A destiempo

Y ahora que el difunto lo ah descubierto todo, ni se enoja ni se rie, tan solo hace silencio, y ese es el peor castigo pienso. En el combate con el tiempo, recupera pedazos de infancia echas humo, entra a fondo en la noche, sin temor esta vez de pronunciar su nombre y caer sin fin hacia donde no hay nada mas que un perro lamiendo un hueso.
Y aunque no lo demuestre me quiere de un modo inframundo, por eso intentalo no sabras fallar me dice, pero no entiendo mucho su aroma a gente descomponiendose de duda, y ese gusano en su ojo me guiña el ojo nose con que proposito y ni lo averiguo, le dije que cuando desperte de ese jardin todo era mentira, las personas no cesaban de mirarse en el espejo, le dije que cuando el jardin ardio en llamas perecio mi sonrisa con su dientes incluidos, a veces tengo vacio el circo de mi rostro, de noche el espectaculo termina en una orgia a oscuras con los personajes del cuento que escribire mañana, tu tienes razon cuando te sientes solo me dice.
El difunto se arropa con su propias cenizas, quiere despedirse, hace memoria, me incluye en sus anecdotas, yo le ruego ser el objeto de un sacrificio sagrado y puro. Despierta me dice, antes de descanzar en tormento. Y yo duermo. Ahora ando a destiempo.