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La partera

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por carlos lopez dzur, 15 de Septiembre de 2008. Respuestas: 0 | Visitas: 6298

  1. carlos lopez dzur

    carlos lopez dzur Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    25 de Febrero de 2008
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    A Doña Carmela, aquella viejita del pícaro riserío,
    a las noches de dominó junto a ella


    Alguno sabrá sobre la serpiente blanca
    que rompió la ponzoña y su amargura oscura
    y se enredó, peliaguda,
    bajo el huipil del amor
    en la mañana.

    Es la que sigue siendo la nodriza, risa viva,
    es también la plegaria más feliz, hijificadora.
    Es Teth, con una cara que ama, ya viviéndote
    al niño olímpico en desgracia, sin kairós.

    Baubo se llama: quien abundancia de higos
    dulcifica cuando ama, la que burla lo triste en el chamuyo,
    la que en la casa de Celeo, deméter habla y pues, se cinga,
    se magrea con más gusto, por cosecha
    y se jode hasta la madrugada una vez que termina
    el hornacho de la noche y se libera la serpiente,
    Baubo vieja / Teth juvenil, la más sabrosa,
    tan chistosamente jovial y tan berraca.

    Alguien sabrá de Baubo, quien rompe la hostilidad
    y canta, la guerra del placer y la energía.
    A ella que fecunda la tierra, cochambrosa, y la lombriz
    que crece en las braguetas.

    De ella, la iniciadora de los sabios,
    la que no pide como Hades / sacrificio,
    ni ofrenda de jauto y tristes rostros,
    la que bien comunica a los más tristes del mundo
    que hay aún sol en las bardas y sirajo,
    dulcificadora flor de río y hay pecesillos veloces
    e inquilinos como un líquen interciliado
    en lo profundo del matorral uterino de la amada.

    2. La partera viene

    Para ella, que nazcan los niños riendo con la madre,
    pujando como amor lo discontínuo,
    sacado a risa, aunque placentariamente
    se eche al lado en el sistema vivo.

    «Sé tú galopante, dáte solo a solo,
    nalgas tuyas arriba. Ella que se ponga
    culo abajo, pero bien trenzados los dos
    como ondinas que disfrutan
    un suave remolino con orgasmo; el dolor
    que venga sólo con el parto;
    pero voy a estar allí. No te preocupes.
    Vamos a reirnos juntos, la parturienta
    y toda la familia».

    9-15-1990 / El hombre extendido


    http://carloslopezdzur-carlos.blogspot.com/2008/09/el-pueblo-en-sombras-novela-indice.html
     
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