1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Zuron

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por Melquiades San Juan, 11 de Noviembre de 2013. Respuestas: 5 | Visitas: 1689

  1. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

    Se incorporó:
    3 de Diciembre de 2008
    Mensajes:
    5.147
    Me gusta recibidos:
    664
    Género:
    Hombre

    << Yo suelo ser un pensamiento de las memorias y las historias, que las comparte desde mi Yo no Soy parido por una pluma.>>



    Heme aquí en lo alto de la Barranca, en medio de la noche estrellada y con luna, conteniendo el suspiro.

    Es una noche madrugada como indica el manual que proporciona el rito previamente ensayado en las barracas de mi mundo para invocar el alma del criminal eterno. Es el día tierno del mes y la mala hora del siempre tendrás miedo. Enfundado en el miedo de origen ancestral, que es miedo y reto a la vez, me preparo y enfrento a una fuerza superior a la que mueve de un soplo a las nubes del huracán para segar las vidas y provocar el pánico. Eco vuelve mi voz que revela su época de cambio de tonalidad, de matices.


    -"Vendo mi eternidad, quién la compra, quién quiere dar algo a cambio." El ritual.


    Nubes hay en la noche, perlas son de algodón, hay algún destello de concha marina y jade en ellas.

    Las velas negras y el copal se consumen en el silencio, y se consume la noche. Vuelos nocturnos de aves espantadas desde el sueño, roce de alas temerosas contra ramas simular carcajadas mal hechas. Todo cae a lo mismo. Un cascabel de serpiente advierte de su paso a los conejos para que el miedo los inmovilice y el reptil le clave las filosas agujas que supuran veneno. Imagino su muerte, agonía dolorosa mientras el mortal aceite va destruyendo todo a su paso. Sí, es posible el mal si eso, la agonía del veneno es posible.



    Ha pasado la hora señalada para la invocación de El Maligno, él no ha acudido. El miedo ha dado paso a la tranquilidad, a la reflexión. -Serénate -dice la madrugada-, duerme bajo la luna.
    Un poco atrás, entre los zarcillos ha quedado un pequeño fardo.
    Las cobijas de lana y un "jorongo". La bolsa o morral, con una roca plana dentro se construye una almohada. Viene la mañana poco a poco, se asoma allá, le habla al jilguero haragán aburrido de la eterna denuncia que hace el gallo.

    Esa mañana viene entre los riscos el paso decepcionado de un jovenzuelo con el rostro de adolescente aún plantado, desencajado, decepcionado, por la mentira. Le decepciona El Fausto, Goethe deja de ser su lectura favorita.

    Abren cancha los polvos del valle temerosos del desprecio de unos pasos presurosos de alcanzar las primeras callejuelas del pueblo. Allá las primeras casas. Los primeros techos, polveados de las hojas viejas que cobijan en invierno, se dejan ver. Un campanario llama a las almas para congregarse en conjuros del miedo. El pan de cada día para vivir salvo a cada paso y dormir protegido hasta el nuevo llamado de campaña. Esa es la vida del pueblo, su mundo.

    En las primeras calles lo saluda, con pereza, el haragán del pueblo, apenas lo ve, qué importa, el saludo es un gesto automático que no espera otra cosa que un eco de su mismo gesto. Rutinas estúpidas -piensa- mientras apura el paso. Llega a su casa y se escabulle entre los arreos de labranza que preceden a la nave de la troje. Del lado derecho, ordenado entre filas adormece el maíz entre costales de ixtle, uno sobre otro como formando una muralla. Trepa por ellos y se allega hasta el fondo, donde no se hace visible a los ojos de los trabajadores. Deja sus trapejos a un lado, hurga en los pantalones por monedas u objetos que se puedan desprender durante el sueño y se encuentra con la hoja de papel. La lee de nuevo, se la sabe de memoria, es un contrato que enumera los deseos a cambio de su alma eterna, mueve la cabeza como si desaprobara su estupidez y lo hace pedacitos, luego lo esparce por diferentes lugares. Se acomoda sobre los costales y pronto se queda dormido a pesar del amanecer.


    ***​
    "Este lugar se llama Gothengan. No está en ningún mapa mundi. No hay líneas aéreas ni terrestres que ofrezcan a este sitio como destino turístico. Están aquí por una invitación."



    La voz de aquél hombre es aguda, penetrante, quizá como la de los heraldos de la Edad Media cuando leían los edictos del soberano a sus súbditos.

    Esta ciudad está hecha con materiales desconocidos. Las paredes son luminosas, las edificaciones no tienen techos, ni puertas, ni ventanas, son trasparentes, apenas una cortina de viento parecen sus falsos muros. No hay sol a la vista, el suelo tiene el color de la luna. El cielo es extraño, son nubes extrañas las que pueblan todos los espacios infinitos que percibe la vista. Unas en forma de espiral que gira y gira como un remolino, y otras inmensas, como en forma de un huevo estrellado de gases luminosos. Para acá y para allá, la diversidad de formas es infinita.

    -¿Quién se siente extranjero en estas tierras? -Pregunta la voz del que habla como el Heraldo de esta ciudad o lo que sea.

    Al llamado se congregan muchas personas para escuchar lo que aquél hombre tiene que decir.

    "En este lugar no hay propiedad privada, todo está al servicio a todos, no hay sitio mejor ni peor, podéis usar cuanto esté disponible para lo que deseéis y también lo podéis aderezar como mejor prefiráis . En esta ciudad no hay descanso ni cansancio, no hay día ni noche. No hay hambre, ni comida como necesidad para saciar el hambre. En esta ciudad no hay reglas ni leyes, no hay muerte ni sufrimiento o agonía. En esta ciudad podéis hacer lo que queráis para satisfacer vuestros deseos. No existe la virtud ni el pecado. Pronto descubriréis que vuestros deseos, saciados sin pena ni culpa, vueltos cosa cotidiana, dejaran de ser deseos."




    Por las calles van las mujeres ataviadas con prendas que resaltan su desnudez, la finura de sus cuerpos. La excelsitud de su delicadeza los es a voluntad, ante el deseo de los sentidos de quién las mira, son un destello que se refleja tal como el observador las desea, las concibe. Y he aquí que igual son los hombres a los ojos de ellas, son tan miles de millones las variedades de Adonis y Narcisos sin ego los que pululan por los espacios increíbles de esta gran ciudad. Y no es ningún secreto que cada quién puede permutar las huellas y señas de sus cuerpos a voluntad, de tal forma que la palabra deseo-realidadad es una sola y por tanto carece de sentido. En esta ciudad los seres no se miran al espejo, ni se aderezan para sí, en esta ciudad las formas y los deleites se realizan desde la visión y el deseo de quien las mira. Los deseos no son pues para el logro del sí mismo, lo son para los que observan, cada ser tiene la posibilidad de mirar y encontrar en el otro lo que desea mirar.


    ***​

    Bien entrado el día se abren las puertas de la Troje. Ha venido un enorme camión para llevarse todos los bultos de maíz a el centro de abasto de la ciudad más próxima. El alegre griterío de los cargadores despierta al muchacho. Cuando lo descubren dormido todo mundo lo delata con el patrón. Entre risas y empujones, el muchacho desciende hasta el piso de concreto del almacén de granos. El patrón se le acerca para increparlo por estar dormido en horas de trabajo pero el joven desaira sus órdenes con un claro y fuerte: -Ya no trabajo aquí.

    La actitud del muchacho sorprende a todos, en este pueblo es este trabajo o el desempleo. El dueño de la bodega es uno de los pocos patrones del pueblo, y a él siempre se le habla con respeto. Hay más trabajos pero son muy malos. Se puede trabajar cultivando maíz pero es tan mal pagado que solo los hombres y mujeres de más edad, mujeres y hombres ancianos, se dedican a ello.

    Hay algo en el semblante de este mozalbete que llama la atención. Es una cierta seguridad en sí mismo, una especie de madurez conquistada espontaneamente, la que parece haberlo transformado. Echa la camisa desgastada sobre sus hombros, y sin abotonarla, sale a las calles del pueblo aquél caminando con desparpajo. Tal galanura no pasa desapercibida entre los pueblerinos, todos notan su transformación. Camina rumbo al río, toma un baño y sale del chapuzón completamente desnudo. Al lado del río cruza la carretera que viene de una importante ciudad lejana y se dirige a la ciudad capital del país. Es una vía vieja y casi en desuso, las nuevas autopistas la han relegado para uso exclusivo del trafico entre ciudades vecinas y alguno que otro viajero que quiere ahorrarse el cobro de las carreteras.

    Así, desnudo, camina por el borde del viejo camino. Pronto un auto se detiene y lo levanta. Un poco más allá, el vehículo, que es conducido por una mujer, abandona la carretera y se estaciona entre los abundantes arbustos que pueblan los costados de la vía. Pasan algunas horas antes que el auto se encienda y se ponga de nuevo en movimiento, luego desaparece entre las curvas que zigzaguean por entre las montañas.

    Es la tarde del día primero de nuestra historia.

    La Ciudad. Cuántas veces manifestó sus deseos de conocerla a todos sus amigos y ahora estaba en ella. La mujer vivía en una de las zonas más exclusivas de la ciudad. Grandes mansiones componen el conjunto de la zona residencial. Por la tarde una visita inesperada se presenta en el domicilio. Es un hombre alto y de muy buena presencia.

    La mujer los presenta. El sujeto es muy locuaz, alegre y muy comunicativo. En un instante queda roto el hielo. El joven queda encantado con esa presencia. La mujer los deja solos. En cuanto ella se marcha él le pregunta:

    -Conociste Gothengam.
    El joven queda sorprendido ante la pregunta. Para él, hasta entonces, esa ciudad y todo lo que tiene relación con ella fue solo parte de un sueño. Lo piensa. La siguiente sorpresa sobreviene cuando el personaje le responde lo que solo ha pensado, algo que no ha dicho.

    -Gothengan no es un sueño, es una respuesta, es la señal de aceptación de un compromiso ya establecido. Es el sí a lo que usted solicito.

    -Esto quiere decir que hay un pacto, que he vendido mi eternidad por lo que he solicitado.

    El hombre sonríe, parece acostumbrado a esa respuesta.

    No es un pacto, y de su eternidad no se preocupe, nunca ha estado en juego. Su eternidad a nadie sirve más que a usted, nadie la puede poseer porque no es más que suya, y nadie hay que se pueda acomodar en ella o sustituirle en su usufructo.

    Y entonces por qué nadie se apareció aquella noche. Yo esperaba a enfrentarme a lo más horroroso que se puede imaginar, pero, nunca hubo nadie que respondiera.

    -Querido amigo, he de ponerte un nombre para poder referirme a ti con propiedad. Te llamaré Zuron, qué te parece.
    -¿Qué es eso? ¿Qué significa Zuron?

    - Es el nombre de un insecto muy parecido a las luciérnagas. Bueno, si no te gusta el nombre puedes escoger el que gustes, cualquiera, incluso tu nombre actual.

    -Sí, mejor ese, del otro no me acordaré y ya estoy acostumbrado a él, todos en mi pueblo me conocen por mi nombre de pila.

    Muy bien Pedro, entonces te llamaremos por tu nombre actual, pero recuerda este otro, porque este es tu verdadero nombre, el que has tenido siempre, el que siempre tendrás.

    Ya te irás habituando poco a poco a que, para nosotros no existen los secretos. Tampoco los existirán para ti. Pero eso no sucede de inmediato, recordar lleva unos días, es un proceso progresivo el ir tomando consciencia de quienes somos y de lo que fue.

    Una mujer desnuda ingresa a la habitación, a Pedro le parece que es la mujer más bella que ha visto. Ella viene y lo abraza. lo besa. El chico piensa que ella hace todo cuento él ha deseado siempre que haga una mujer en la intimidad. La casa sufre una extraña transformación, todas las cosas cambian de forma y de lugar, se vuelven tal y como Pedro hubiera deseado que fueran. Ahora son dos mujeres gemelas las que lo acarician, él siente que está viviendo algo increíble, algo que no tiene precio. Las dos hermosas mujeres repiten al unisono:

    -Así son las cosas en Gothengan, solo que hay que dejar muy claro que nada tiene un precio, ningún precio.

    Y es la tarde del día segundo de nuestra historia.


    ***​


    Esto es el amanecer. Pedro está de nuevo en Gothengan, no sabe si es un sueño o es una realidad, pero está ahí. Está mirando su extraño cielo iluminado y lleno de extraños sistemas luminosos y aparentemente gasificados. Hay unas figuras que le parecen hechas de algodón luminoso, las piensa y describe mediante palabras y objeto que le son familiares. Al lado suyo está el sujeto que lo ha venido acompañando las últimas horas.

    -Eso para qué es -pregunta mientras señala las figuras en el espacio estelar.

    EL sujeto responde:

    -Eso se llama Nación. Es una parte del todo que nos circunda, al que puedes acceder mediante el puro deseo.

    -Entonces: ¿puedo ir ahí cuando lo desee?

    -Sí, cuando lo desees. Es igual que aquí, cuando lo desees lo puedes ocupar y le puedes modificar su forma a tu personal gusto, como lo haces con todo lo que existe en Gothengan y como lo harás de aquí en adelante en cuanto sitio te encuentres, pues donde tu estés Gothengan y su naturaleza estará contigo.


    ***​

    -Te digo una cosa..., siempre piensa en Zuron como tu nombre, piénsalo mucho pues la hacerlo irás recordando más y más hasta tener el recuerdo completo de todas las cosas.

    La mujer que le habla ahora es morena, muy caderona y de una cintura pequeña. Él la mira y sabe quién es, es la hermosa mujer de su ex patrón. Es una mujer mayor que él pero que siempre le atrajo. La descubrió algunas veces mirando de soslayo, no, no coqueteaba, era una mujer muy recatada, esa vez que lo miró de lado fue por un descuido. Ella sabía que se debía a su marido, que el la había "comprado" a sus padres a cambio de una casa para vivir, y ella misma había alcanzado en el trato el beneficio de ser la mujer del hombre más poderoso del pueblo. No, ella era muy cuidadosa. Esa vez fue solo un descuido pero para él fue toda una experiencia, de ahí en adelante la soñó despierto y dormido. La tuvo en sueños y en sus momentos sexualmente inspirados, ella fue la imagen, la motivación.

    Se había quedado pensando en ella y se olvidó de la mujer que estaba frente a él. Ella lo estaba mirando con una hermosa sonrisa.

    -Ven, -le dijo, la estuve mirando en tu pensamiento, ¡qué fijación la tuya! Ven vamos a saciar esa hambre de una vez, vas a conocer lo que tu viejo patrón nunca ha conocido de su mujer.

    La tuvo, y la mujer fue completamente feliz.
    En un instante de paz él le preguntó a la mujer:

    -¿He tenido a la mujer de otro, de mi patrón?

    -Ya sé lo que piensas, no no es un pecado, entre nosotros no existe "la mujer de alguien", no hay propiedad de nada. Nación está hecho para neutralizar las diferencias, si deseas una casa especial solo la deseas, una mujer con determinados atributos. También puedes ser un tiempo una mujer y los hombres se transformaran tal cual lo desees.

    -¡Me volveré homosexual...!
    -No chico, tú realmente no tienen sexo, la sexualidad la da tu cuerpo y su adaptación mental, todo eso es corporeo, sin el cuerpo esas cosas no existen. Lo que has vivido en una copia imperfecta de Nación.


    El chico movió la cabeza hacia los lados, se sentía confundido, no le era fácil concebir que él podía ser una mujer y cohabitar con un hombre.

    -Olvida eso -dijo la mujer, tengamos más sexo para que quede saciado hasta la normalidad ese apetito tuyo. Memoriza tu nombre, eso hará que recuerdes más rápido todas las cosas que habías olvidado. Zuron, ese es tu nombre. Te lo diré, te lo repetiré mientras nos complacemos.

    -Zuron -dijo él, y esa fue la tarde del día tercero de nuestra historia.


    ***

    El amanecer despertó a Pedro en la casa de la mujer aquella, la primera que se cruzó en su camino.

    -Zuron -le dijo, desea qué quieres de desayunar porque hoy tendrás un día muy atareado, irás a tu pueblo y pondrás en práctica todo cuanto hayas aprendido sobre la naturaleza de Nación. Son muchos ejercicios que debes hacer para mejorar tu memoria.

    La mujer cerró los labios y siguió hablando con el pensamiento. No se dio cuenta Zuron, la escuchó, y poco a poco dejó de responderle con el sonido de la voz. Así transcurrió el desayuno hasta que la mujer le hizo ver que ya había aprendido a comunicarse sin el lenguaje hablado. Consciente de su nueva situación, Zuron Pedro, notó que escuchaba un murmullo interminable, una enorme cantidad de voces amalgamadas unas con otras. La mujer sonrió y le dijo con el pensamiento: escuchas todo, tienes que aprender a diferenciar y discriminar unas voces de otras. Todos los pensamientos están descubiertos ante ti, a partir de ahora para ti no hay secretos guardados. Solo tienes que aprender a silenciarlos cuando así lo desees, a seleccionar los que te interesen, y a cuidar, por ahora, que la gente no se dé cuenta de que no tiene secretos ante ti.

    -¿Qué me puede suceder si lo descubren?
    -Tendrán miedo de ti, ellos no están habituados a la naturaleza de Nación. Piensan que eso es cosa del demonio, es una de las llaves que les han puesto como tabú, no saben que es algo suyo que está oculto tras su miedo, el miedo es un arma poderosa para todos ellos. Pueden procurar la muerte de tu cuerpo, el miedo es un instrumento poderoso que ellos han utilizado desde aquel día para mantenerlos cautivos del juego.

    -¿Cuál día? ¿Moriré?...

    -Paciencia Zuron, nada te revelaré, no hay misterios, solo miedo, tú mismo recordarás todo aquello. Si sufres la muerte de tu cuerpo nada sucederá, solo volverás a tu origen; después del séptimo día, cuando lo recuerdes todo serás libre, Nación volverá a ser tu casa y su naturaleza tu forma de ser. Solo cuida de llegar al séptimo día, esa es la llave de tu libertad.


    ***​

    El sinuoso camino hacia su pueblo transcurrió rápidamente. La mujer lo dejó en la entrada del lugar, de ahí fue a pie hasta el mercado municipal. Era un día domingo, la gente se agolpaba en el centro del pequeño poblado. Era difícil avanzar entre la muchedumbre. Escuchaba todos los pensamientos y fue tan fuerte el murmullo que puso en práctica su capacidad de silenciar todos esos murmullos. Luego sucedió algo que lo sorprendió mucho. Cuando descubría frente a sí un espacio menos congestionado de paseantes de pronto ya estaba ubicado en él. Luego descubría otro más allá y de inmediato lo ocupaba. Podía estar en el sitio que él escogiera con solo desearlo. En una de esas ocasiones quedo justo frente a un hombre que jugaba a apostar el juego de "la bolita", Este juego es muy común en los pueblos. La policía del lugar lo permite a cambio de una dádiva generosa de los delincuentes al final del día, lo que resta es para el grupo de estafadores. El juego consiste en ocultar una bola pequeña debajo de unas tapaderas de refrescos, el truhan las mueve hábilmente y luego se detiene, el apostador incauto tiene que adivinar dónde quedó la bolita. Cuando escoge una tapa, si es voluntad del tahúr que el sujeto gané la apuesta para que se interese en el juego pone la bolita debajo de la tapa que el cliente ha escogido. Cuando la apuesta sube al doble y luego a cantidades fuertes la bolita jamás aparece en la tapa escogida. Muchas veces, Zurón, fue víctima de esos tramposos pues perdió en le juego todo su salario de la semana. Algunas veces, cuando solo apostó una vez y el operador de las tapas lo dejó ganar para atraparlo en el juego, pero él no continuó jugando optando por quedarse con eso poco ganado, la ganancia desapareció extrañamente de sus bolsillos. Ahora estaba ahí y los tenía frente a él. Escuchó los pensamientos del hábil malabarista descubrió cómo operaban. Eran cuatro sujetos, uno de ellos un hábil carterista, los otros tres confundidos entre la gente que miraba el juego, se turnaban entre ellos para parecer apostadores que siempre ganaban, así hacían que la gente se animara y apostara en el juego. Tomó lugar frente al que movía las tapas, vio cómo la bolita iba de un lado a otro y al terminar el ciclo la mantenía entre sus dedos. Bajo las tres tapas no había nada, el dueño del juego decidía si lo dejaba ganar o lo hacía perder. Zuron Pedro escogió una tapa y supo por el pensamiento que el malabarista de las manos por esa vez lo dejaría ganar. En el siguiente juego Zuron apostó lo que había ganado y otro tanto de su bolsillo. El de la bolita movió las tapas agilmente y luego se detuvo. Bajo las tapas no había nada, Pedro señaló una tapa y cuando aquel hombre la levantó se sorpendió al encontrar debajo una bolita similar a la que tenía oculta entre sus dedos. A Pedro le resultó muy divertido todo aquello. Empezó a mostrarse muy emocionado gritando la cantidad de sus apuestas. La gente se arremolinó en torno al juego y una y otra vez la bolita apareció bajo la tapa escogida. El juego terminó cuando en las manos de tahúr ya no cabían más bolitas y en un descuido una de ellas cayó al suelo. La gente lo descubrió y le empezaron a llamar tramposo, el sujeto quiso huir del lugar pero la gente enfurecida casi los lincha, muchos de ellos ya habían sido víctimas del juego y querían recuperar su dinero. Mientras la gente arrastraba al apostador con todo y mesa a la oficina de la policía, Pedro se retiraba del lugar tanteando con la mano una buena cantidad de billetes de alta denominación que llevaba en la bolsa de su pantalón. Un pensamiento le puso al tanto. Volvió la vista en dirección de donde procedía el murmullo y descubrió a uno de los ayudantes del truhan a punto de meterle la mano para recuperar el dinero que habían perdido. Al verse al descubierto, con una mirada puso de acuerdo a los demás que entonces rodearon a Zurón Pedro puñales en mano para asaltarlo y dejarlo herido de muerte. Nunca supieron cómo fue que desapareció ante su vista. No se asustaron, no. No tuvieron tiempo para explicarse lo sucedido. Era mucho dinero el que habían perdido, así que siguieron buscando a Zuron Pedro entre la gente de la plaza pero nunca vieron a nadie que se le pareciera. Cuando pasaron junto a la nevería del lugar una hermosa y seductora mujer les coqueteó y les invitó un helado. Era hermosa, tanto como nunca habían visto serlo a ninguna mujer. La dejaron al paso y siguieron en la búsqueda de aquél miserable pueblerino que les había ganado todo lo que había robado durante el fin de semana.
     
    #1
    Última modificación: 25 de Noviembre de 2013
  2. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

    Se incorporó:
    3 de Diciembre de 2008
    Mensajes:
    5.147
    Me gusta recibidos:
    664
    Género:
    Hombre
    Ya se aproxima la tarde de domingo, la gente empieza a abandonar el centro de la población. Por sus dos o tres calles se forma la fila de camionetas con caja, de las llamadas Pick Up, arriba va la abuela, las mujeres, y de vez en cuando un varón, de los que no se han ido a trabajar lejos de el pueblo. Van entre cansados y satisfechos. Los domingos son días de fiesta, bueno para darse una vuelta por el pueblo, comer en el mercado y saludar a los amigos. Ese día las mujeres sacan los vestidos guardados en el armario, esos que los parientes les han mandado desde "el otro lado" para que "se luzcan" con las conocidas y muestren a todos que al marido le está yendo bien en el otro lado. No es extraño ver a los paseantes luciendo vestidos de noche de gala entre los puestos de fritangas y tacos de barbacoa de borrego del mercado municipal. Uno que otro jovenzuelo vestido con un muy pulcro y elegante smokin, apura sin ninguna etiqueta un vaso de pulque mientras en el plato esperan dos tacos de rellena. Ese es el mundo cotidiano que lleva como puede las circunstancias de una existencia que le tocó vivir, porque así fue su destino y no hubo otro. La mayoría prefiere lo habitual, su ropa del diario, talvez en alguna ocasión quisieron mostrar algún detalle que revelara a sus vecinos lo lejos que habían llegado en sus viajes de trabajo. Luego comprendieron que más que placentero todo aquello era muy incómodo. Y dejaron guardadas sus galas para una ocasión especial como un bautizo, un casamiento o un entierro. Lo demás..., valía más, se disfrutaba mejor, siendo tal cual, como se era todos los días. Limpio, eso sí.
    Allá van las camionetas con sus visitantes dejando poco a poco los lindes del pueblo. La tarde llega con sus vientos de oriente, bailan los árboles al paso de esa tierna caricia. Las campanas duermen ya. La gente se ha recogido a sus casas a esperar el toque de las seis. Saldrán a refrescarse con los vientos de la tarde. Desde las margenes del río, ahí donde los hortelanos tienen sus cultivos, viene un aroma a anís, a las hierbas aromáticas que venden a los fabricantes de aromas mezclados en aceite. Poco a poca van saliendo las mujeres con sus anafres de carbón y sus comales de lámina donde prepararán los antojitos tradicionales a los paseantes del jardín. Es puro pueblo, los de los ranchos ya no vuelven, están en sus casas echando la siesta o acompañando una charla con un delicioso tequila propio para la ocasión.

    Esa tarde es inolvidable para todos, hombres y mujeres por igual. Hay una visión que los cautiva, ante los hombres está la mujer que siempre soñaron, tal cual la imaginaron. Para las mujeres sucede lo mismo. Entre las bancas ronda, con galano descuido el hombre con quien siempre soñaron, el que se fue y jamás volvió, el que se hizo el marido de otra más rica y menos mujer.

    Solo los niños reconocen a Pedro, el muchachillo que había desaparecido unos días antes. Es un pueblo, las noticias vuelan. Corren rumbo a la casa de su ex patrón con la noticia, Pedro ha vuelto, avísenle que el que dicen que huyó con el sueldo de todos los trabajadores ha vuelto como si nada.

    Ay Zuron Pedro, qué sería de ti si no escucharas los pensamientos. Quitado de la pena el hombre de sus sueños las mira, las seduce y ellas no hacen más que mirarlo e imaginar todas las cosas más lindas que se les ocurren a la mujeres enamoradas. Y los hombres miran a esa hermosa mujer con ese vestido transparente que deja ver todas sus formas de escultura viva.

    Allá, en la bodega de granos, el viejo miserable que es el hombre más rico del pueblo se viste y piensa cómo va a construir la trama con que inculpará al "ladrón". Su mujer lo ha escuchado todo, nada dice, las mujeres en este pueblo nunca tienen voz, obedecen y callan.

    La noche llega y ha fenecido la tarde del cuarto día de nuestra historia.

    Entre las sombras, bajo las bombillas de miserable luz, convertido en sombra una presencia enfoca sus pasos a la residencia del hombre más poderosos de aquel mundito que es el pueblo. Se para frente al zaguán de la casona y mira. Escucha cuanto ahí se dice o se piensa. Un viejo no puede dormir, afina los detalles de su intriga, cuida los posibles fallos de tu plan, no se preocupa mucho por eso, sabe que cualquier yerro será corregido de inmediato por quienes funcionan como autoridades en ese pueblo. Ellos comen de su mano, saben que la ley no está hecha para el amo, la ley está a su servicio, le protege, de qué otra forma puede sobrevivir este pueblo si quien tiene el poder trastabilla. Sí, él lo sabe, sin embargo tiene que se cuidadoso, hay que guardar ciertas formas para la mirada del populacho al que se le repite a cada momento que la ley es para todos, que nadie está por encima de la ley. A quién más le conviene que eso se crea fielmente es a él, el que se sirve de la ley para mantener su imperio sobre los demás. Al lado de él la mujer tampoco duerme, piensa, siente los escrúpulos de quien será forzado a mentir. Ella está en el entramado del robo de los salarios, ella deberá decir que vio y que fue amenazada. Deberá mentir. Pero su dicho será considerado verdadero por los buscadores de la verdad para hacer justicia. No duerme, piensa, se revuelve entre las sábanas lamentando su despreciable destino.

    Zuron Pedro camina hacia las margenes del río. Se detiene ahí y desea una casa cálida, con grandes ventanales que dan hacia el cause del río. Precisamente junto a ese recodo que siempre le pareció tan romántico del lugar, con sus enormes rocas grises y las ramas de los sabinos cubriendo el sitio como si fueran manos con dedos de hoja. El deseo se cumple tal cual lo piensa, ha dejado otro ventanal para atisbar el orto.

    La Belleza de Gothengan está ahí y la naturaleza de Nación le acompaña. Duerme el sueño que su cuerpo necesita por hábito y en el ínter se abre un poco más el ventanal al recuerdo.


    ***​

    "Cómo es que caíste lucero de la aurora
    Tú que eras el acusador de las naciones"

    "Me sentaré en el trono de la asamblea
    y seré el Altísimo".

    Está ahora en Ghotengan, en un tertuliadero. Hay un personaje que está con él. Lo mira con curiosidad.

    -Esas palabras...,

    -Es un juego. Es parte de un juego llamado Gestación o Génesis que propone al jugador una experiencia más profunda que Nación y una ciudad alterna a Gothengan llamada Paraíso. Es un juego que complica los escapes y se alimenta de la tortura, de la esclavitud, de la manipulación de los conceptos, del hambre, de la ambición, de la experiencia de la muerte. Es un juego en el que el jugador queda sujeto a las emociones más destructivas como la angustia el miedo y la desesperanza. Es un juego terrible que contraviene toda la esencia de Nación y de Gothengan.
    Ya recordarás todos los detalles.


    ***​

    Amanece. Dorados rayos iluminan las paredes de espejo. La rivera del río dibuja sus matices y los cantos de las aves se alegran al contemplar el paisaje campestre. Mueve el hambre a los instintos corporales y las alas se aprestan a conseguir alimento para saciarla. Dentro de su belleza se desarrolla la depredadora aventura de encontrar una víctima para saciar el apetito para sobrevivir a la muerte y evitar ser alimento de otro depredador a la vez.

    Zuron Pedro se prepara para desafiar la afrenta que le espera ese día. Prescinde de alimento, no desea vianda alguna. Es el ayuno el reto para desafiar la adversidad que paraíso le presenta. Deja la morada de sus deseos y esta desaparece. Enfila sus pasos al Pueblo, que hoy se llenará de la magia de Gothengan.


    El hombre poderoso ya está ante los hombres autoridad. Elabora la denuncia. Tras él los hombres sujetos a su dominio por los mecanismos de la sobrevivencia, callan, nada saben de las intrigas del viejo que ha heredado los dominios de esa tierra, que ha sido formado para conservar sus privilegios. Sus dichos han enfurecido los ánimos de los asalariados, alguien, ahora ya saben quién, ha robado su sueldo y con ello ha castigado a él y a los suyos con los tormentos del hambre, aumentado su deuda. La ley que existe en el lugar así lo señala. La palabra del poderoso señor es ley y es verdad, y como la suya no hay otra.

    Se dictan las órdenes de captura del delincuente. Todos le conocen, es hijo de la orfandad como tantos. Los alguaciles salen por las calles en su búsqueda. Se corre la voz, y los vecinos se aprestan a denunciar al sujeto para que sea aprehendido.

    Zuron Pedro es detenido al entrar al poblado, es un poblado pequeño este donde casi nunca sucede nada. Para los moradores del lugar el evento una distracción morbosa. Los alguaciles llevan por las calles al detenido. Las personas observan desde las banquetas con la emoción dibujada en el rostro, y un grupo más numeroso sigue a los representantes de la ley. Van gritando enardecidos, piden, claman justicia.

    Los Señores Autoridad miden el impacto del espectáculo, reflexionan sobre lo importante que puede ser para sus respectivos futuros políticos y, pensándolo mejor, ordenan que el detenido sea puesto en una celda mientras se acondiciona el auditorio más grande del pueblo para dar cabida al mayor número de habitantes. ¿Quieren circo?..., eso les darán: armarán el circo para el populacho, incluso hay curiosos enfrente del edificio. Mediante el chisme la noticia del juicio se ha divulgado por todos lados. La hora del juicio se ha pospuesto al mediodía para dar oportunidad a que la gente de las comunidades vecinas también estén presentes. Las autoridades se han acomodado en El Presidium, una larga mesa sobre la cual han colocado el elegante lienzo verde que viste a todos los ahí sentados con una máscara de solemnidad. Han colocado micrófonos a todos los participantes del acto y con unas enormes bocinas colocadas fuera del edificio harán que todo cuanto sea dicho en este caso sea escuchado por los espectadores.

    Del lado derecho han colocado una silla elegante para el acusador, el cual ha asistido al evento ataviado con sus mejores galas, escogidas para ofrecer la imagen del modelo del hombre de bien, del hombre respetable y venerable por su alcurnia y posición social.

    Al otro extremo está Zuron Pedro, viste una prenda sucia y lo presentan descalzo. En la celda, los detenidos le han despojado de las ropa y el calzado. Él lo ha permitido porque así conviene a los propósitos de lo que ha de suceder. La naturaleza de Nación está con él, ha despertado más de sus recuerdos y ahora no solo conoce los pensamientos de todos sino que también tiene la capacidad de mirar el futuro y modificarlo, entre otras capacidades que ya veremos utilizar en el curso de este día quinto de esta historia. Dos naturalezas -digamos- que estarán enfrentadas: la de Gestación y la de Nación, y también veremos cómo interactúan entre sí.

    El Presidente abre la sesión y explica a los ahí presentes los detalles del asunto que se va a tratar. Cuando presenta a cada uno de los asistentes, los mencionados se ponen de pié y saludan con una galana reverencia a los asistentes. Por una inercia estúpida quizá, o por ser parte de su desenvolvimiento habitual, los concurrentes brindan un generoso aplauso a cada uno de ellos, como si fueran artistas o personajes de la farándula en lugar de viejos conocidos.
    El aplauso se extiende incluso al acusador, con algunas reservas, pues muchos son sus deudores víctimas de sus usuras, de sus abusos. Pero es el escenario el que manda y es el aplaudir parte de la trama de la comedia a la que asisten. El hombre se incorpora, se le nota incómodo, no es lo publico su hacer mundano, todos sus asuntos siempre son de persona a persona, sin testigos o a través de un tercero (su abogado); pero ahora está ahí, pese a su oposición, y solo animado por las promesas de sus amigos íntimos, los Señores Autoridad, que le han repetido hasta el cansancio el "no se preocupe Don, todo va a salir bien, nosotros nos hacemos cargo."

    Cuando por fin el recinto queda en silencio y las miradas están fijas en los actores, el Presidente retoma el discurso y dice así a los ahí congregados:

    -Señoras y Señores, ciudadanos, "esta es UNA ASAMBLEA PARA..."




    Cuando Zuron Pedro escucha la palabra ASAMBLEA, algo sucede con sus recuerdos, vuelven, se agolpan en su mente y lo sustraen de la realidad del instante y todo ahí se trastoca, es una visión personal, no es colectiva, mientras él tiene esa visión los demas estan congelados en el instante mismo en que el Presidente en la reverberancia de la última A de PARA.

    Zuron los mira en forma diferente, no tienen ni esos rasgos ni esas vestiduras, están en la naturaleza de Nación, en un tertuliadero de Gothengan, están todos reunidos ahí en el momento mismo en que se discute la reglamentación que regirá en GESTACIÓN, "el juego" que algunos seres han propuesto a los demás para consumir una parte de su eternidad.

    LA ETERNIDAD

    ¿Qué es la eternidad? ¿Cuánto se habla de ella pero muy pocos tienen idea de lo que puede ser la eternidad! Dicen eternidad pero no pueden, están impedidos a pensar en lo eterno, le dan un principio como si fuera algo que se impulsa para que siga su propia inercia y mantenga su instante de movimiento o vida permanentemente, solo se la explican (la eternidad) impulsada por una mano poderosa que provee, como facultad de su poder, el impulsar a ese estado. Eso nunca podría ser eternidad pues tiene un principio y la eternidad no lo tiene como tampoco tiene fin. La incapacidad no es de la eternidad de ser como ella es, lo es del pensador y su propia naturaleza, es ella la que a partir de lo que él comprende como su propia realidad define, como un espejo del sí mismo a todas las cosas. Se sabe mortal luego todo lo que percibe y crea tiene ese elemento en sí, es su mundo, es su realidad. La eternidad es percibida así, como algo que necesariamente tuvo que tener un origen, una semilla, un acto inaugural -digamos-. No le es pues posible pensar que el mundo, el universo y la vida, es algo, que, para comprender, debe concebir más allá de su propia naturaleza. Él se sabe mortal y conoce todos los procesos de lo que llama vida y su dominio de esos procesos terminan en ese instante que se llama muerte. La muerte carece corporalmente de conciencia del sí mismo y su circunstancia, pues hasta ahí no persiste ni el movimiento ni la razón. Ha suplido pues, la explicación del ser con infinidad de invenciones, para las cuales, los vivos, tienen una inagotable riqueza. Han inventado de todo, desde las voces de los muertos hasta los que con ellos hablan.Todo para no quedarse sin ideas, sin propósitos, para morar en el sinsentido de una vida que no tiene más que la muerte como futuro para todo ser.

    Volvemos a nuestra historia y vemos a Zuron como participante de esas asamblea, se está disertando sobre las reglas del juego. Y muchos rechazan esas reglas pues contravienen la naturaleza de Nación. Por ejemplo se habla de crear Poder y que el poder se concentre siempre en unas cuantas personas afortunadas y en Nación los seres todos pueden hacer lo que desean a través del deseo y su poder es infinito y no es dañino porque todos conocen los pensamientos y sienten los deseos y el crear mundos es siempre una acción colectiva en donde todos participan y los que llegan a esos mundos experiencia nueva siempre pueden adaptarse en él y modificar según sus deseos su entorno. No existe por tanto una potestad sobre el otro.

    Se habla de crear la sabiduría como uno de los premios y eso es una mentira pues en Nación todos son sabios, conocen pasado y futuro y pueden modificarlo y corregirlo todo el tiempo, y en este proyecto de juego no se pude modificar nada como se hace en Nación.

    Otra de las reglas es que todo tiene dos caras. La justicia tiene en sí, como sombra a la injusticia; la verdad es la máscara de la mentira; la bondad es solo una mascara de la maldad, la nobleza es la vestidura de la mezquindad.

    Se crea la fe ciega como cárcel, como venda que oculta tras su paño oscuro a la mentira.
    Los seres ceden su poder creativo a otro, del cual se vuelven devotos, al cual entregan el destino de sus vidas, y hacen de su voluntad la felicidad propia sea esta cual sea.

    La discusión sobre las reglas de GESTACIÓN es álgida cuando llega el momento de inventar el pecado, los seres de Nación pueden ver el futuro y ven en ese juego algo perverso. Es Lustrón el principal promotor de la idea, él tomará el control del proyecto, y se hará llamar de muchas formas Gehobra , LLabre serán sus máscaras, él es realmente Sartrán, se ocultará tras su máscara para jugar dos papeles a la vez, inventa la maldad que oculta tras la bondad aparente.

    Cuando escribe como ley no matarás los de nación se indignan con lo que sucede.
    ¿Pones como ley -le dicen- no matar esos cuerpos y le reclamas y atormentas a este llamado Kayn por haber matado a su hermano falsario y embustero, le atormentas y le estigmatizas ante los ojos de los demás cuando tú en breve Gehobrá asesinaras a todos ellos y a otros seres semejantes tuyos sin dejarlos liberarse de tu malévolo juego. No vemos el estigma de criminal en masa en tu frente, no hay reclamos que te señalen tu propio pecado.

    No desearás a la mujer de tu prójimo... y tú Gehobra has tenido a tu hijo con la mujer de otro cuando cada ser sin pecado debe gestar a sus hijos con su propia pareja. La ley no la has hecho para ti.

    Cómo te declaras perfecto si todas tus obras son imperfectas, desde Paraíso hasta las criaturas. La voluntad de uno sobre los demás. Planteas pactos y acuerdos que sabes de antemano, por la propia naturaleza de tu proyecto, que serán imposibles de cumplir y que solo tienen el propósito de servirte como argumento de manipulación de miedos y angustias.

    Hay un gran disgusto por toda esa perversidad nunca vista en Nación. Nadie ha hecho enojar tanto a los seres en este mundo perfecto, amoroso y totalmente suyo..

    La mayor molestia viene cuando se planea la construcción de un lugar llamado Paraíso, es una imitación maligna de Gothengan, pues es un engaño para los seres, es el principio de su sufrimiento, está creado para generar culpa y dependencia a la que se le propone una solución con Paraíso 2 y después Paraiso 3, que es otro engaño de Gehobra, que no es más que la creación y consolidación de su personal universo ególatra.

    Los seres de Nación repudian el proyecto Gestación o Génesis, advierten a los jugadores de lo malévolo del proyecto, de lo peligroso que es entregarse a las reglas creadas por Gehobra, pese a las advertencias muchos quieren jugar el juego para ocupar en algo muy "intenso" su eternidad. Los seres deciden que Génesis o Gestación sea arrojado de los macro confines de Nación hasta un rincón de su seno pues Nación es todo lo que existe y no hay sitio que no sea parte de su ambiente, los arrojan al más ínfimo, el más olvidado y marginado lugar del infinito perfecto de Nación.

    Arrojado fuiste del seno de la perfección
    tú y tus ángeles.
    Se les ha dado la tierra como dominio
    que en el Infierno.



    Se les advierte a los seres de su presencia, el aspecto de esa esfera es deslumbrante, invita y seduce, es el reino de Gehobra-Sartrán, que son sus dos máscaras con las que asusta y seduce a la vez haciéndose el bueno y el malo, el que pervierte y salva, el gran malipulador de sus seres esclavizados. Esa es la historia de su caída que él ha manipulado a su modo y a su conveniencia valiéndose del olvido de todos ellos.

    Y ¿qué es un juego en Nación?

    Nación no tiene líderes, no tiene un rector ni un gobernador. Los pensamientos se conocen, se conoce el futuro de las cosas y se modifican con el deseo. El motor de nación es el deseo; se desea y el deseo se realiza. No se precisa conocer ciencia alguna porque esta solo explica los mecanismos del deseo, las formas en que este se realiza. En Nación se desea y se realiza lo deseado.

    Es necesario el juego para habitar la eternidad, por eso los deseos colectivos se unen y crean universos a cada instante, los crean a voluntad y los modifican para que siempre sean moradas agradables. Los seres se transforman para adaptarse a ellos y son el deseo de lo perfecto de los demás pues es así como no existe el rechazo, la discriminación. No existe desequilibro de poderes ni de potestades pues el simple deseo los equilibra de inmediato. No hay esclavitud ni servidumbre, son detestables, el ejemplo de Genesis ha servido a los habitantes de Nación para cuidar que todos sus males se repitan en Gothengan. De alguna forma, Paraíso fallido ha servido de advertencia, de alerta para no caer de nuevo en la maldad que es ese juego.




    Ha trascurrido la milésima de segundo, fenece la reverberancia de la letra A de PARA y Zuron pedro vuelve de sus recuerdos y ahora lo tiene todo muy claro. Mira a la Asamblea que se ha formado para su juicio, los integrantes son los cautivos de Llabre, Gehobra, Sartrán y todos los nombres que se ha adjudicado para su misterio el llamado Ángel caído desterrado de Nación y ahora supuesto salvador de este mundo hecho según sus propios proyectos. Las multitudes vuelven a ser las de este pueblo con sus pensamientos y mentalidades regidas por su realidad.

    La voz continúa con el protocolo para la condena, el linchamiento de un inocente, es la ley de este mundo pero Zuron tiene ya consigo la naturaleza de Nación, está listo para enfrentarlos.

    Continúa...

    Las correcciones vienen después ya que se está creando en el mismo instante en que se publica.
     
    #2
    Última modificación: 15 de Noviembre de 2013
  3. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

    Se incorporó:
    3 de Diciembre de 2008
    Mensajes:
    5.147
    Me gusta recibidos:
    664
    Género:
    Hombre
    La voz retumba por todo el recinto, allá afuera hay una multitud que, a falta de mejores ubicaciones para satisfacer su morbo, y agotadas las bancas públicas se sienta en las banquetas, se recarga en las paredes luego sobre el pie derecho, ora el izquierdo. Las vendimias están a la orden del día. Hielo con sabores y colores de frutas, elotes cocidos en la mazorca, tacos de cerdo, de chicharrón, quesadillas de picadillo, de rellena, de pollo adobado. Las moscas pululan por todos lados transportando en sus patas y en sus vientres esos minúsculos microorganismos depredadores llamados bacterias. Los perros merodean esperando un desperdicio que sacie la miserable condición de limosnero a la que le han encasillado sus amos, es afortunado, no es comestible sino estaría en esos instantes embadurnado en un taco masticado por la encía enferma del parásito de la gengivitis de algún mortal pueblerino.



    -Señor Ministerio Público, tiene usted la palabra:

    -Gracias Señor Presidente.

    -Honorable señor Don XXXX, ustede acusa al aquí presente, Pedro YYYY de haberle enviado con el importe de los sueldos de sus 50 trabajadores y que este, en lugar de efectuar los pagos, desapareció con ellos.

    Por favor dígalo al micrófono para que todo mundo escuche.

    La voz del viejo se escucha gangosa y aguda.

    -SÍ. LO ACUSO.


    Ahora, el Agente de la Justicia se dirige al otro lado del presidium, donde está el sujeto descalzo y mal vestido.

    -Pedro, usted está acusado del delito de robo en perjuicio del señor Don XXXX aquí presentes, ¿cómo se declara?

    A Pedro no le han ofrecido un micrófono, su respuesta únicamente es escuchada por los que están muy ceca de él.

    -Inocente, soy inocente.


    Ahora el Ministerio Público se vuelve a dirigir al señor XXXX.

    -Puede usted declarar lo que sucedió el día de los hechos Don...

    La voz del viejo se vuelve a escuchar.

    -Mire usted, este muchacho se fue de mi bodega con las manos vacías, no se llevó nada, yo aproveché de esa circunstancia para robarme el sueldo de todos mis empleados, era un buen dinero, y el dinero a mí nunca me ha caído mal. Luego le hablé al presidente aquí presidente y le dije que quería quedarme con los sueldos de los trabajadores y él dijo que nos cubriríamos unos a otros, a él le di diez mil pesos, al secretario cinco mil y al juez 15 mil. A usted señor Ministerio Público, le tocaron diez mil pesos. Yo como siempre me quedé con la mayor parte, que fueron doscientos mil pesos, se los di personalmente.

    La gente está asombrada por lo declarado por el viejo. No da crédito a la confesión de su felonía.

    Una mujer sentada entre el público se incorpora y lo interpela:

    -Está usted aceptando que todo esto es un entramado para cubrir su sinvergüenzada y culpar a este muchacho de su auto robo.

    -Sí señora eso dije. También a usted le he robado, los papeles del supuesto adeudo de su marido conmigo son falsos, el Ministerio Público es buen falsificador de firmas, él firmó esos papeles, de él fue la idea de quitarle a usted su casa por deudas que su marido nunca tuvo conmigo.

    El viejo no puede parar de hablar, se dirige a otro habitante del pueblo: Y a usted señor, como no sabe leer lo hice firmar algo falso para que nunca pudiera pagarme y así fue como me quedé con sus tierras y sus animales. A mis "amigos" también les tocó su parte de ese fraude.

    El viejo sigue confesando sus abusos uno a uno, de vez en cuando las "Autoridades" intervienen para ratificar sus dichos y declarar inocentemente sus complicidades. Es irrefrenable el deseo de confesar, de hablar con la verdad, el mundo de doblez no puede sostenerse, la Naturaleza de Nación reina en el recinto.

    La gente enfurece ante el cinismo de sus autoridades, se levantan y arrojan sobre ellos sillas y cuanto objeto está en sus manos. Es tanta la indignación que las autoridades tienen que recurrir a la fuerza publica para que cubra su huida, se encierran en las oficinas de gobierno para quedar fuera de la turba que rompe a pedradas los ventanales y trata de prender fuego al edificio.

    Zuron se queda solo ante su acusador, está muy lastimado, herido de muerte casi por los golpes recibidos por la turba. Las esposas de sus manos se derriten y no pueden permanecer en torno de las muñecas de un ser libre. Se acerca a su acusador y le pregunta:

    -¿Porque lo hiciste?

    -Solo soy producto de los valores de este mundo, soy lo que debo ser pues todo viene dado desde arriba.


    ***


    El pueblo entero se ha rebelado en contra de sus corruptas autoridades. Enardecidos, no distinguen entre los funcionarios y el público que está tramitando sus asuntos en la oficina. Han pasado ya cinco horas del estado de sitio de las oficinas. Sobre la calle y las aceras hay cadáveres de ciudadanos baleados por los policías, apostados en el techo como francotiradores, que tratan de alejarlos del edificio a punta de disparos. Se escucha en la entrada del pueblo el ulular de sirenas, son las fuerzas federales que acuden a rescatar a las autoridades legalmente constituidas. Entran los grupos antimotines dispersando con gases a los que están amotinados. Conquistan las inmediaciones del edificio y tunden a garrotazos a los detenidos. Aquí no hay medios de comunicación, es un miserable pueblo olvidado de la civilización. Cuando han controlado a la turba abren las puertas del edificio público y entran a rescatar a los que se habían atrincherado en él.

    -Tenemos hambre, mucha hambre, no hemos comido nada, traigan comida.

    Tenemos miedo de la turba mucho miedo, tememos por nuestras vidas y las de nuestras familias.


    El jefe de las fuerzas le rinde un informe al presidente sobre el número de sus fuerzas.

    500 hombres bien armados y entrenados para reprimir cualquier levantamiento. Están el alerta un número igual de efectivos en los poblados vecinos para prevenir un levantamiento.

    Los medios de comunicación difundirán un boletín de prensa para informar a las masas de lo que aquí ha ocurrido, debemos ser cuidadosos con la información para evitar suspicacias y que el conflicto se extienda a otras latitudes.

    Comen como perros hambrientos, esclavos de su necesidad de saciar su permanente apetito. Una vez saciado este, se organizan, han tomado una fotografía de Pedro y la copian para que cada uno de los elementos de la policía tenga su imagen.

    -Ese es el culpable. Es el que puso a toda la gente contra nosotros, hay que traerlo aquí y desaparecerlo. Muerto el perro se acabó la rabia.

    Ha sido un día muy intenso para esta población adormecida en sus rutinas. Los muros de las viejas casas pocas veces han sido testigos mudos de un levantamiento así. Pasan siglos para que un intento de justicia se intente. Las cosas funcionan solo un tiempo breve, luego vuelven a la naturaleza de Génesis o Gestación porque así está hecho este mundo proscrito y marginado de Nación. Esa es su naturaleza, su proyecto. Luego todo vuelve a ser como es para que vengan, desde las angustias, los ruegos, los arrepentimientos desde la desventura, la esperanza, el repudio de este mundo que solo conduce a la promesa de un paraíso diferente construido e ideado y prometido por el mismo autor del paraíso fallido.

    El sol decae lentamente en su vuelo rutinario. Parece una ave de fuego que busca en la oscuridad que deja su estela de sombras un aparente nido. Así es este mundo un ciclo luz oscuridad donde todos el el rostro de los mismo.


    Zuron vuelve a las márgenes del rió a ese rincón que hermosea a su gusto con el poder de sus deseos, Adormece en espera de un día muy activo, es el habito de su cuerpo alimentarse del cansancio.

    Ha dejado de pensarse como Pedro, ahora solo será Zuron pues sus ligas con Paraíso y Genesis son endebles, él es más parte de la naturaleza de Nación y Gothengan, por sus recuerdos y su futuro dentro de eternidad que verdaderamente una eternidad sin principio ni fin.




    Las revisiones cuando haya espacio para ello.

    Se deja ahí el anochecer del quinto día de nuestra historia.

    Continúa
     
    #3
    Última modificación: 15 de Noviembre de 2013
  4. Melquiades San Juan

    Melquiades San Juan Poeta veterano en MP

    Se incorporó:
    3 de Diciembre de 2008
    Mensajes:
    5.147
    Me gusta recibidos:
    664
    Género:
    Hombre
    La noche es larga en los eventos históricos de las rebeliones humanas ante el sistema que viene dado desde arriba y que se trata de transformar a sí mismo en base de sacrificios humanos de diferente tipo, unos como ritual religioso, otros como conflicto social, en todos ellos está plantada la palabra libertad con diferentes matices y significantes. Unas las registra la historia, otras no, talvez porque no se dieron en los tiempos de la invención de la escritura y la historia oral de esos pueblos no pudo sobrevivir a la naturaleza de GESTACIÓN y se perdió en el tiempo, pero siempre es la misma. Las masas se rebelan a la sujeción de sus opresores, se cansa de ellos, de sus profetas, y pide reyes, se cansa de los reyes y pide asambleas, presidentes, primeros ministros, etc etc, cuando nada sirve para controlarnos aparece la figura fundamental del proyecto de GENESIS: el dictador, el tirano, el que responde con iracundia, que asesina en masa, que desaparece a los desobedientes y apostatas de su persona de su doctrina, de su esencia. No existe más en la mentalidad colectiva de GESTACIÓN, todo vuelve siempre a lo mismo.

    ***

    LA NOCHE.

    Temo a la noche, a sus sombras, a los pasos de las botas que resuenan sus casquillos marciales sobre las calles y las aceras. Pasos marciales que no parecen de hombre, que parecen de seres desposeídos de conciencia y programados para hacer lo suyo, y lo suyo es ser el brazo ejecutor de la naturaleza de GÉNESIS manifestada en cualquier forma de autoridad, pequeña o grande. Citadina o pueblerina. De núcleos de población civilizados o incivilizados, los seres que marchan por las noches de rebelión ante la injusticia siempre son iguales, dicen que son necesarios para que el caos no exista, para que el órden se imponga y cada quien se desempeñe según el Plan Divino.

    Esta es la noche de esta gente. Desde el edificio gubernamental se ha solicitado al gobierno Estatal la suspensión de garantías constitucionales para restablecer el orden constitucional y detener a los responsables de los destrozos. La noche del quinto día de nuestra historia será larga para sus habitantes, han pecado en contra de sus autoridades, en contra del poder que les fue dado desde arriba, y tendrán un castigo ejemplar por ello. Falta, Castigo, los mecanismos de control de dominio, de educación, de ejemplo. Luego vendrán los discursos amorosos y las promesas de algo mejor, pero esta noche es la noche de castigo. Los habitantes del pueblo vivirán su Diluvio, su Sodoma y Gomorra, su martirio al pie del monte Horeb por desafiar a la ley.

    Al orden llega y los Señores Autoridad, disponen que por todo el pueblo y sus accesos se establezcan retenes de control del flujo de las personas. Que se patrullen las calles, que se anuncie que nadie puede salir de su casa a partir de ese momento hasta bien entrada la mañana, que se detenga a todo el que ande por las calles después de ese momento.

    Luego, escudados en el mandato legal, elaboran un listado de sus enemigos personales y políticos para que las autoridades que han llegado por parte de la federación allanen sus moradas y los detengan, como premio a sus complicidades, los integrantes de las fuerzas públicas podrán hacer lo que les plazca.

    Las botas se escuchan con sus pasos marciales por las callejuelas, se oyen las voces autoritarias que ordenan a los moradores de las casas señaladas a abrir las puertas. Dentro la familia, atemorizada se resiste a obedecer, se tumban puertas, se toman prisioneros, los guardianes de la ley toman como botín todo cuanto consideran valioso. Las adolescentes hermosas son violadas, se dan casos de violaciones de niños de mujeres, abusos de poder que jamás serán denunciados ni atendidos, que serán negados para resguardar el buen nombre de la autoridad y sus leyes. Recordarán por lo que les resta de vida aquella noche y sus gritos y sus desapariciones.



    ***

    El sol debiera avergonzarse y no aparecer tan brillante y sonriente sobre el pequeño universo de los que sufren. No, brilla y es totalmente ajeno a las desgracias. Cuánto dolor se siente en tantas almas. Muchos seres jamás podrán superar su experiencia de esa noche. A la luz del día, los habitantes caminan entre los vigilantes uniformados para ir en busca del refugio de su devoción. En el templo, la voz les predica la sumisión y el perdón, aconseja la parábola de la otra mejilla, dejar la justicia en manos de quién es verdaderamente justo, pero sobre todo, tener fe en un mundo mejor que no es de este mundo.

    Otro recinto para el alma hay en este pueblo, tiene poca gente y tal parece que se debe a que el pastor que lo dirige ha perdido la razón. Se solaza repitiendo citas del libro todo el tiempo. Cuando come, cita un pasaje, cuando camina, cuando duerme, cuando ... cuando...

    Están ahí y el hombre cita y narra de memoria. Es para él obsesión conocer cada letra y cada coma del texto pues el mismo dice que es la más basta sabiduría que cualquier hombre pude alcanzar en el mundo, el dominio de la palabra.

    Terminan los rituales y la gente procura hacer lo necesario para continuar con su vida. Algunos buscan a sus familiares y denuncian robos, abusos, violaciones. No conocen el pensamiento de los que representan a la justicia, nadie sabe lo que los demás piensa. Solo les queda confiar en que lo bueno que hay en ellos sea el que escuche y actúe. No saben que la naturaleza fundamental de la "justicia" siempre estará al servicio del poder. Ambos, pueblo y autoridades, cumplen con sus respectivos protocolos.



    ***​

    Hay una prioridad general que se tiene que atender de inmediato. Es lo que justifica la bestialidad. Un nombre y una imagen. Se tiene que hallar y detener para juzgar al causante de todo este desenlace. Pedro, el ladrón, es el que propició todo esto. Se tiene que detener culpar y juzgar, tiene que resultar culpable para justificar todos los movimientos de las fuerzas públicas del orden, los abusos y las desapariciones. Los ángeles azules del Estado escudriñan palmo a palmo cada calle, cada camino rural, laderas de montañas, cada recodo de río. Como no lo encuentran suponen que alguien lo está protegiendo, los allanamientos siguen con ellos los abusos como.

    La tarde de la ira popular en contra de sus autoridades, Zuron camina entre ellos, escucha sus pensamientos y siente, percibe su iracundia. Ya no necesita mirar directamente a las personas y a las cosas para saber lo que están haciendo. Es omnipresente y omnisapiente. Lo sabe todo y lo ve todo. Nada queda oculto a su persona. Ya sus recuerdos no lo son, ha entrado en un completo estado de conciencia de todo cuando ocurre, ha ocurrido y ocurrirá. Puede modificar lo que ha de suceder y todo se acomoda. No siente angustia pues sabe y siente en sí el poder de transformar todo cuanto se relaciones con él, no escapa a esto lo que siente por los demás, lo que ve. Pero es del individuo el poder de transformar no del que observa. Él modifica lo que a su gusto conviene pero no intervienen en el gusto de los demás, sus deseos y el poder de estos son ilimitados como los so los de los demás, de ahí la imposibilidad de que se establezca un dominio del uno sobre el otro en la naturaleza de Nación. Lo que no ocurre en GESTACIÓN, donde es el poder y el proyecto de uno el que se impone a los demás que han cedido su poder a ese uno mediante un mecanismo parásito llamado fe. Mediante la fe hacen poderoso a ese ser para que haga su voluntad sobre los demás, y los mecanismos creativos de ese ser siempre actuarán en su propio beneficio. Zuron es libre de esa influencia, el ha vuelto a la naturaleza de NACIÓN y ya no es parte de El Juego.



    ***​


    Esta noche ha estado en Gothengan, pero no ha sido transportado a ella por sus deseos, simplemente ha estado porque su atención ha estado puesta en ella, y como ha estado en ella lo ha estado en tantas partes. Ha sabido todos los pensamientos y no ha necesitado discriminar unos de otros, sus cualidades perceptivas son plenas y bastas para saberlo todo y estar en todo sin que ese todo sea afectado por lo que llaman tiempo en el universo de Gothengan. Lugar, tiempo, espacio es su todo. Es NACION.

    Tiene claridad de lo que es, antes habría pensado que un ser así es el caos, pero, visto y sentido desde la finitud del ser. Para morar y ser ser en NACION solo es posible desde el ser inmortal y eterno, infinito en sus capacidades. Ha muerto un yo, que solo fue producto de la negación del ser para la adoración del Él, todo poderoso y divino. Vivir en él, amar en él, esperar de él, hacer la voluntad de él, confiar en él. Y la voluntad de él no satisface la propia sino a través de la aceptación del dogma.

    Vuelve pues al mundillo de su desmemoria eterna y desde su ser infinito, omnipresente, omnisapiente (y todos los omnis que se les ocurran a sus mercedes, les comparto con esto el poder de la pluma) atiende lo que ocurre. Es El Juego.



    Ante la imposibilidad de encontrar al fugitivo con el que se justificará todo lo sucedido en los días recientes, las autoridades han ofrecido una jugosa recompensa al primero que lo detenga. Un millón de pesos a quien lo capture. La suma es tentadora. Todos desean hallarse frente al fugitivo y capturarlo. Los Señores Autoridad esperan que eso solucione el problema de lo contrario tendrán que usar un chivo expiatorio.

    Un policía descubre a un muchacho muy parecido a Pedro, se acerca a él y compara la fotografía con el joven.

    ¡Es él!, grita emocionado. Con todo lujo de violencia lo somete aunque el joven no opone ninguna resistencia. Lo echa al piso, le coloca la rodilla sobre las espaldas y le coloca las esposas. Mientras ejecuta todas estas acciones piensa en lo que va a hacer con ese millón de pesos. Por su mente pasan una tras otra imágenes de sus deseos. No, Génesis no les ha robado el poder de imaginar, lo que les ha robado es el poder de realizar sus deseos, la magia, que han delegado en un solo ser. En su mente está el momento en el que yace con una hermosa mujer en una playa de talco. Le hace el amor, la disfruta. Otra imagen tiene que ver con un grupo, son sus amigos cercanos que ahora le rinden tributo como si fuera un gran personaje, lo tratan con respeto y celebran cuanto dice con generosas carcajadas, gestos y palabras de elogio a su "inteligencia": "poderoso caballero es don Dinero" diría Quevedo. La imagen donde adquiere un minúsculo departamento para su familia no viene acompañada de todo ese tono emotivo pues es la realidad. Algo que le defienda a él y a sus seres queridos de las adversidades de la naturaleza de Gestación. No le importa si el ser que le produce ese bienestar es inocente o culpable, no es su asunto ni su responsabilidad, no es cosa que afecte a su conciencia.

    Llega a la comisaría con el detenido y lo presenta. Los medios de comunicación están ahí, ante las lentes aparece la imagen de la entrega del sujeto, y del instante en que la máxima autoridad extiende el cheque al autor de la captura, hay abrazos y risas. Cuando todo eso ha concluido llega otro alguacil con otro detenido, exige la recompensa, comparan a este sujeto con el anterior detenido y ven que son idénticos en todo. Huellas, ropa, cabello, todo.

    Uno tras otro van llegando los alguaciles con sus respectivos detenidos, todos son exactamente como el sujeto de la fotografía. Por todos los rincones del pueblo, en los jardines públicos, bajo los portales, en las callejuelas, en las iglesias, en las fondas de los mercados aparecen muchos Pedros. Desde los llanos los policías de La Montada traen atados y esposados al fugitivo. La cárcel municipal está llena con todos los detenidos que son idénticos. Hay una gran confusión en las autoridades. Se dan cuenta de que algo extraño está pasando. No pasa mucho tiempo en que, hasta los uniformados y sus jefes, tienen el rostro del hombre que se busca. Se detienen unos a otros para evitar que el fugitivo se escabulla, todos son sospechosos. La transformación alcanza a los Señores Autoridad del pueblo, se miran al espejo y sus facciones han cambiado: son Pedro el ladrón, el fugitivo.

    La gente del pueblo no tarda en enterarse de lo que ocurre, se arremolina de nuevo en las oficinas del gobierno para saciar su morbo. Ven y se ríen, la posibilidad de reír no les ha sido arrebatada, solo limitada. Dentro del edificio todos se acusan de ser el ladrón, el delincuente. La gente ríe porque al fin se están diciendo lo que son. Han dejado al descubierto su Yo verdadero, su Yo interior.

    Hay luces amarillentas que hablan y cuentan sus misterios. Es la tarde que llega y mira con nostalgia. Junto al recodo del río una casa se crea, diferente siempre, hay un niño que mora en ella. Esta noche habrá una representación multiplicada de la bondad, de la caridad.

    Vete y corre la voz, avísales a todos los que están dispersos por las calles, da la noticia en los portales y en los portones abiertos, diles qué es lo que hay aquí. La casa de sus deseos se ha vuelto un pesebre, ahí esperan dos niños vestidos solo con su desnudez, el clima frío acosa todas las superficies, ya vienen los hombres y las mujeres. Un niño es bello, el otro tiene en sí todas las fealdades de Gestación. La muchedumbre se congrega en torno a las dos criaturas, las mira, quiere amparar a la bella, llevarla a casa, salvarle. De la otra solo piensa que lo mejor, lo más piadoso, es desear que muera pronto para no verle porque no hay forma de remediar su desgracia.

    Fenece el sexto día, por las calles del pueblo entran dos parejas, ambas mujeres está a punto de parir, piden posada, son parejas muy diferentes una tiene la gracia consigo, la primera de las puertas se abre, corren por el médico, la mujer está a punto de dar a luz. La otra pareja cruza todas las calles de la ciudad y las puertas se cierran una a una, más que el apuro del parto, las mujeres ven en ellos al ladrón, al sucio, al menesteroso, al indigno de pisar sus alfombras o dormir en sus aposentos. Un perro les ladra, les mueve la cola al final de la calle, donde muere el pueblo. Le siguen y llega a un pesebre iluminado por una luz eterna. Ella pare a su hijo sin dolor y él vigila a las estrellas. Hay un destello extraño allá en el fondo del misteriosos abismo: es NACIÓN la que espera a que nazca su voz.

    Los últimos segundos del séptimo día de nuestro relato se consumen sin sentir, así es el tiempo, algo que se consume sin sentirlo.


    ***​



    Amanece en el séptimo día de nuestro relato. Al lado de la casa de Zuron corre el río y libera todas sus voces calladas. Junto al sabino la serpiente ha dejado intacta su piel vieja y se enrosca placenteramente en espera de la luz solar que curta su nueva apariencia. Una mariposa termina de extender sus hermosas alas nuevas que le hacen olvidar que lo que fue. Las alas esperan los rayos solares para terminar de secar la tinta de su tatuaje.

    Este es el día pleno de Zuron. Hoy tendrá una charla importante antes de su partida, a la charla se le conocerá como La Tentación de Zuron. Es entre dos seres plenos que no necesitan las palabras, apenas los pensamientos para comprenderse. Es pues impropio formar un diálogo absurdo como el de los que se plantean conceptos para intercambiar ideas. Lo propio es un resumen de las cosas entre ambos.

    LA VERDAD

    Lo que tú sabes yo sé, lo que tu piensas yo pienso, lo que tu ves yo miro en todo tiempo: pasado presente y futuro. No existe pues, una sola forma que permita alojar en sí el cuerpo de la mentira. No está la verdad oculta tras siete velos, no precisa de luz alguna para manifestarse, no tiene cuerpo de tentación ni es la treta de demonio alguno, no requiere de espíritu tonto para comprenderse, no es patrimonio de doctos que discrepan entre sí como si fuera signo de su suprema sapiencia la verdad última. No es entuerto de eruditos en una letra o palabra de donde surgen tantas versiones de lo mismo que se contraponen y contrastan. La verdad está siempre a la vista, no es patrimonio de nadie. Todos los misterios y entramados son solo el lenguaje del falsario, del estafador, del fraudulento.

    Lo que tú eres yo soy, lo que tú sabes yo sé, lo que tú piensas yo pienso y conozco, lo que tú sientes yo siento. Nada tuyo está oculto ante mí y mi yo está completamente al descubierto. Lo íntimo, lo privado, lo reservado, lo divino, no existe como cobijo para la mentira, el tabú o el dogma.


    LA ETERNIDAD

    Quién teme a la eternidad sino el eterno, para él es larga agonía, interminable, por eso la eternidad se disfraza de mil muertes temerosas de ser muertes eternas, pues solo así se puede tolerar, amar y desear la eternidad. Por eso se comercia con ella como premio y se juega al bien y al mal para sentir la vida. En la naturaleza de Gestación la sensación del mal es posible pues el sistema lo propicia. En Nación no hay forma ni posibilidad de dominio de un ser sobre otro, todos los sentimientos y pensamientos están a la vista de todos, no hay secretos.

    Es la pesadez de la eternidad la que propició a Gestación y su sistema: ser mortal y no poder librarse de los opresores es la obra del ser de los dos rostros: ángel y demonio.


    LA LIBERTAD

    La impotencia creativa de los seres adscritos por voluntad propia a Gestación han creado a un anhelo poliformo llamado libertad, cada plano de su cuerpo genera miles de sombras, y a la vez, miles de sujeciones. Tiene la libertad un enorme enemigo llamado gravedad, que ata a los cuerpos de Gestación y les crea la sensación de plena sujeción eterna a paraíso fallido. Al cual siempre se concibe como un mundo sujeto a algo, sea voluntad sea gravedad...
    Hay miles de voces que hablan de libertad y en todas ellas está dormido un monstruo.

    De estas y otras cosas hablaron y fue transitada la eternidad de Nación en sus recuerdos y en sus horizontes. Eterno no guarda tiempos pasados ni porvenires, ni tiene dimensiones definibles lo infinito. Zuron sabe que Gestación tiene solo un tiempo ficticio como adicción para olvidar la eternidad.

    ***​


    Para consumir el resto de la tarde recibió la visita de los sabios. Unos trajeron dudas de como plantear en números y miraron las respuestas. Vinieron los eruditos hablando en su sistema, citando siempre a otros pensadores, como si así sustentaran la verdad más elevada; miserables pericos -se dijo entre sí-, incapaces de decir yo opino, yo pienso, y hasta yo creo; esta boca es mía y esta es mi idea. Hasta en Nación, que todo está a la vista, es susceptible corregirlo todo o en partes para adecuarlo a la voluntad. El sabio tienen miedo a la equivocación. El torpe de mente memoriza las palabras del que se pronuncia en tal o cual sentido y así construye su falsa vestidura de hombre sabio. Tras todas las máscaras y disfraces está siempre oculto un fraudulento.

    Henos aquí -dijeron los sabios del mundo- venid y cobremos todas las glorias que hay en este mundo, seamos inmortales en todos los recuerdos de los mortales. Descifremos todo y expliquémoslo todo.

    Vinieron los portadores del dogma, de la palabra. Te ofrecemos los altares, déjanos ser parte de tu martirio y sea en ti realizada la cuaternidad que espera a ser cumplida. Ven, sé tú. Déjanos juzgar a tu lado.

    Pocas horas faltan para el amanecer, las vestiduras de mortal se empiezan a desprender de su eternidad. Usa lo que queda de neurona en su aparente piel, piensa en cómo podrá enfrentar los siglos de los siglos, agotado al fin todo deseo cumplido, pleno de todo poder. Sabe que volverá, Gestación tiene para el padecimiento "eternus" la santa medicina de la mortalidad y la dependencia de una voluntad ajena.

    Yo puedo describir el desvanecimiento de esa esencia, no la puedo seguir mas que con la imaginación pues aún no estoy listo para ser eternamente libre e infinitamente poderoso. Me gustan los sueños que son solamente sueños y me gusta equivocarme, cada camino tienen su particular encanto. He podido hasta hoy escoger mis personales pecados y no son motivo de infiernos. Me gusta Gestación y sus obras, y sus misterios; yo no sabría qué hacer con tanta eternidad sin mis propios pensamientos personales.


    nota 1. Cualquier similitud con mito terrestre es mera coincidencia.

    nota 2. Es sobre todo un relato surrealista.

    Nota 3. La edición se hará poco a poco, fue tecleado en el procesador de palabras.
     
    #4
    Última modificación: 25 de Noviembre de 2013
  5. Elisalle

    Elisalle Poetisa

    Se incorporó:
    26 de Mayo de 2007
    Mensajes:
    10.111
    Me gusta recibidos:
    3.607
    Género:
    Mujer
    Es muy interesante esto, Melquiades. Te leeré con más tranquilidad porque ahora entro un rato por lo más cortito. Saludos, amigo. Para que sepas que he pasado.
     
    #5
  6. Orfelunio

    Orfelunio Poeta veterano en el portal

    Se incorporó:
    15 de Mayo de 2009
    Mensajes:
    10.499
    Me gusta recibidos:
    805
    En el principio fue la luz (summer 1:1)
    En el final la luz se fue ( Orf. 14:14)

    No sé si se puede comentar. Excelente, Melquiades.
     
    #6

Comparte esta página