¿A donde fuiste María?

Carta:​

¿A donde fuiste María?


Sabor a sal, tenías en los labios antes de partir.
Te pedí que no te fueras, que la noche no cesara, que tus ojos no tocaran el ensueño. Te pedí que digas amarme. Pues no respondiste.

María, como rompes mi silencio como juegas a la ausencia, amas verme sufrir por ti; te sientes importante, sabes que estoy a tus pies.

Recuerdo la otra noche, te veías cómica con tu cara maquillada y tu disfraz de cenicienta, iluminabas la noche, te veías feliz.

María, como rompes con mis ansias, como juegas a la suerte; gustas de acariciar mi pelo, de poner tu oído en mis palabras, de estar conmigo; te sientes imponente, sientes mi voz.

Pensar que nunca te haría una carta, tú decías que era tonto, que era cursi. Me odiarías por hacerlo. Pero ahora miro la luna apagada y te estoy escribiendo.

Tu decías que el amor es un juego, que una palabra es un deseo, que un miedo es una injusticia, que un beso es una caricia, que el odio destruye lo mas hermoso.

Creabas con una palabra, con una sonrisa, con simplezas, con esperanzas. Amabas crear y sentirte honrada al mostrar tus creaciones.

Creaste amor, creaste vida.

Intentare seguir aunque te calles y aunque sigas ausente, se que estas ahí…

Mi amor, ¿porque estas tan pálida?, ya no te reconozco, ¿Por qué no me hablas? ¿Por qué ya no me miras a los ojos?, ¿Que habré hecho para desmerecer tu alma?

¿Porque todos lloran?, ¿Porque dicen que lo sienten?, ¿Por qué se lamentan?

Si contigo se alegraban, si contigo los días no eran grises.

La paz no descansa, si no estas conmigo.
¿A dónde fue a parar tu nostalgia, tus recuerdos?
Dime a donde estas.

Porque todos lloran, nunca lo entenderé. Si aun hablas conmigo aunque tu silencio sea eterno…

Ya lo veo… me has dejado.

Si, te fuiste.
Me dejaste esperando una vez más.
Esperando algo imposible.


Te fuiste sin sonreír.

Pero te fuiste…


Quisiera irme contigo a donde has ido pero se que no me dejarías, que te enojarías. Que estarías por siempre molesta conmigo.
Porque tu quisiste estar sola en este momento, pero solo me has dejado a mi.

Te has ido y solo me resta despedirte, decirte que no pienso dejar que exista un para siempre.

Porque se que te veré corriendo, jugando como una niña, se que soltaras tu pelo y lucirás tu alma. Reirás conmigo.

Los dos dijimos que la muerte no es un paso, la muerte es un camino.

Transitamos juntos el paso del destino. Te has ido pero se que estas conmigo, que no te puedo ver, ni tocar, pero estas en mi, te escondes en mi piel, en mi alma.

Adiós querida María, mis sueños volaran contigo.​