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Los moscos

Tema en 'Prosa: Infantiles' comenzado por Melquiades San Juan, 3 de Agosto de 2013. Respuestas: 1 | Visitas: 1776

  1. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

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    Abres las ventanas y entran sin que los veas. Se vuelven invisibles hasta que se apaga la luz. Es la hora de la comida. Zumbale que te zumba, se les oye sobrevolar por las orejas dando vueltas y vueltas para ver si no despiertas. Te cubres toditito, desde el talón hasta los últimos cabellos. Y ya... según tú, el mosco ya no te puede picar. Y entonces el mosquito se enoja, va con su mamá y le dice:

    -Mamá, mi comida se tapó y tengo hambre.

    Mamá mosco viene vuela que te vuela y mira a su alimento dormido y completamente cobijado. Una vez analizada la situación le dice a su pequeño vampiro:

    -No te apures mi pequeño, en un rato se quedará dormido y cuando sienta calor se despertará. Tendrás mucha. mucha hambre, pero... luego podrás chupar toda lo sangre que quieras y te sabrá más rico con más hambre.

    La mosquita y su hijo se adhieren a la pared cercana y se quedan mirando al dormilón. Hace mucho calor, los moscos viven preferentemente en las zonas donde hay mucho calor, lago y ríos cercanos.

    El niño tapado se mueve y se mueve, no se puede dormir y al mosquito ya le duele su panza de hambre.

    -Mamá, vamos a comer otra cosa, me muero de hambre.

    Por ahí está dormida la gata. Mueve y mueve la cola. A los moscos no les gusta ver cosas largas que se mueven, como las colas. Tienen en su manual de sobrevivencia una clara instrucción: deben mantenerse alejados de todas las cosas largas que se mueven. No se sienten tranquilos.

    La gata tiene un sistema muy sofisticado para detectar todo tipo de ruidos. Unos oídos súper sensibles y los bigotes largos largos que son antenas que captan todo tipo de vibraciones, son como radares que les ayudan para saber si pueden pasar velozmente por determinado espacio.

    La gata tiene ubicados a todos los mosquitos de la habitación. Cuando descubre un plan de vuelo que se dirige hacia ella cambia de posición, se coloca en un espacio adecuado para recibir el ataque aéreo de frente. Experta en maniobras de microsegundo, cuando mamá mosco y mosquitito viene en sobre vuelo hacia ella, la gata finge que duerme, cuando están a su alcance abre la boca y se los traga. A los gatos no les gustan los mosquitos. Pero tampoco les gusta que les chupen la sangre.

    El niñito que está dormidito y todo tapado para que no le piquen los moscos ya se ha quedado dormido. Hace calor y se descubre los pies, por los pies el cuerpo se refresca más rápido. Vuelan y vuelan los mosquitos y se posan en sus pantorrillas y lo pican. La sangre de ahí no es muy sabrosa. A los moscos les gusta más la que hay en las orejas. Está más fresca y es más ligera.

    Hay una guerra declarada entre los humanos y los moscos. Los moscos creen que los humanos han nacido para ser su alimento. Los humanos odian a los moscos porque no los ven llegar, no se pueden defender de ellos ni tienen armas eficaces para combatirlos sin que ellos mismos resulten afectados en su salud.

    Tienen que poner esas horribles sobrepuertas de alambre tejido que se llaman precisamente "mosquiteros". Una rendija o un segundo de descuido y el mosco ya se metió.
    Los moscos tienen un cerebro minúsculo, pero, suficiente para crear estrategias de cacería de humanos. Lo saben todo de ellos. Saben por ejemplo que son los que menos oyen de todos los animales vivos, que solo ven de frente y que su visión está adaptada solo para descubrir seres de grandes dimensiones, no a seres pequeñitos como los moscos.

    Los moscos entrenan a sus hijos los mosquitos para volverse invisibles a los ojos de los humanos.
    Sí, ¡es cierto! Haz una prueba. Trata de poner atención cuando un mosco se cruce en tu camino en el interior de tu casa. Verás que aparece y luego, des pues de volar en forma de círculo, desaparece y ya no lo puedes ver.

    Cuando hay un humano en una habitación, los papás moscos mandan a sus hijos para que vuelen enfrente de él y desaparezcan de su vista. Es un entrenamiento necesario para cuando el humano, al descubrir al mosco que viene por comida, blande su brazo para asestar el manotazo y plum: Mosco Muerto.

    Los moscos tienen diferente tipo de vuelo. Hay moscos tontos, unos que gustan de las cosas dulces. Que no chupan la sangre, lamen y molestan. Enojan a los humanos. Esos, cuando no hacen ruido con las alas porque tienen alas grandes para su tamaño, lo que hacen es marcharse y con eso están a salvo.

    Hay una mosca negra y fea que tiene muchos ojitos pequeños en la cara, tiene más ojos que cara. Esa vuela como ovni. Sube, baja, vuela de lado, cambia de lado. Es una mosca burlona que viene a retar a los humanos cuando está aburrida. Se pone a prueba hasta que ve que el humano agarra un trapo o matamoscas.

    De todos ellos, los mosquitos chupa sangre son los que vuelan como naves de guerra y se vuelven invisibles. Por el día suelen dormir, pero en la noche son los amos y señores del mundo tropical y ecuatorial. Abres tu ventana y no lo sabes, pero ahí, entre las sombras hay billones y billones de moscos esperando que una ventana se abra para ir a comer. Para ellos somos comida. Superan, infinitamente, en número a los humanos, y son materialmente, indestructibles.
     
    #1
  2. Uqbar

    Uqbar Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Hay un anuncio en el Face que dice "Me voy a dormir con la ventana abierta" y debajo se ve una manita con el pulgar hacia arriba y está escrito " a 24 mosquitos les gusta esto"

    Odio a los mosquitos, son auténticos depredadores kamikazes capaces que hacerte pasar las noches más largas y dejarte los ojos como una vidriera gótica.

    Ha sido divertido compartir este cuento, gracias.

    Palmira
     
    #2

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