18.27.- Sin poemas

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La quietud de la soledad encontró vacías
aquellas manos que sintieron sin ver
el sosiego que alma estaría por florecer,
hallé en ellas mis abrumadas lejanías;

no encontré sus suspiros, solo agonías
insípidas en donde pude pretender
ser un alma abolida por mi malquerer
de las noches atrincheradas y frías.

Fue un largo viaje que tocó fondo,
entre la distancia sobre aquel vértigo
que asomó sobre este silencio hondo;

He bajado la guardia al tiempo mendigo,
porque una lejana sombra tocó el trasfondo
sin poemas que hoy mueren conmigo.

María Anné​

 

Estas líneas tienen tu inconfundible sello. Es esa "bella" manera de retratar la oscuridad del alma. Saludos cordiales, María Anné.

 

Así es queridísimo y estimado poeta, ya todo queda en lo oscuro del alma,

Salud !!!

 

Pero los tibios rayos de luz deben provenir de adentro. Saludos.

 

Puede ser,

Saludines

 

Que manera de rescatarse en la guardia del tiempo.
Un placer de nuevo.
Saludos cordiales.

 

Los poemas no se rinden ante el tiempo mendigo.
Un abrazo.

 

Gracias por sus palabras, saludos

 

Gracias cris por tus palabras, saludos