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Juan Ramón Jiménez

Tema en 'Biblioteca de Poética Clásica (Poetas famosos)' comenzado por VicenteMoret, 2 de Septiembre de 2013. Respuestas: 5 | Visitas: 3213

  1. VicenteMoret

    VicenteMoret Moder. Biblioteca P. Clásica.Cronista del Tamboura Miembro del Equipo Moderadores

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    Hombre
    Juan Ramón Jiménez

    Juan Ramón Jiménez Mantecón. (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y premio Nobel de Literatura. Estudia en la Universidad de Sevilla, pero abandona Derecho y Pintura para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses. Tiene varias crisis de neurosis depresiva y permanece ingresado en Francia y en Madrid. En esta ciudad se instala definitivamente; realiza viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se casa en 1916 con Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil española, se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1956.

    La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas:

    Etapa sensitiva (1898-1915): marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo. En ella predominan las descripciones del paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través del perfeccionismo de la estructura formal.

    Etapa intelectual (1916-1936): descubrimiento del mar como motivo trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo presente. Se inicia asimismo una evolución espiritual que lo lleva a buscar la trascendencia. En su deseo de salvarse ante la muerte se esfuerza por alcanzar la eternidad, que busca conseguir a través de la belleza y la depuración poética.

    Etapa verdadera (1937-1958): todo lo escrito durante su exilio americano.

    La obra poética de Juan Ramón Jiménez es muy extensa, con libros que a lo largo de su vida, en un afán constante de superación, repudia - o de los que salva algún poema, casi siempre retocado en sus sucesivas selecciones.

    --..--

    A continuación se presenta un breve extracto de la obra poética del autor.

    --..--

    ¡QUÉ TRISTEZA DE OLOR A JAZMÍN!

    ¡Qué tristeza de olor de jazmín! El verano
    torna a encender las calles y a oscurecer las casas,
    y, en las noches, regueros descendidos de estrellas
    pesan sobre los ojos cargados de nostalgia.

    En los balcones, a las altas horas, siguen
    blancas mujeres mudas, que parecen fantasmas;
    el río manda, a veces, una cansada brisa,
    el ocaso, una música imposible y romántica.

    La penumbra reluce de suspiros; el mundo
    se viene, en un olvido mágico, a flor de alma;
    y se cogen libélulas con las manos caídas,
    y, entre constelaciones, la alta luna se estanca.

    ¡Qué tristeza de olor de jazmín! Los pianos
    están abiertos; hay en todas partes miradas
    calientes... Por el fondo de cada sombra azul,
    se esfuma una visión apasionada y lánguida.
    --..--

    NOCTURNO

    A G. Martínez Sierra

    Aun soñaba en las dulzuras de esta tarde.
    Estoy solo; mis amores están lejos;
    y mi alma que se muere de tristeza,
    de nostalgia y de recuerdos,
    se sumía fatigada
    en la bruma de los sueños.

    Esta tarde han florecido
    los vergeles de los cielos;
    los crepúsculos pasados fueron grises
    cual monótonos crepúsculos de invierno.
    Esta tarde renació la primavera:
    los velados horizontes descubrieron
    sus aldeas indecisas;
    hubo rosas y violetas en lo azul del firmamento,
    hubo magia fabulosa de colores y de esencias;
    fue un crepúsculo de aquellos
    de las dulces primaveras que mi alma
    ve vagar en sus recuerdos.

    En la nada flotó un algo de profundas transparencias
    y los giros de las brisas, un momento
    dibujáronse temblando;
    una onda ensombrecía los misterios
    de la tarde...
    En el cielo religioso
    las estrellas del crepúsculo entreabrieron;
    y mi alma se perdió en la vaga bruma
    de los últimos jardines melancólicos y quietos...

    Aun soñaba en las dulzuras de esta tarde.
    Estoy solo; mis amores están lejos.

    He entreabierto mi balcón:
    por oriente ya la luna va naciendo;
    las fragantes madreselvas
    dan al aire de la noche las unciones de sus frescos
    y balsámicos perfumes;
    están tristes los luceros.
    En mi oído vibra el ritmo de las voces que se aman.
    Me da horror de estar a solas con mi cuerpo...
    El silencio me contagia;
    estoy mudo..., en mis labios no hay acentos...
    Me parece que no hay nadie sobre el mundo,
    Me parece que mi cuerpo
    se agiganta; siento frío, tengo fiebre,
    en la sombra me amenazan mil espectros...

    He sentido que la vida se ha apagado
    sólo viven los latidos de mi pecho:
    es que el mundo está en mi alma;
    las ciudades son ensueños...

    Sólo turba la quietud solemne y honda
    el temblor de los diamantes de los cielos.
    Estoy solo con mi alma
    que se muere de tristeza, de nostalgia y de recuerdos.

    ¿A quién cuento mis pesares?
    Me da miedo de turbar este silencio
    con sollozos. ¡Si escuchara algún suspiro!
    ¡Mis amores están lejos!

    Por los árboles henchidos de negruras
    hay terrores de unos monstruos soñolientos,
    de culebras colosales arrolladas
    y alacranes gigantescos;
    y parece que del fondo de las sendas
    unos hombres enlutados van saliendo...
    Los jardines están llenos de visiones;
    hay visiones en mi alma..., siento frío,
    estoy solo, tengo sueño...
    Los recuerdos se amontonan en mi mente,
    los suavísimos recuerdos
    de las tardes que me dieron sus colores,
    sus esencias y sus besos.
    ¡Son tan dulces esas tardes de la tierra!,
    (¡ah, las tardes de los cielos!)

    Ya la luna amarillenta
    va subiendo.
    Mis pupilas, anegadas por el llanto,
    se han cuajado de luceros.
    Siento frío...¡Quién pudiera
    dormitar eternamente en su ensueño,
    olvidarse de la tierra
    y perderse en lo infinito de los cielos!
    Llega un aire perfumado, caen mis lágrimas;
    estoy solo; mis amores están lejos...

    --..--

    EL VIAJE DEFINITIVO

    Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
    y se quedará mi huerto con su verde árbol,
    y con su pozo blanco.

    Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
    y tocarán, como esta tarde están tocando,
    las campanas del campanario.

    Se morirán aquellos que me amaron;
    y el pueblo se hará nuevo cada año;
    y en el rincon de aquel mi huerto florido y encalado,
    mi espiritu errará, nostalgico.

    Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
    verde, sin pozo blanco,
    sin cielo azul y plácido...
    Y se quedarán los pájaros cantando.

    --..--

    NOSTALGIA

    Al fin nos hallaremos. Las temblorosas manos
    apretarán, suaves, la dicha conseguida,
    por un sendero solo, muy lejos de los vanos
    cuidados que ahora inquietan la fe de nuestra vida.

    Las ramas de los sauces mojados y amarillos
    nos rozarán las frentes. En la arena perlada,
    verbenas llenas de agua, de cálices sencillos,
    ornarán la indolente paz de nuestra pisada.

    Mi brazo rodeará tu mimosa cintura,
    tú dejarás caer en mi hombro tu cabeza,
    ¡y el ideal vendrá entre la tarde pura,
    a envolver nuestro amor en su eterna belleza!

    --..--

    LA ROSA AZUL

    ¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!
    Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesía
    Y las rosas de olor, que pongo como ella las ponía, exaltan su color;
    y los bellos cojínes, que pongo como ella los ponía, florecen sus jardines;
    Y si pongo mi mano -como ella la ponía- en el negro piano,
    surge como en un piano muy lejano, mas honda la diaria melodía.

    ¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!
    me inclino a los cristales del balcón, con un gesto de ella
    y parece que el pobre corazón no está solo.
    Miro al jardín de la tarde, como ella,
    y el suspiro y la estrella se funden en romántica armonía.

    ¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!
    Dolorido y con flores, voy, como un héroe de poesía mía.
    Por los desiertos corredores que despertaba ella con su blanco paso,
    y mis pies son de raso -¡oh! Ausencia hueca y fría!-
    y mis pisadas dejan resplandores.

    --..--

    Fuentes:

    http://www.cervantes.es/bibliotecas...biografias/nueva_delhi_juan_ramon_jimenez.htm

    http://www.los-poetas.com/d/juanr1.htm#¡QUÉ TRISTEZA DE OLOR A JAZMÍN!

    http://www.los-poetas.com/d/juanr1.htm#NOCTURNO

    http://www.los-poetas.com/d/juanr1.htm#EL VIAJE DEFINITIVO

    http://www.los-poetas.com/d/juanr1.htm#NOSTALGIA

    http://www.los-poetas.com/d/juanr1.htm#LA ROSA AZUL

    --..--
     
    #1
    A ropittella le gusta esto.
  2. musador

    musador esperando...

    Se incorporó:
    17 de Enero de 2014
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    Me ha parecido interesante incluir en esta noticia sobre Juan Ramón Jiménez, del que tanto hay para decir, este comentario de José Lezama Lima acerca de la trascendencia de su estadía en Cuba a partir de 1937, por dos años. Lezama Lima escribió también, en 1937, un famoso «Coloquio con Juan Ramón Jiménez» donde refleja una discusión estética de gran trascendencia entre el poeta ya consagrado y el que sería luego una de las glorias de la poesía hispanoamericana.

    "1936 fue una fecha excepcional para nuestra poesía. Basta ver la selección que hizo Juan Ramón Jiménez. Fue amigo de Eugenio Florit y de algunos poetas jóvenes casi desconocidos. Juan Ramón sospechó que tras las capas muertas de la cultura convencional y de propaganda se agitaban las posibilidades de una poesía que mostraba la dedicación total de una vida. Convocó por los periódicos a una reunión en el Lyceum y esa reunión fue, sin duda, la gloria de su visita. De ahí salió mi Coloquio con Juan Ramón Jiménez y mi afán de mostrar el mundo hipertélico de la poesía, como la poesía es un sí que al mismo tiempo va mucho más allá de su finalidad. Era ejemplar ver cómo aquel hombre se acercaba a la poesía de los demás, fueran principiantes, desconocidos o simples seres errantes con un destino subdividido. Esperaba siempre como una gran sorpresa, mi frase para definirlo o encontrarlo sería asombro sosegado en éxtasis, la infinitud de su gozo en el encuentro con el niño de la poesía. En esa dimensión su paternidad se hacía misteriosa, pues sabía lo que significaría para su poesía uno de esos encuentros prodigiosos. Pero la vida intelectual española, como la nuestra, es reticente y tendenciosa a la alevosidad, y era frecuente que quien se le acercara como un hijo después se alejara como un mercader, así todos sus enemigos fueron sus amigos.

    Conversador y amistoso, tenía que refugiarse en las furias de unas soledades que lo maltrataban y que a veces llegaban a confundirlo en su defensa y animosidad. Podía ser un solitario, pero a veces la soledad lo hacía aullar y entonces buscaba al amigo. Yo cuidaba mucho del honor que me hacía al visitarlo, se enfermó entonces de unas calenturas pasajeras y ya convaleciente lo vi aparecer en mi casa. Conversó con mi madre y mi hermana Eloísa con una sencillez poética incomparable. Entonces comprendí que era un ser hecho para ser querido, para la paternidad poética, la amistad misteriosa. Como otros pocos de su estatura tuvo siempre que vivir en España acorralado, estilo que yo creo en su profundidad que le era necesario, pero entre nosotros se sentía transparente y como tocado por lo que los teólogos llaman la gracia fraterna. En España apenas recibía entre nosotros, conversaba un crepúsculo o caminaba una mañana subrayando el gris que acompaña a nuestro azul o nuestro verde. Le seducía nuestra retadora diversidad de lo discontinuo que logra una inesperada resultante tonal. Decía que no había podido escribir sobre Martí antes de su visita a Cuba, en aquellos días lo hizo con verdadero esplendor, sentía como nadie el delicado Garcilazo, Sydney o Martí, muerto por la espada.

    He dicho conversador y amistoso y sería tal vez conveniente en el caso de Juan Ramón Jiménez la aclaración de los términos. Su conversación que en él no era un arte, sino una sutil fuerza irradiante, no se hacía de enlaces verbales, sino del secreto de las pausas y de las graduaciones del silencio. Sin ser oracular como Stepan George, su conversación no fluía en el tiempo habitual, sino la honda de sus intuiciones lograba esclarecer por momentos la terra incógnita, la región desconocida. La intensidad de su mirada reforzaba la lentitud de la onda, y el oyente sentía la obligación mágica de su sentencia. Su conversación no estaba hecha de una continuidad, de un espacio que se cubría por los recuerdos, la alegoría o la interpretación de las culturas, era por el contrario una forma de iluminación o la súbita verdad de lo no esperado, pues en realidad la forma en que un destino se cumple y se verifica una vida de poeta, nos permite aunque sea un instante penetrar en sus dones en la luz, es la que elabora que oír sea un encuentro, un momento único en el desarrollo. Hacerme digno de esa amistad que él me regaló en la adolescencia, ha sido siempre para mí como una voz que oía en la soledad terrible de la conciencia, allí donde no puede llegar ni con la palabra ni con el silencio.

    Después que se fue de Cuba la desazón lo corroía. Un grupo de amigos fueron a verlo a un hospital puertorriqueño. Lo encontraron en una silla de extensión frente a una pared de cal. La desolación de las postrimerías adquiría allí un relieve dantesco. Mis amigos respetuosos de las proporciones asumidas por ese silencio frente a la cal, se fueron sin verlo. Su vida se había transfigurado, adquiriendo esa calidad casi intocable que es la poesía supraverbo."
     
    #2
    Última modificación: 14 de Mayo de 2014
  3. LA TORMENTA

    LA TORMENTA Poeta recién llegado

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    Hola si me permites te diré que soy nueva en este foro , y me ha gustado mucho, soy fan de Juan Ramón Jimenez, muchas gracias por compartir, recibe un saludo.
     
    #3
  4. zNaru

    zNaru Poeta recién llegado

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    6 de Octubre de 2014
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    Su vida e historia me parece interesante, sus poemas me han gustado :D. Almenos espero que haya vivido de lo mejor, antes que muriese. En cambio aunque no esté, sus poesías nos seguirán todos los años y nos melodiaran la vida con su rima y sentimientos.
     
    #4
  5. LUNAMAR1973

    LUNAMAR1973 Poeta recién llegado

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    31 de Octubre de 2014
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    Esta poesía de Juan Ramón Jiménez me ha parecido de las más bonitas que he escuchado recitadas. La comparto a ver que os parece.

     
    #5
  6. CriMa

    CriMa ----

    Se incorporó:
    4 de Agosto de 2017
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    1.341
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    Extraordinaria selección !

    Saludos cordiales !
     
    #6

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