1

Comparte esta página