Alborada

Alborada​

Si eres músico, poeta o escritor, dejemos claro que no es lo que te imaginas, no es el amanecer de una famosa obra musical, es el verdadero, es el que te toca cada mañana, ese mismo que te puede sacar de ese mundo de placeres y emociones utópicas, el cual vives cada noche antes de quedar en estupor, ese mismo que me hizo redactar esto, el cual me avisa con su llegada que nos quedan unas horas menos de vida, a ti y a mi y a todos los que estén de acuerdo con que la portante de un arma puntiaguda, nos acompaña en todo momento hasta que llegue el día o la noche de irnos con ella.
Hoy te escribo porque sé que alguien lo espera, pero también lo hago porque sentía un vacio, una especie de deuda contigo que aunque no eres materia te puedo ver, que aunque no eres sentimiento te puedo sentir, eres el único o la única que existe sin existir, que nace después de una orgia entre el sol que hace las veces de padre, la luna, las nubes y la tierra que toman un rol de prostitutas sin valor.
Solo sé que eres lo que muchos esperan con tu llegada, pero que al mismo tiempo, para otros te conviertes en la fuente de palabras humillanticas, que en la posteridad de alguna forma u otra, el tiempo se volverá convirtiendo así todo en un círculo vicioso, de dolor para los primeros y de amor para los segundos…
También sé que si me extiendo más perderemos ese matiz incierto, el cual deja muchos caminos de interpretación a muchas cabezas que lo quieran hacer, así que solamente concluyo con decirte:
No existir físicamente es algo menos que un pecado, dejar que te sienta no tiene descripción, y ese amor reciproco sin pena se puede agradecer, ya que me di cuenta que es, y será el único que no me ara brotar una lagrima de dolor por que te fuiste.