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Empalagoso

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por ivoralgor, 1 de Febrero de 2023. Respuestas: 0 | Visitas: 494

  1. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

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    La conmoción de la pérdida no me dejaba ver claramente. Esa risa estúpida que despedían sus labios me cagaba el alma. No quiero que sientan lástima por mí; otra mujer que escribe por despecho y desamor. Ni madre. Lo disfruté a mi anchas, cogimos como locos todo el verano pasado; un bombón de esos que te empalagan con el tiempo. Desde el inicio acordamos que tendríamos una especie de relación “Free”, nada formal y de enamoramiento ni hablar.


    Crecí con las letanías de mi papá: No necesitas a un puto hombre para ser feliz. Debes ser independiente en todos los sentidos. Desde pequeña, cuando empecé a leer, me apasionó el mundo de los libros, las letras, un mundo en el que podría crearme una vida o vivir varias muertes junto a los protagonistas de las historias. Compaginar con los ñoños de mi edad siempre fue un desastre; me hartaban sus pláticas sosas. Por cierto, no solo eran las letanías, también la música que mi papá escuchaba. Era una travesía de sensaciones y ritmos: Escucha de todo, no puedes decir si algo no te gusta sino lo escuchas por lo menos una vez. Al estudiar, recuerdo, escuchaba rock en español de los ochentas y noventas, jazz, salsa, y uno que otro hit del momento. Pero no todo fue color de rosa. Mi papá fue un puto mentiroso. Por más de quince años engañó a mi mamá con otra mujer. A punta de madrazos los sacamos de la casa al hijo de puta. Metete por el culo la frase: Tanto a la mujer como al hombre, ni todo el amor, ni todo el dinero. Ahora entiendo a qué te referías, maldito.


    Josué, el bombón de mierda, era todo un conquistador. Amable al principio, atento en todo momento, sabía cómo enamorar a una mujer y llevarla a la cama. No puedo decir que me engañó, conocía a los tipos de su calaña y me di la libertad de disfrutar, por qué chingados no. Coincidimos en la fiesta de cumpleaños de Marta, mi mejor amiga en esa época, ahí lo vi por primera vez. Se caía de bueno el cabrón. Después de salir un par de ocasiones, nos fuimos a la cama. Entre caricias y jadeos, pusimos las reglas del juego. Free, asintió con la cabeza. Cogíamos en donde nos agarraran las ganas. La más épica fue un domingo en el museo de historia de la ciudad, fuimos porque estaban exponiendo unas esculturas de Isha, un artista-escultor que seguía en Instagram. Por cierto, las esculturas estaban poca madre y hasta una foto me saqué con él.


    Todo parecía ir bien, pero no contaba con mi mejor amiga. Ese par de hijos de puta follaron en mi sala. Era mi cumpleaños y acabamos hasta el culo de borrachos. Entre ensoñaciones los vi quitándose torpemente las ropas. Quería gritar, pero la voz era ininteligible. Pararme, ni soñando. Chinguen a su madre, desistí. Al despertar y con la cruda a plomo, tragué mi orgullo y recordé el pacto. No fue la única con la que se acostó. Hice lo propio con Ángel y Fabricio, pero fui más sutil que él. Creo que ni siquiera se enteró el muy pendejo.


    Un par de meses después decidí que ya era suficiente, ya me había empalagado. Le toqué las golondrinas y bye. Los ardores ya los tenía calmados. Estaba en mi período de reconstrucción cuando falleció mi mamá. Jamás creí que lo volvería a ver. Marta lo había convencido de ir al funeral. Perra. Las condolencias de Josué me sonaron vacías. Mi papá hizo acto de presencia solo. Su llanto me pareció sincero. Le di las gracias y me fui a liquidar la cuenta del funeral. Extendí mi mano al administrador y apareció Marta de repente. Espero que no te haya incomodado que viniera con Josué, dijo disculpándose. Negué con la cabeza. Sé que no es el momento, pero tengo que decírtelo, prosiguió. Estamos embarazados, pero no sé si nos vamos a casar. A mí qué carajos me importa, dije para mis adentros entre incrédula y asqueada de tanta mierda de gente que siempre va a un funeral. Felicidades, alcancé a articular. Le di un abrazo y un beso en la mejilla como diciendo: Puedes hacer con tu culo un papagayo, no a mí me va a doler. Luego fui a ver a mi papá que se acababa de desplomar, se le bajó la presión.


    Tres meses después del funeral, me marcó Josué. Tengo ganas, dijo, vamos al museo. Ya se te acabó el amor, respondí sarcásticamente. Ando en la Riviera Maya, estoy ocupada. Me saludas a Marta, finalicé. Bernardo estaba desnudo en la cama esperándome para follar por segunda vez esa mañana.



     
    #1
    Última modificación: 1 de Febrero de 2023

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