Pozo de la amargura

"Si se nos permite excavar en el hondo pozo de nuestra amargura, donde las cosas vanales de este mundo se evaporan con la misma facilidad que se nos escapa el tiempo de las manos
Hallaremos un insensato cúmulo de sentimientos, hechos añicos por el paso de la razón,
Que insiste en hacer de ese pozo un factible mundo de imposibilidades, locas marionetas de la imaginación
El fangoso lodo dramático que yace sobre el fondo, no es más que pequeños pedazos de nuestra ilusión Desfragmentada en cada verso con resignación,
La humedad maloliente y pesada nos traspasa el corazón,
Lleva consigo todos los anhelos rotos que vivieron una vez en nuestro interior.
Ahora, la pala que cava es nuestra tan lógica razón que trata de empequeñecernos para demostrarnos una vez más, que el río pasa y no deja ya nada atrás...
Salvo este hondo y calamitoso pozo que de vez en cuando nos lleva a pasar por las más oscuras horas de nuestra inconfundible soledad".

 

Es una "bella" fórmula para deshacerse de toda esa amargura; razonada, imaginada y bien esgrimida. Saludos cordiales para ti Señorita Avellaneda.