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Lazzar

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por Melquiades San Juan, 17 de Septiembre de 2013. Respuestas: 2 | Visitas: 730

  1. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

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    Hubo un llanto antes de la palabra. Luego la palabra vino y dijo: Lazzar "Levantate y Anda". Despertar y caminar fue mi mandato, llegué a sus brazos y le abracé. Era tocado y observado hasta el cansancio, de lejos venían para mirarme y asombrarse con mi persona. Luego él partió. Después de su partida vino el sueño a los párpados de mis hermanos y durmieron todos menos yo. La luna tierna entraba por la ventana y el viento del desierto traía olores a dátil. No había paz en mi consciencia y mis plantas no sentían descanso, de pie siempre de pie, sin poder reposar un instante sobre el suelo y con la comezón en las plantas: ¡Anda!

    Debajo de la luna comencé mi peregrinaje, los primero cien años lejos de los caminos, de los pueblos, pues aún se recordaba al Lazzar que se levantó y anduvo a una voz.
    Él se había extinguido como cuerpo y las voces contaban su historia fantástica.

    Del Imperio vinieron muchos hombres, preguntaban por mí. Lamer mi sangre, beber mis secreciones -decían- hacia vivir más tiempo, sanar de todos los males, rejuvenecer.

    Qué equivocados estaban. Nada rejuvenece. Ando con todos los años a cuestas en mis hombros. Soy un fantasma vivo al que sus huesos le castigan con la necesidad de estar siempre de pie, soy víctima del verbo que contiene poder en su palabra, ando y vivo de pie, camino pero todos los años del mundo andan sobre de mi cuerpo.

    Muchos se preguntaron por "el llanto", ¿por qué llorar si le devuelve la vida? No era un llanto por un hombre muerto, lo era por la condena por los siglos de los siglos a este ser inocente sobre el cual había caído el poder del verbo para glorificar al hombre.
     
    #1
    Última modificación: 17 de Septiembre de 2013
  2. Uqbar

    Uqbar Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Así que la cruz es el milagro divino, vivir se convierte en un pesar donde el tiempo no transcurre y el que lo desea sigue creyendo que la salvación no es una utopía, cuestión de fe eso de lamer heridas…
    ¿Por qué nos aferramos tanto a la juventud si no somos capaces de vivirla, de tener conciencia de ella?, ¿es el castigo humano desear siempre lo que no se tiene?

    Da mucho de si lanzar migas, entro como un miura jajaja.

    Gracias por el deleite.

    Un abrazo,

    Palmira
     
    #2
  3. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

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    A mí me resulta entretenido, y hasta hermoso, tomar hitos paradigmáticos resguardados tras la solemnidad humana para disertar con ellos en los terrenos del surrealismo al que pertenecen. Aunque el poder de su acción en la consciencia humana, hace que ciertas mentes lo vuelvan real. Por los años 90 entró a mi oficina un individuo para pedirme ayuda (yo trabajaba en el ambiente de la radio), me advirtieron de su "estado mental" pero a mí los "locos" me son sujetos interesantes, pensando en esa locura del individuo que no se adapta al sistema educativo que se impone a todos como si todos los seres de la especie fueran, efectivamente, hechos en una especie de molde y la capacidad mental de todos tuviera un patrón exacto de percibir y procesar las cosas.

    El sujeto en cuestión me dijo, con todo un ambiente de misterio en su rostro y en la voz más baja posible, que él era uno de los hijos de Lazaro, que tuvo tres hermanos y que todos estaban cautivos ya. Que se estudiaba su sangre. Que una gota de su sangre tenía el poder de rejuvenecer y curar de cualquier mal.

    La idea, por supuesto me interesó mucho, de su locura a la mía hay poca distancia. Jajaja. Le pregunté por su padre, por Lázaro, y salió corriendo del lugar, gritaba que yo quería tomar prisionero a su padre y volverme eterno como él. Hice un cuento que debe andar por ahí.

    Y en este breve, el tema se desarrolla a partir del potencial que supuestamente se atribuye a la palabra que es la cuchara del albañil que construye el Universo.

    "Hágase la luz y la luz se hizo..."
    "Separence las aguas..."

    Órdenes perfectas por su carácter divino y por tanto irreversibles. Jugamos un poco con los escritores del imperio romano que revisan, corrigen y finiquitan los detalles de la nueva fe en este divertimento literario.

    La juventud: etapa de la vida que no registra la consciencia salvo cuando ha quedado atrás. Jajaja,
    Por muy mental, o del alma, la vejez, la senectud es por mucho la que golpea y despierta la consciencia sobre los temas del nacer, ser joven y morir; pese a la juventud eterna del alma, que no se considera a sí misma parte de ese deterioro físico del vehículo de la existencia que es el cuerpo, tal estado le permite alcanzar la plena consciencia de este periodo de la vida y valorar tardíamente lo perdido.

    Interesantes reflexiones uqbar, gracias por venir a pasar un instante en estas migas. Abrazos.
     
    #3

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