Actos

Decisiones, cada paso en una vida, cada palabra, cada acto, todo tiene una consecuencia. A cada momento nos encontramos en una encrucijada en la cual debemos decidir que hacer.
Como poder saber que es lo mejor, como acertar en la decisión, a veces tan importantes como que la vida te va en ello.
¿Son todas iguales? O cada una te hace cambiar de destino, un nuevo camino, un nuevo fin desconocido.
Parece que solo pensamos en decisiones cuando nos afectan directamente. Yo sin embargo pienso, que hasta el más mínimo movimiento tiene su efecto.
Ahora en mi cabeza se agolpan ideas que me pueden llevar de nuevo a morir sin estar muerto, a partir mi corazón y tener que empezar de nuevo su reconstrucción. Y cada vez que sucede, como aquel mal relojero que siempre le sobran piezas, algo por el camino se pierde.
Latidos de corazón, el tic-tac de un reloj que devora el tiempo matando el destino de lo incierto, de tiempo para vivir junto aquello que nos puede hacer feliz, o simplemente mentirse a si mismo para creérselo.
Intento ser siempre sincero, con toda la gente y conmigo mismo por supuesto, pues si a veces sufrimos, es por engañarnos pensando que no puede haber un futuro mejor, y nos conformamos admitiendo nuestra derrota sin luchar por la vida, sin esforzarnos por mejorar y cambiar lo que no nos llena, ni nos llenará, nos dejamos morir, y ya está.
Hoy voy a salir, iré a tomar una copa, a intentar no pensar que tal vez estoy enamorado, y que no todo depende de mí. Sé que quiero ser una persona, con la mitad de corazón de otra, que los dos seamos parte de lo mismo, o tal vez no, y sólo es una ilusión.
Okr