12 de octubre

“Colón, queriendo llegar a Asia, se topó con América, y como Don Quijote, que veía gigantes donde había molinos, Colón veía indios donde había indígenas, y buscaba al gran Khan en la isla de Cuba”
De las quijotescas ideas que se le habían ocurrido últimamente se le ocurrió: ¿Por que no? El día 12 de octubre celebración en el país del día de la raza, sacar la bandera por una ventana unida con los calzones viejos de su ex abuela, inicialmente lo hizo para liberarse de la opresión del poder, después para entender.
Fue un error, _“error de cálculo fue solo un choque cultural, sino que fue el encuentro de la raza indígena con la europea, la africana y la asiática”_ decían en la tele, la vieja gritaba fúrica, los calzones ondeaban al viento como queriendo abrazarse con la tricolor. _”La unión de dos mundos”_ dijo una modelo en el noticiero, la veterana forcejeaba la puerta para entrar.
“La aventura de Cristóbal Colón en pos de una nueva ruta hacia las Indias ocasionó una conmoción que no habría de detenerse más” así como la octogenaria no se detendría hasta abrir la puerta y pillar de una oreja al “criminal”, no se podrían entender pues el “facineroso” hablaba una lengua que ella no podía comprender, discutía con un Dios que ella no podía concebir, amaba de una manera que ella no podía percibir.
Y así todo el día tranque te tranca la puerta, la vieja forzando la perilla, el “pérfido” dentro con las ventanas abiertas en perfecta fascinación viendo abrazados los calzones a la tricolor, hasta que un maullido finísimo evidencio el secuestro del felino fiel amigo del mocoso. _”o quita los calzones de la bandera o mato el gato”_ dijo la astuta. _ ¿Puede ser el minino esclavizado?_ pensó el travieso.
_ ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestable guerra a este gato manso y pacífico?_ pregunto el párvulo por debajo de la puerta, de pronto tremendo balde con agua fue a lavar al chino y un chillido del gato hizo que se rindiera, entendió aprendió que los calzones de la ex abuela no son tan respetables como la tricolor, y técnicas para doblegar al contrario. Derrotado, abrió la puerta, le cae un escobazo en la testa pero no le importa, se abraza al gato y la vieja a los calzones que ya no vuela al viento al lado de la bandera.
El mocoso abrió la puerta y entendió, de un escobazo entendió, que no tenía el poder para oponerse a la dictadora por ahora…