Al dejarte golpean tu orgullo

Al dejarte golpean tu orgullo. Me hice el duro cuando manifestaste que sentías pena por mí. Entendí y entiendo tu contestación. Puros fueron tus sentimientos, como puras las heridas en mi orgullo. Puro, el corte de bisturí clavándose en estas, y desgarrando a los tejidos. Estimulando a las raíces nerviosas de un dolor que no pude contener fríamente. No fallaron ahí nuestros sentimientos, sino las formas en que los expresamos. Es difícil pensar en el otro cuando te están matando por dentro.

Fui frío cuando dije que no era yo el que te dañaba, como lo soy yo cuando digo que no eres ahora vos la que me hace daño a mí. Debí centrarme más en las emociones y menos en la realidad. La realidad es que no pude plantarle cara a la culpa. Y ya sabes que la culpa, puede matar también si quiere.

No voy a explicarte los detalles. Vos comprendes mejor que yo que, la vida privada es mejor esconderla, si no quieres que te hundan.

Descubrí que desde el suelo se ven las cosas desde otra perspectiva. Puedes alzar la vista y contemplarlos a todos. Algunos, al igual que yo, están observando con ilusión, descubriendo nuevas formas de ver al mundo. Vuelan otros como volaba no hace tanto con mayores o menores altitudes. Me preocupa la cantidad de cuerpos que caen como cayó el mío. La caída se ve mucho peor cuando eres tú mismo el que cae. Pero otros. Otros son solo puntitos que se alejan en lo alto. Son ellos realmente los que aletean con conciencia de que un día también estuvieron aquí abajo, observando todo desde el suelo.

Hay algunos que ascienden, y todavía puedo distinguir sus manos saludando desde allá arriba. No son como los que finjen no vernos. Estos últimos, tan si quiera recuerdan que la prepotencia les llevará a la caída.

Ahora me toca decidir si quiero ascender bajo el riesgo de recaer en lo pedante. O si prefiero quedarme por un rato más disfrutando de las vistas. Sin darme cuenta que, poco a poco, se va produciendo un despegue espontáneo. Que no me exime de continuar mirando con estos ojos de esperanza y paz.

 

Vaya, que bien que precisamente hayas querido premiar este escrito. De todo lo que subí este mes fue mi favorito. Un saludo, gracias Mamen.