A ver si aprendo.

A veces me lo digo a quemarropa,
si todo queda a oscuras por completo,
si este fuese el final para mi boca;
¿te habré dejado claro lo que siento?

Sucede en la extinción de otras pupilas,
en medio de mi océano de dudas,
ocurre en soledad, cuando me mira
mi sombra sin guión, sin ataduras.

Entonces le reclamo a mis adentros
y esquivo el eco propio, las respuestas;
¿he roto, de verdad, este silencio?
¿He superado el miedo, la vergüenza?

¿Acaso necesito lazo o fecha?
¿Una escusa impregnada de lo absurdo?
¿Medallas, accidentes, llanto, mesa?
Patéticos dictados de este mundo.

Es la nota que da, la voz del rayo,
su acento, inconfundible y verdadero,
me clava esta inquietud en el costado;
a ver si hoy aprendo a decir te quiero.