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La sombra en el agua.

Tema en 'Fantásticos, C. Ficción, terror, aventura, intriga' comenzado por Luis Elissamburu, 27 de Junio de 2014. Respuestas: 2 | Visitas: 688

  1. Luis Elissamburu

    Luis Elissamburu Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    23 de Marzo de 2009
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    Golpeamos el agua en un estruendo esperado. Caímos con el helicóptero desde unos mil metros. No hubo tiempo para ponernos los chalecos prolijamente dispuestos debajo de los asientos, ahí se quedaron. Apenas supe que estaba fuera de la cabina intenté llegar a la superficie, pero una fuerza enorme me empujaba para la profundidad. Pensé que todo era inútil y tragué litros de líquido salado gritando a Dios y todos sus santos por salvación y ayuda.

    Todo se hizo noche, dejé de patear y un helado sopor me durmió en el mismo miedo que pretendía negar.

    No sé cuanto tiempo pasó, algo me molestaba en la cara y al abrir los ojos ví pequeñas piedritas de canto rodado bajo mis ojos, lastimando mi mejilla y mi naríz. Tenía frío pero mucho. Me dolían las piernas pero era un dolor pesado y uniforme. El resto del cuerpo como molido a palos, cero fuerza, cero voluntad.

    De a poco, me arrastré por las playa de piedras hasta una roca grande y pude sentarme usandola como respaldo. El mar estaba frente a mí, en una especie de bahía chiquita, rodeada de acantilados altísimos.
    Hermoso lugar para visitar en mejor estado.

    Mis músculos estaban entumecidos y un viento fresco me hacía temblar y llorar al mismo tiempo. Pensé que Dios me había salvado de morir ahogado para que encontraran mi cuerpo congelado en ese lugar. Empecé a rezar, en silencio, entre las convulsiones y los espasmos. La oración de David, esa que saqué un día del Libro de los Salmos, El Señor es mi pastor ...

    Supongo que me dormí. Jamás sabré cuánto. Desperté en una habitación en penumbras, sobre una especie de vidrio perfectamente plano pero tibio. Me sentía bien, estaba seco. No había dolor, no sentía miedo. Me senté sobre ese piso duro y miré alrededor. Todo era transparente. Las paredes, el piso, el cieloraso. Por fuera de la habitación algo se movía pero no tenía noción de qué.

    Ninguna luz se destacaba. Todo era un claroscuro agradable, apenas reflejos de una aurora lejana.

    Llamé a viva voz. Una vez, dos, cientos de veces. Estaba solo. O no.

    Una sombra errante, parecía moverse por fuera de mi cárcel de cristal. No tenía forma, ni tamaño, ni color. Era entre negra y gris, con alguna claridad ondulante. Parecía una caricatura de humano, alargada y siniestra. Pintada a mano por un niño sin mucha técnica y poca imaginación.

    La saludé con la mano en alto. Y la sombra se detuvo para imitar mi gesto. Levanté ambos brazos, y de nuevo repitió mi movimiento, torpemente, tal vez, pero con similitud.

    Estaba como por dentro de un espejo cuadrado. Esa figura extraña parecía ser yo.

    Dicen los médicos que tengo para seis meses. Que estuve en una especie de cámara hiperbárica mas de medio día. Que deliré durante dos. Que es un milagro que esté vivo.

    Mis compañeros del helicóptero me encontraron en una playa. Casi muerto. Me cargaron siete kilómetros por la costa. Prefectura nos rescató diez horas después del accidente.

    Vino ese Pastor a buscarme. San Francisco también y la Vírgen María por supuesto.

    Todavía sigo rezando, y alguna lágrima se me escapa.

    Pero la sombra me sonríe.
     
    #1
  2. Katie Santos

    Katie Santos Kathy

    Se incorporó:
    27 de Mayo de 2014
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    Que relato tan magnífico y misterioso, me encanta porque esta narrado en primera persona. Me gustan los relatos así, sobre todo si son de misterio o terroríficos.
    Me encanto. Un saludo.
     
    #2
  3. Luis Elissamburu

    Luis Elissamburu Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    23 de Marzo de 2009
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    La imaginación tiene mucho de misterio y de miedo. Pero no todo es lo que parece. De cada espina clavada sacamos alguna fortaleza. Somos frágiles como una mariposa e indestructibles como una roca. Acumulamos la sabiduría de cientos de generaciones y no sabemos nada.
    Es lindo compartir estos relatos.
    Si te gustó, ya cumplió con su misión.
    Saludos para ti.
     
    #3

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