Entren y juzguen a buen gusto

Entren y juzguen a buen gusto

Esperen. Voy a sentarme que estoy temblando.
¡Vaya, aún tiemblo! Bueno ¿qué iba a decirles?
¡Ah sí! ¡el amor, uy! Creo que mejor me voy.
¡Alto! No se vayan ustedes. ¡Mejor lo enfrento!

Vean, por favor, que no soy nada romántica,
aunque en la teoría soy todo amor. ¡Cielos
qué incómoda me siento, por Dios! ¡Me ahogo!
Denme tiempo-segundos-, no se vayan, se lo ruego.

Ante todo deben saber que después de esto
queda totalmente prohibido hacer preguntas.
¿O ustedes son de los que preguntan a escritores
sobre lo que ya dicen en sus poemas o novelas?
¡Imaginen todo lo que quieran! ¡Siéntanlo todo!
Pero ya me han oído bien: ni una pregunta.

A lo que iba, el amor. Y si mis nervios me dejan
podré explayarme y sincerarme como Dios manda.
Entiendan, yo escribo al Amor, respiro y vivo de Él,
pero no vivo con él. Y si es cierto que una vez Amé,
no vengo a hablar ni jamás me oirán hacerlo de verdad
de lo que me supuso sentir ese Amor. Léanme bien.

Como les digo, Shakespeare jamás habló de sus obras,
pero él, sin duda, fue una Obra. Y mi Obra, señores,
yo la hago, no la digo. Y no me malinterpreten,
no es que sea engreída, es que lucho por mi valía.
Ahora bien, por circunstancias me toca llevar
a la práctica todo lo que mi obra ha hecho y hará.

El verdadero problema, y lo que les quiero decir,
es que me he enamorado. Y en mi diccionario
“intramarino” el Amor es territorio sagrado
y penitencia intransitable. Que conste que
me he dejado los barroquismos a un lado
para que hoy me entiendan más que nunca.
Y porque, aunque adoro codificarme
en lenguaje, una vez, en poética, es bueno
enfrentarme y echarme cara en esto del arte.

Por Dios, ya se lo que están pensando.
Pero háganme un favor, limítense a leer,
que a esto vienen, y no piensen demasiado
alto, ¿o se les olvida que lo estoy oyendo todo?
Además, hoy será la última vez que me vean
versar a estos modos, tan directa y a estas formas.
La vanguardia no es mi técnica, aunque puede
que la maneje tan bien como lo intento en todas.

Siento entretenerles demasiado en mis versos,
pero ustedes me eligieron. Disfrutan ¿verdad?
Pues yo no. Estoy sudando sangre de expresarme
tan directa. Pero ya casi acabo y me trague la tierra.

Sí. Lo Amo, lo adoro. Y cuando pienso en él,
se me derrumban todos los poemas, se rompen.
Y a todas horas se me retractan los moldes,
se me cuajan las lágrimas. Lo amo a dolores.
Plotino ya lo dijo, en dos cuerpos, el alma,
por eso él me escribe ahora, y mi mano lo coge.
Mi universo ya confirma sentido y razones,
desde que el mundo tiene historia, él forma
los siglos de todas mis partes. Él es mi antes.
Lo quiero libre, siendo mío y siendo de nadie.
Lo quiero fuera, para que dentro me alcance,
y lo quiero dentro, para que fuera me ame.
Lo amo como se ama en pureza sin necesitarse.
Y lo tengo, como siempre lo he tenido,
dentro de mis obras, en la idea, en lenguaje.
Y también lo tengo en forma hecha arte.

Aquí lo tenéis, en la penúltima estrofa,
explayado como nadie. Así pues juzgadme.
No lo iba a soltar al primer verso, las grandes
maravillas siempre ocurren en los finales.
Y para dejarles con el pulso latiendo
y rematando la carne, fíjense que está todo
claro, alto y conciso, y salgo airosa de mi
sentido, porque ninguno se atreve a enterarse.​

 

Para mí es todo un honor ser el primero en deleitarse con un poema tan directo y frontal como éste.
Los sentimientos aquí vertidos no ameritan pregunta alguna... por mi parte yo no tengo ninguna... sólo muchos aplausos para vos y muchos gestos de "asentir" con la cabeza, pues comprendo lo difícil de expresarse acerca del amor... pero esto es lo que hay aquí: amor
Dijo Lope de Vega:
"Desmayarse, atreverse, estar furioso..."
Bravo Marina, bravo.
Un beso
Gustavo M.

 

Gustavo, el primero en leerme y en deleitarme siempre con unos comentarios tan elegantes, fuertes, seguros y bilaterales. Gracias, qué otra cosa decir...
¡Ah sí! Gracias, de nuevo, por entrar, y juzgar a buen gusto, porque el tuyo siemrpe es bueno.

Un abrazo, Gustavo.

Marina.

 

simplemente bello, cuanto sentimiento, cuanto amor y del mas puro el sincero.. me gusto mucho

 

Lo más deseado es lo más temido... he sentido que algo de ese orden se te movió cuando escribiste ésto que no pretendí entender cabalmente (te hice caso, en fín).

Muchachita bella, arte/dependiente... Te soltaste la cabellera y nos volviste a confesar, de un modo nuevo, ¡tu gran capacidad de Amar!.


Ví luz y entré, juro que no juzgué, me deleité y apenas musité algunas cosillas.

Te abrazo, Marinita.

 

Gracias Cioca, por pasar y dejarme unas pequeñas letras en mi poema. Muchas gracias, las agradezco en demasía.

Marina.

 

amiga marina, que me he callado y sin hacer preguntas, me lo he bebeido todo de un solo sorbo, y es tan claro el saor de la dulzura que transmite, que no he dudado, en acabrme la esencia de tu escrito, tan bien plasmado, hasta embriagarme de su aroma. y aunque el tiutlo me diga despues de invitarme a entrar que juzgue, no hay nada que juzgar, el amor no se juzga, tan solo se admira, y siendo el amor tan inmenso coimo lo son tus letras, solo me resta quedarme embelezado, ante la gran realeza de tus letras...

desde el castillo de los sueños en ilusion, mil fanfarrias para ti y toda una reverencia de mis cortes, ante tal belleza, slaudos fraternlaes, lord alex

 

Querida Ciela:

Este poema, para mí, rompe esquemas y moldes poéticos para con mi estilo, el arte que me gusta hacer, y mis formas distantes para con el lector. Lo escribí, Dios sabe bien por qué y solo debe saberlo Él, pero sí puedo decirte algo, en gran parte, quise comprobarme a mí misma que aun transformando mi estilo en otro, sigo estando codificada en "mis moldes"; y eso, es lo que al fin y al cabo he intentado conseguir aun en la forma más clara y sencilla.

Realmente, no puedo olvidar tus comentarios, los leo varias veces siempre. Eres alguien particular para esto que hacemos, Ciela, y cada vez me sorprenden más tanto tus poemas como tus comentarios, pues tienen ese no se qué que embelesa y encanta sentir.

Gracias con el alma, Ciela.

Marina.

 

Lord, no solo me impresionó tu comentario sobre manera, sino que para mí cobra doble sentido que este poema, especialmente este, sea leído por mis más cercanos, ya que si me conocen sabrán que no acostumbro a mi intelecto este estilo y si lo he llevado a cabo es para probarme a mí misma en varios sentidos.

Gracias, Lord.

Un besazo enorme.

Marina.

 

Me gustaria poder definir el silencio con miles de palabras...para expresar todo lo que me dejo tus letras...tan dulce y tan directo...sutil pluma la tuya...cargada de agonias inconclusas...placer de leerla siempre...un abrazo

 

Querda y respetada Marina, me ha fascinado esta forma tuya de escribir. Es un honor estar entre tus letras. Un beso enorme, Ethel

 

Define el silencio de la misma manera en que lo acabas de hacer, Devoroux, justo de esa manera es como me has hablado...Gracias, el silencio hoy suena precioso.

Marina.

 

Marina, te pones de pie y gritas a los cuatro vientos que nunca dejarás de ser tú misma; justamente eso, es lo que da tanta belleza a tu posía: Tú.

Aunque este poema pareciera estar "abierto", me parece uno de los más encriptados de muchos que has dado a luz, pues nos da una rendija a profundos conceptos tuyos.

Pero el punto no es encontrar el nombre del amado, sino mas bien, encontrarte a ti en un plano que se esta, de alguna forma... despertando, renaciendo, abriendo las puertas de par en par... pero de a poco -pues esta demasiado brilloso afuera-.

Hacia ti vayan mis reverencias Marina y muchas gracias.

 

Ay, mi malagueña salerosa. Este poema es como poner la miel en la boca del asno, confesar sin decir, dejar rendijas, pero sin permitir el paso por ellas y, para más inri, prohibiendo las preguntas....eso no se le hace a una curiosona como yo...no te lo perdono.

Bueno, mi niña, que no pregunto que si estás enamoraita, que me alegro mogollón y que espero que el destinatario de tu amor te merezca...¡¡¡Que tú vales mucho!!!.

Un besazo

 

Gracias Ethel, fascinar es un verbo demasiado alto para definirme, o al menos yo me encuentro con mucho camino aun por andar, pero te aseguro que palabras como las tuyas son las que alientan para tener ilusión. Pues ¡qué fácil es que el mundo, pasito a pasito te vaya quitando ilusiones! y qué fácil a la vez es volver a ganarlas. Yo confío en que por mucho que te quiten ilusiones, lo importante es seguir teniéndolas, no perderlas, y si se pierden, ganarlas, porque luego ¿quién sabe si todo jugará a nuestro favor? y ¿quién sabe si ponernos tantas barreras nos hará tener más prejuiciones y mas muros para avanzar...?

Gracias, Ethel, por darme el cachito de vida que a veces mis limitaciones me quitan. Gracias.

Saludos...

Marina.

 

Ale, realmente puedo afirmarte todos los conceptos que hayas creído del poema; puedo regalarte todas las afirmaciones que creas posibles, y la vez voy a negártelas todas, porque, dime una cosa, ¿qué consigo definiéndome a mí misma, o qué consigo afirmando preguntas? Nada. Lo que consigo es que sin decir nada, el que busque conocerme lo haga y el que quiera cuestionarme, también lo haga. De manera que al ser humano, que tanto le gusta descifrar misterios, siga haciéndolo en Poesía, pues ¿qué otra cosa es la Poesia que el misterio de las profundidades humanas? Ay, querido Alejandro, gran misterio es. Gran misterio.

Aunque supongo que, pues como tú dices la clave es encontrarme a mí misma, con ello, voy resolviendo a la vez los misterios que aguardan en mis cuevas oscuras.

Gracias a ti, Alejandro.

Un abrazo.

Te quiere...

Marina.

 

Mi querida Ana, la gran belleza de ti misma, si me permites que la confiese delante de todos, es llevar tu penitencia por dentro vestida de rosas por fuera. Y eso, Ana, es llevar por equipaje la tierra entera en tu cielo. Mira que la tierra jamás podrá ser el cielo, y el cielo la tierra. Pero tú llevas toda esta terrenalidad que a veces mata tanto a los mejores paraisos que emergen de tu interior.

Tus comentarios, tus poemas, tus palabras por cuestión, Ana, cuando se leen o se entienden es como sentir la paz brotando de las mejores lágrimas.

Gracias por tanto que entregas.

Marina.