A mi poeta.

De cereza es tu boca, dulce, roja.
Se me antoja probarla de un mordisco,
mas veo tu mirada de morisco
que es más dulce y mi cuerpo todo afloja.

Es ventana de tu alma que me aloja
en sus amplias estancias y me cisco,
me avergüenza el deseo en que me enrisco
ya que la paz de tu alma es vuelta de hoja.

Y disfruto al calor tu poesía
que me lleva en imágenes muy lejos
más allá de la luz de los espejos.

Me produce embriaguez tu fantasía,
hace girar mi mente en goznes suaves,
vórtice de ilusión en vuelo de aves.
​

 

Hermosísimo soneto!!!. Delicado, dulce, tierno, con toques de exquisitas sensualidad e imágenes muy bellas. Felicitaciones y saludos, Luciana.

 

Tu soneto, Luciana, me pareció de una extraordinaria belleza. Saludos.

 

Qué hermoso te quedó Luciana. Un sentimiento delicado y a la vez voluptuoso nos compartes como quien enseña una gema entre cofrades. Te mando un abrazo y te felicito.

 

Muchas gracias, Riolita, querido amigo, por tu generoso comentario. Un abrazo.

 

Daniel, muchas gracias por tu generoso comentario. Un abrazo.

 

Rosendo, muchas gracias por tu gentil comentario. Un abrazo.

 

Ah, mi poeta, mi poeta. Si esto es trabajo, me gusta trabajar. Gracias por comentar. Un beso, Sergio.