Laurel.

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Sentado en mi vereda, descubrí un verso que era tuyo.
sentado en mi vereda: el espíritu se me salió del alma,
emanó fulgor arcano y me ahogó en una torva de quimeras.
Así, la vida desprendió hojas de sus laureles, que como tintineando en la atmósfera, encontraron un regazo sobre mi pecho y se posaron quedamente en ello. ¡Y me encontraste y te encontré! Me olvidé de cuantos suspiros había perdido entre un añejo amor, de cuantos tumultos se acongojaba mi mente y de cuanta cíclica conversación había sostenido con la escueta soledad.

Aún no sé de que laureles se desprendieron estas venusinas hojas, ni en que verdegales dormían, ni que vendaval las haya traído hacia mí; pero a veces dicen: ¨Que el quejido de un dolor es como un cilio¨; y yo creo, quien lo haya escuchado, quiso dejar caer las hojas… cuando yo estaba perdido.

 

Gran porfundidad en tus letras amigo y paisano Hoover. Un placer conocer este lado de tu talento poético. Felicidades.

 

Es un profundo sentir espiritual
grandeza y luz en las imagenes
se agradece la foto que acompaña tus letras
enriquece el paisaje que nos muestras en tu prosa.
Es muy elegante, un canto de melancolia
impregnado de gotas de sabiduria
la que se adquiere en esos istantes de suprema claridad
que nos obsequia la vida.
Un fuerte abrazo estimado...un gran trabajo
que viene del corazón encendido.

 

Mi estimado amigo Arkeidos: realmente muy agradecido
por recibir siempre tus visitas y el regalo de tu tiempo
a mis obras que son siempre bien recibida!!
Un abrazo y nos seguimos leyendo!

 

VAYA estimado HOOVER, que suerte encontrarme tan magnífico poema y que sea suyo, desborda elegancia y buen decir muchas gracias, mis felicitaciones y saludos cordiales.

 

Amigo Selenschek, agradecido con tu visita
y por regarle de tu tiempo a mi obra!!!
Mis saludos cordiales y nos seguimos leyendo!!

 

Que bonito plasmas la melancolía que llegaste a sentir en esos momentos con imágenes
donde dejas ver como el espíritu salió del alma en esos momentos en que podemos sentirmos perdidos,
y nadie se da cuenta. De los momentos de dolor supremo es donde se adquiere la verdadera fortaleza Hoover.
Que bonito has escrito.
Zun cálido saludo y Bendiciones para tu vida, y como dices tú, Nos seguimos leyendo.
Bonito fin de semana para ti.