Abuela:

　
　
Guardas tus alhajas:
aretes y distintos collares
en antiguas cajas
de extintos chocolates.

Son fantasía pura,
como aquella secreta locura
de ser acróbata en un circo
que en tu corazón, aún late.

Conservas también,
piedras y caracoles
cuyos recuerdos entibian
tu cuarto, de otros soles.

Como aquel sol que iluminó
los verdes ojos de José
desde el día que lo conociste
y hasta que se fue.

Me pregunto si lo amaste
más, esa primera vez,
cuando danzaba como los dioses
o ya en la vejez,
en su lecho de adioses.

Paloma Martin.
　
　
　
　
　

 

Paloma, tierno poema nos compartes, plasmando con el un amor que perdura atravez del tiempo y memorias que prevalecen. Gusto detenerme. Saludos y bendiciones!

 

Enternecedor, vasto en imágenes y abundante en emociones, que más se puede pedir?
saludos

 

Gracias por detenerte a leerlo y ponderarlo, es muy generoso de tu parte.
Saludos:
Paloma.

 

Gracias por detener tu mirada sobre esta poesía, valoro tus apreciaciones.
Saludos:
Paloma.

 

Que bello poema a tu abuela. Me hiciste recordar a la mía.

Saludos.

Lourdes

 

Me gusta mucho que me digas eso! Gracias Lourdes!
Saludos:
Paloma.

 

Gracias por tus cálidas palabras, aprecio mucho y coincido totalmente con los conceptos vertidos.
Saludos:
Paloma.

 

Ese final es supremo!!yo también me inspiré en mi abuela con una poesía. Cuanto nos inspiran esos lazos indestructibles. Besos

 

Recuerdos querida amiga
que muchas vcees son lo único
que nos acompaña en la vejez.
Un beso, me ha encanatdo tu poema.

 

Mil gracias por leer y apreciar mi poesía!
Saludos:
Paloma.

 

Gracias por la generosidad de leer y apreciar lo que escribo.
Saludos:
Paloma.