Despertar...

Las siete y media,
sin despertarme del todo dirijo la mano al despertador,
y no sé cómo, logro apagarlo.
Abro los ojos mecánicamente,
rutinariamente, en automático.

Me toma algo más de un segundo
advertirte a mi lado,
tu cuerpo dormido,
vagando en el más allá
donde es reina la inconsciencia,
en el mundo de los sueños
que se olvidan al despertar
y después,
descubro tu brazo en mi cintura,
caricia magistral…
Me muevo lento,
remolonamente
y al hacerlo
te traigo a la vida sin quererlo,
pues, adoro verte dormir…
Sonríes sin mover ni siquiera los párpados,
y me abrazas un poco más.
Sé que debo levantarme
pero no me libero,
no quiero ni me puedo escapar
y me acomodo una vez más
en el hueco que se forma
entre tu cuello y tu brazo
y que es, indiscutiblemente,
mi nuevo hogar.
Por fin…! Me mirás
y no hay nada
nada
nada
que me guste más.
Tu sola presencia, hace que me enamore
del amanecer y el despertar,
esos instantes minúsculos
antes de enfrentar los días
hacen que te ame con cada sol
un poco más.​

 

un placer pasar por sus sentimientos


un abrazo fuerte

 

Lindo amanecer, lindo despertar.Te felicito. Un abrazo

 

Pura belleza amiga son tus palabras!!! Me encantó tu trabajo, mucho amor en él!!! Un placer leerte amiga!!! Besos con cariños!!! Mariano.

 

Qué bello lo dices, seguro esos pequeños momentos son los más grandes, me ha encantado la sinceridad que expresas, un saludo cordial.