A las puertas de la oportunidad

Esta tarde he ido a la cerve con unos amigos
a las 6 de la tarde.
Nada más entrar al bar
he metido un euro en la mesa de billar
-el billar es como la poesía para mí;
me ayuda a evadirme de esta mierda de realidad-.

Después de unas cuantas partidas, más o menos
con final feliz,
viene una amiga mía.
Una amiga de la que me enamoré en su momento
para que luego ella me mintiera,
se riera de mí
y, en vez de fijarse en mí
-tras horas de confianza vana-
se fuera con un "amigo" mío.

Pero bueno, la perdono y "santas pascuas",
y damos unos pasitos al pasado
para vivir desde ese punto
un presente de cartón.
Ahora ese presente falso entra por la puerta
de mi bar favorito
y nos da un par de besos a cada uno
y en mi caso me abraza incluso
después de todo lo que ha pasado----
Eso es olvidar a golpes de miedo
a la soledad -lo ha clavado-

Salimos todo el grupillo de amigos a fumar
a la puerta de la cerve.
Salimos a congelar nuestras manos a cambio
de pudrir nuestros pulmones;
no me arrepiento del trato.

Mi amiga de vida nueva, pero pasada,
no deja de decir locuras;
se le encienden los ojos y brillan en la oscuridad
y sus labios casi se parten por la tensión
de forzar la sonrisa más falsa del TEATRO.
Se notaban sus carencias afectivas
en la luz de sus pómulos vidriosos
y pálidos.
Pero yo la quise...¿?

En uno de esos actos de locura enfermiza
-a cualquiera enamoraba en ese momento-
se puso a regalar besos,
y un amigo mío (y suyo)
acepta el beso encantado.
Vemos cómo se besan.
Apenas un rocecillo tonto de labios;
sus lenguas ni se conocieron,
y sus labios apenas se saludaron.
Creo que alguno de los dos cerró los ojos
-o los dos-,
pero no estoy seguro.

Después de tan mágico momento de mierda
mi amiga me pregunta si quiero un beso también.
Claro que lo quería, pero después de tanta putada
en la vida anterior a la nueva vida pasada
no vi normal darle un beso tras aquello---
Pero ese beso habría significado mucho para mí.
Habría firmado una meta lograda, pero ya innecesaria.
Por lo que no hubo tal beso…

Lógico y normal ¿no?
Ahora me arrepiento de no dárselo;
esta noche no dormiré
y planteo declararme mañana
y salir con ella.
Incluso me empalmo pensando en ella....
Pero no lo haré, ni sé por qué.

Y yo me compadecía de mi amiga
por sus carencias afectivas
y amorosas…

 

Interesante historia.
Un placer la lectura.
Saludos y buen día.

 

Espléndida muestra de poesía preciosa y magistral.