A voz de Tango...

Me pongo el sombrero de tu indiferencia y salgo a caminar calzado de tu distancia, sin agotar la reserva de despedidas para no asfixiarme hablo con cada lagrima exhausta que se suicida por mi desde el puente entre tu cordura y tus sueños…

El tiempo se cansa de escucharme con tanto reproche por como lerdo y frágil camina en mi recuerdo a tu olvido…

Atraco en cada puerto donde tus ojos me vieron caer al abismo del humo egoísta de mi cigarro de bacán colgado al cejo de mis labios cantando un tango tan azul como mi tristeza por la misma risa que te nombra, busco tus pasos por seguirte y encontrar tus manos que me regalen caricias donde ya no quedan frágiles memorias de mi piel recostada en tus dedos. Busco el calor de tu cuerpo avivado por mi en aquellas centenas de roces que sin intención buscaron encender tus piernas cubiertas de mi deseo…

Busco cada hora de mi día el amor que me trajo a tu orilla pero no encuentro siquiera la arena donde quedaron mis noches de romance con tu luna de abril ni corriente de mar donde dejé las frases que mi corazón inocente regalo a tus antojos de madera y sol, me dejaste postrado sin piernas para el amor…