Afinad el oído, escuchad sus hirientes chillidos en mitad de la noche cuando el insomnio barre las telarañas de la placidez, como ardorosos...
Los ojos se van aclimatando a la insolente blancura. Las manos intentan esbozar sobre el teclado el contorno fugaz de una verdad...
Amanece y sigue anocheciendo entre mis sábanas. La soledad mantiene aún su aspecto de hiena adormecida. Amanece y descuelga del techo de mi...
Se acercaba la hora. Habías visualizado una y mil veces ese instante crucial en tu mente. Te protegiste a conciencia, desempolvando del arcón de...
Nunca quisiste huir: la libertad tiene sus riesgos, y hasta es más cálida la muerte si uno asume que su destino inevitable es endulzar la nada,...
Nadie dijo que fuera fácil ganarle la partida al reloj y sostenerse en la cuerda floja de los sueños; dejar atrás los números cuando llegas a...
Mira a través de la botella el mundo, amor. Su sangre líquida alimenta un blando limbo sobre el que columpiar la decepción. Tratemos de olvidar...
[IMG] Tú y yo, hermana mía, y este enorme abismo descarnado que solo cubre el cielo cuando rompe su contenido llanto sobre la piel desnuda de la...
Ayer fue sábado casi toda la noche, como todas las noches de martes que se nutren de semillas de sábados; como todos los inviernos en que el reloj...
Gisele, no eres tú. Pareces despierta, pero no eres tú. No te obedecen tus manos, no te obedece tu llanto y la voz que te persigue y no es tuya...
Y cuando todas las cosas parecía diluirse en blanquieléctrico espesor: las calles, la sal, el tiempo, los sueños... los fantasmas; cuando los...
No fue otra cosa que amor: el beso amargo de aquella despedida; esa cama cruzada en el verano que ya no regresó. La punzante memoria, mordida...
No te dejes caer, aunque el silencio hiperventile enigmas e imbricadas esperas. Teclea el azar, que de tus dedos eche a volar un nombre;...
Hoy puedo describir el rostro de aquello que no vi, aquello que callamos, lo que no se menciona. Preparábamos juntas un altar a diciembre, pero...
Siento que se me está secando un río -te dije mientras se iba tejiendo de amapolas la tarde - Y tú me desnudaste de nimbus con un beso. Ardió la...
Desplegaba su absurdo equipaje en la canícula de las horas que anticipan relámpagos. Ataviado de orgullo, vapuleaba la espera, incendiaba los...
Perdonad este trance de nadie, este silencio quebradizo que me pronuncia en humedales de quimera; esta balada blanca que sutura las melladas...
”Estoy dispuesto a todo por gozarte” -pensó Jairiel- aunque aquél día era el tercero en ponerse a la cola de un sueño. El sol golpeaba con...
La aguja del reloj hiere el silencio. Es la hora -se dice- de truncar bruscamente la calma e invertir el flujo de la sangre al presente. El peón...
Entren, señores, entren: vendo palabras, sí, palabras: edulcoradas, atrevidas, incendiarias, vertiginosas, delirantes; píldoras verdes contra la...
Eres un árbol y no lo sabes; un árbol raro de místicas raíces. Solo hay que talarte un poco la ternura, afilar tus silencios con un cuchillo...
La hora en punta del olvido, amor mío. Ven antes de que mengue la luna, y las serpientes boreales ronden mi diluido corazón. Al otro lado de...
Te hablé de la palabra, Ángel, de su ambigüedad oceánica, de las aves espectrales que picotean su alma quebradiza. Te dije, -no la temas:...
(In Memoriam Gema S.) He comprado una granja. Oyes bien, una granja con sus vacas, sus cerdos, sus gallinas... He comprado también una casa del...
Esto no es un poema, ni siquiera el fósil de su sombra. Hoy me son esquivas las palabras y se me enfanga el aire en los pulmones. Hoy...
Acostumbraba a quitarse las espinas con carne de relámpagos, a envolver su magia en piedra o en palabra. Pensaba (ingenuamente) “ así es como...
Si pudiese mamar de este esqueleto blando, de esta nada de almíbar que amilana los puños de la noche; si no creyese que tu sombra teje olas...
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche" P. Neruda. Podría escribir los versos más cursis esta noche, imantar el silencio de rosa y...
Anays arrancaba en silencio las raíces podridas de Dios cuando sintió en su nuca el aliento del lobo. Anocheció de golpe en sus venas. La...
Recuerdo aquella madrugada en la que te me hiciste mar, en la que se abrieron las esclusas de una sombra que te deshabitaba; y yo bebí en ti la...
¿Ha de ser siempre así?: como un golpe en la mandíbula del cielo un avispero en las venas, balada de colmillos, negro aliento, eterna agonía del...
El día en que Emelit se quebró yo estaba sentada frente a él, bebían mis labios la noche de su boca, mientras a plena luz abortaban los...
Lamento destejerte unos cuantos inviernos despojarte de tu pose más ampa quiero verte verdeando jardines inconclusos con pájaros de fiebre en...
Puesto que estás mirándome, arrojando destellos de oro a través del cristal. Puesto que no resulta fácil degollar tu voz sepia y ocultar su...
Perdóname si hoy no he sangrado, si no he tenido tiempo de morir un poquito. He estado en otras cosas. Me urgía vestir la tarde de reloj para...
Un tren-oruga llegaba puntual a lamer su memoria. -réquiem de hojas muertas peinando cada tarde la alfombra del temblor- El tren mordía el...
Ven a mí. Soy la Esfinge. Ven a mí. Husmea lentamente mi corazón atávico. Me reconocerás por el acero de un suspiro. Estaré cerca cuando...
Libar abril un once de un mes de miel es verte trepar por el olvido a golpe de sudario trocar la luna en luto travestir el verano con ropajes...
He tendido al silencio mi camisa de pájaros, mi camisa de aullidos de paloma, la misma que mostró abierto mi pecho uno de esos domingos de...
Hoy es Pólvora, lo que ayer será Llanto -musitó - Era un lunes de plomo; yo arrugaba mis dudas, deshojaba una sombra tras otra. Los relojes...
Lo intentaré de nuevo, doctor. Es sencillo: 1. Desmenuzo un relámpago. 2. Lo aplasto con las vértebras del...
Buenos días, Animal-que-me-miras-fijamente, acribillando las niñas del amanecer con preguntas de cal; Animal, buenos días. Disculpa que te llame...
Ya te dije que París jamás desnudaría su piel de diosa bajo nuestros pasos, que la luz era pólvora improbable para nosotros, pobres reos,...
Sírvame un gin tonic, Madame, s'il vous plait, algo amargo que apacigüe la sed de mi alma, de mi lengua suicida que hoy tiembla en un idioma de...
Qué tiene la mañana en su garganta; qué acidez la pronuncia. De pronto, un sueño se repliega de azules y las persianas extienden el grito de la...
No llamas. No resuena tu voz en la esquina opuesta del bosque silencio. Han caído sus hojas, todas, han caído en la batalla muda y asesina del...
Jamás la vi. Solo intuía su aliento a sombra cuando la mencionaba la noche; su aliento a pájaro cuando la luna hundía su pico de pergamino bajo...
Es medianoche en el país del fauno -eterna medianoche- y le duelen las vísceras de invocar a las hadas de la ceniza y sangra profecías cuando...
Una noche de un día de un invierno cualquiera, vendrá a buscarme el animal Ausencia; vendrá con gesto turbio, desleído, a pastar en el hueco...
Palpita, piedra roja, palpita, despierta la memoria; no afiles tus aristas, no dejes a tu paso un rastro de esqueletos azules, una impronta de...
Hoy no es un día cualquiera, mi Ángel: es sábado, y estos pies han abortado las aceras que beben a diario mi fatiga. Es sábado y estoy aquí,...
Tienes alma de árbol, amor. Tienes alma de tierra: madera, sangre, savia, rama, sudor, promesa... Vas y vienes, acechas mis pisadas, despeinas la...
Palabra, no rehuyas mi voz. Ven, picotea las semillas que hoy te brindan mis manos. Solo escucho el crepitar del silencio, su peso en mis abismos....
Llegaron los sicarios del silencio. Trataron de talar mi lengua redentora. Sembraron más negrura en el vientre del silencio y un árbol hosco, una...
El corazón de la piedra sangró siete raíces; siete oraciones vomitó. A la octava dejó de respirar razones de lluvia y se detuvo a palpar la honda...
La noche es blanca, Godot, tú lo dijiste, es blanca y quiere nevar sobre nosotros, pronunciarse, purificarnos con su trino de nieve. Yo había...
Fue siempre tan verde mi mano para tu boca: verde-cadáver amanecía Iba agrietándose mientras ardía entre las llamas de un eco sordo La luz...
Hizo falta un gesto tan solo y la negrura se nos cayó de las manos, y la palabra salió de su trinchera y arrojó su fusil de suicidios. Tan solo...
Me mira, y sus ojos son ácidos, y perforan la atronadora noche de mi aliento. -¿Qué tienes? ¿qué color se dispone a violar mi pureza? ¿qué duelo...
Solo buscaba abrigar el silencio, que incubase mi aliento, hacer del aire una catedral sin campanas. La extensión del destino se cernía ante mí...
Una campana va a despertar al fauno de su siesta hiriendo su ceguera -su lenta ceguera salvadora- Ahora la tarde es de un azul proscrito,...
Cabalgas, silencio, a lomos de una bestia solitaria, coronas mi temblor, señalas mi cicatriz de pájaro vencido. No, no afines en mi oído tu...
Petalo 1º Se me quiebra el cristal de la infancia al pensarte, y regreso al mapa de mi primer paisaje verdadero, cuando los perros me...
Una blancura ácida nos bautiza, amor mío. Cose la piedra al párpado, los pies a la insidiosa latencia del asfalto. Siempre intuiste mi fe por...
Dios nevó anoche en mis pestañas; posó su lengua desnuda sobre las ramas de Albar. Alguien me dijo que los sueños pueden sangrar criaturas aladas,...
Padre mío que estás en el muro ¡protégeme! No duermo. El sueño no sabe alcanzar mis lagrimales. No duermo, muro santo, acúname con música de mar y...
Todos los días hay algún muerto en Brooklyn al que nadie reclama. Es domingo en las estanterías del abandono y llueve, sigue lloviendo...
Quiso beberse el mar una mañana. Ahogó su mansedumbre con manos despeinadas, y se vistió con sábanas de luna queriendo eclipsar el renglón opaco...
No creo en el azar. Lo supe cuando recogiste los pedazos de sol que me estallaron en las manos un invierno de octubre e hiciste con ellos un pan...
Siento una rebelión de estalagmitas bajo tus ojos, hija mía, -dijo anoche mi sombra- y sabes que la distancia es un corcel de fuego que relincha...
Ayer me sonrieron los cipreses de Cormalt ¿los recuerdas, hermano? Su triste gallardía, su sobriedad de mártires cobijando las tumbas oxidadas del...
Pronto amanecerá - sueñan los pájaros- Las abejas ya almacenan un polen de alcanfor sobre el hígado marchito del silencio. Pronto amanecerá...
Pregúntate por qué deletreas la renuncia; por qué golpeas las teclas de este piano quimérico con la parábola de tu signo ensangrentado; porqué...
Flores de luto sirvo en este plato de mi voz ensangrentada. Flores de luto siembro sobre ojos de escuálidas miradas que contemplan su savia negra...
No subas al tiovivo en este día tan proclive a la lluvia: los caballos han muerto de cansancio en su ritual suicida y ahora se inclinan las...
Esta holgura de la distancia me llueve a cántaros. Este vaso de ausencias es un manto de hielo cubriendo los dilatados trayectos de oquedad...
Me gusta mirar al cielo. Lo hago casi siempre que salgo de casa. Miro al cielo, intento adivinar la posición de las estrellas; los astros que se...
Es la hora proclive a la razón desaliñada, la hora del te para la sombra que elude la materia fugaz, la hora de agacharse a contemplar el llanto...
"Es tan hondo y oscuro el revés de su boca camuflemos en el bosque el temblor, tal vez los búhos duerman esta noche; esta noche tal vez las...
Podrían caber miles de espectros en un verbo solo, larvados azules gestándose como un dios alado de pálpitos, pero prefiero las oscuras notas de...
El pelo ensortijado de abismo, un pájaro flechado en la mirada, caminaba la bruja bajo las criptas del cielo. El mar le servía cada noche una...
Percibo un odio amarillo en la sonrisa de Dios -Tengo un regalo para ti, hija mía, aquí bajo la lengua del sol en las papilas donde nidifican las...
"Es el viento que azota las mieses; no temas" -dijeron los buitres- y seguí caminando y sembrando palomas y a mi espalda un puñal y yo contando...
Tenías razón: el ratón roe las hojas subterráneas del aire sin que le tiemble el pulso a la rama del árbol-escudo. La Esfinge lo sabía sangró...
[IMG] Mírame, mírame, no dejes de mirarme: creo que nací para tus ojos ciegos o tú para los míos, qué importa, cuando la lluvia golpea el metal...
Era azul el iris de tu mano, lo recuerdo era azul y proyectaba en la mía su pupila más pura. El verde de la higuera mencionaba mi nombre cuando...
Finjan que no me han visto. Sólo pasaba por aquí y vi caer una nube infinita ante mí; la vi vestirse de gala, peinar su destino al viento. Quise...
No te enojes conmigo, niño mío. Acércate, observa: sé que sabes encontrar alondras a través del silencio. Tu mirada es una mariposa vencida por...
Cuando llueva el sol, cuando un nimbus de llanto pellizque a destiempo su espíritu de estrella y arroje a tu rostro los pétalos de la ira y se...
Un día vino a sondearme el silencio: "anestesia a los pájaros del temblor, córtales las gargantas e injerta en ellas algún lirio de paz, un...
Porque un día llegaste Porque viniste a sacudirme las vísceras Porque abriste en canal mi pensamiento para indagar en la médula espinal de la...
Era siempre medianoche ¿lo recuerdas? A la hora del alba, a media tarde en las siestas del cielo y el infierno. Tocaba acordes de fuga la...
Sube a mi espalda, amor, sube a mi púlpito. Tu diosa soy, tu más firme pisada. Caminaré por ti cuando me adores, te salvaré de las uñas de tu...
No soy Edith. Ya no. La sal no amarillea mis ojos ni deshuesa esta paz la acidez de una lágrima. He aprendido a pulir la fiereza del rayo, a...
¡Qué sordera la de los ojos! cuando escuchan clarear la piel tersa del agua e ignoran el quejido de su voz bacteriana sus criaturas de lumbre el...
Toma prestado el color al silencio, hazte con él un ovillo y escóndete de la desnudez de las palabras, de su insultante transparencia. Hay...
Vine a despertar al arcángel que gravitaba bajo la bóveda del silencio: he de volver al Sur, - le dije- allí mi flor, mi sangre... -No vuelvas,...
Nut hilaba el insomnio de sus ojos a los sesos del agua Su corazón bebía la sangre de las piedras - Soy piedra yo también y es líquida mi...
No vengas, reina oscura, no vengas a sentarte en mis ángulos grises e irradiarme de límites. No traigas tu tintero de penas, tu sangre cegadora,...
Uno y uno: dos cuerpos, dos miradas, un solo Ayer cien sombras en cien vasos de fe, un destino, cuatro risas, tres mundos, ocho lágrimas...