La arenga de libertad.

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Una de las tantas luchas sindicales sin resultados, pero llenas de dignidad.​

Estoy mirando mis pertenencias durante toda una vida de trabajo, me siento igual de pobre que en el primer dia , he entregado una vida a esta maldita pampa , sólo me ha entregado hambre, humillaciones, la caridad de mi destino se ha retirado,siento la sed de el cambio de mi vida. Compañeros estamos envejecidos con este maldito trabajo, en dónde somos tratados como perros, castigados por pelear por los derechos básicos, abusado en nuestras ilusiones, nuestros hijos en el mañana sentiran verguenza por nosotros, por entregarles un futuro de mierda, dónde ya podemos contar sus costillas, están raquiticos, gracias a nuestra cobardia compañeros.

Vamos a la historia, vayamos al encuentro con nuestra dignidad, lleguemos al maldito Iquique, las autoridades sabrán de la valentia de nuestras familias, somos los protagonistas de la revolución de los pamperos que han muerto sin la dignidad que nosotros lograremos, juntos del brazo avanzaremos, nuestros sueños es el escudo del futuro mejor, que el patrón sienta el poder de sus perros que los mata de hambre, golpiemos su orgullo con el peso de la verdad que algun día será reconocida. Es la hora compañeros apretemos los puños y aplastemos a los maricones que han intentado matar nuestra esperanza, somos la historia viviente del pampito valiente que se abre camino en el maldito sol, somos el nuevo inicio de la verdad del trabajador que le saca a la tierra el llanto que alimenta al patrón desleal y abusador, comenzemos el camino a la libertad de nuestros anhelos de justicia.

Las tripas nunca más estarán vacias, nuestros hijos tendrán la educación que su taita nunca tuvo, nuestras mujeres podrán tener los domingos una flor, vamos , luchemos por la verdad y la rabía creada por tanto abuso, reventemos a estos chuche de su madres pagaran con la justicia en rebelión , la autoridad debe apoyarnos contra estos malditos y mal paridos gringos que han hecho sus fortunas a costo de nuestras espaldas destruidas, ¡vamos!, ¡vamos!, la verdad está con nuestra penuría, ¡vamos! Somos dueños y señores.

Extracto de la obra “Arenga de libertad”
Autor: Nahuel Lorca