Roto

Roto, destrozado... Como cristal que se arremete contra el suelo, mientras sus pedazos se esparcen entre botellas y colillas, entre recuerdos y sombras a kilómetros y millas.

Roto, quebrantado... Quebrantado por el himno silencioso y aterrador que la habitación entona, las pildoras con sabor a muerte que en mi mano posan, y el deleite de imaginar que no sentiré más...

Roto, y ya vuelto todo un cobarde, apunto de darle la espalda a llantos y risas, a los rayos del sol que entran por mi ventana, mientras mi cuerpo inmóvil y en silencio lucha por sentir la luz.

Roto, confundido... mientras veía como los rayos del sol se iban extingiendo y desapareciendo en la nada, así como mi vida. Entre tanto luchar dormí, más al despertar estaban posados en mi, aquellos rayitos de sol.

Roto, esperanzado... Como Fénix que resurge en medio de sus cenizas, con la curiosidad de mirar la ventana y ver que había fuera, me levanté. Mientras abrí la cortina, el sol, golpeo mis ojos y su calor erizo mi piel. Me sentí vivo, más sin pensarlo corrí hacia la puerta y al salir, vi la vida plasmada en colores y hermosura.