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Alejandra Pizarnik

Tema en 'Poetas famosos, recomendaciones de poemarios' comenzado por nando1133, 16 de Diciembre de 2006. Respuestas: 2 | Visitas: 7502

  1. nando1133

    nando1133 Poeta fiel al portal

    Se incorporó:
    15 de Diciembre de 2006
    Mensajes:
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    5
    Género:
    Hombre
    Les dejo algo d emi poeta preferida:

    Bio:

    Poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1936.
    Obtuvo su título en Filosofía y Letras por la Universidad de Buenos Aires y posteriormente viajó a Paris hasta 1964 donde estudió Literatura Francesa en La Sorbona y trabajó en el campo literario colaborando en varios diarios y revistas con sus poemas y traducciones de Artaud y Cesairé entre otros.
    Es una de las voces más representativas de la generación del sesenta y está considerada como una de las poetas líricas y surrealistas más importantes de Argentina.
    Su obra poética está representada en las siguientes obras: «La tierra más ajena» en 1955, «La última inocencia» en 1956, «Las aventuras perdidas» en 1958, «Árbol de diana» en 1962, «Los trabajos y las noches» en 1965, «Extracción de la piedra de locura» en 1968, «El infierno musical» en 1971 y «Textos de sombra», publicación póstuma en el año 1982.
    En 1972 falleció como consecuencia de una profunda depresión.

    POemas:

    11
    ahora
    en esta hora inocente
    yo y la que fui nos sentamos
    en el umbral de mi mirada

    13
    explicar con palabras de este mundo
    que partió de mí un barco llevándome

    23
    una mirada desde la alcantarilla
    puede ser una visión del mundo
    la rebelión consiste en mirar una rosa
    hasta pulverizarse los ojos


    CAMINOS DEL ESPEJO

    I
    Y sobre todo mirar con inocencia. Como si no pasara nada, lo cual es cierto.

    II
    Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo como un pájaro del borde filoso de la noche.

    III
    Como una niña de tiza rosada en un muro muy viejo súbitamente borrada por la lluvia.

    IV
    Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.

    V
    Todos los gestos de mi cuerpo y de mi voz para hacer de mí la ofrenda, el ramo que abandona el viento en el umbral.

    VI
    Cubre la memoria de tu cara con la máscara de la que serás y asusta a la niña que fuiste.

    VII
    La noche de los dos se dispersó con la niebla. Es la estación de los alimentos fríos.

    VIII
    Y la sed, mi memoria es de la sed, yo abajo, en el fondo, en el pozo, yo bebía, recuerdo.

    IX
    Caer como un animal herido en el lugar que iba a ser de revelaciones.

    X
    Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro.

    XI
    Al negro sol del silencio las palabras se doraban.

    XII
    Pero el silencio es cierto. Por eso escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí que tiembla.

    XIII
    Aun si digo sol y luna y estrella me refiero a cosas que me suceden. ¿Y qué deseaba yo?
    Deseaba un silencio perfecto.
    Por eso hablo.

    XIV
    La noche tiene la forma de un grito de lobo.

    XV
    Delicia de perderse en la imagen presentida. Yo me levanté de mi cadáver, yo fui en busca de quien soy. Peregrina de mí, he ido hacia la que duerme en un país al viento.

    XVI
    Mi caída sin fin a mi caída sin fin en donde nadie me aguardó pues al mirar quién me aguardaba no vi otra cosa que a mí misma.

    XVII
    Algo caía en el silencio. Mi última palabra fue yo pero me refería al alba luminosa.

    XVIII
    Flores amarillas constelan un círculo de tierra azul. El agua tiembla llena de viento.

    XIX
    Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.


    TIEMPO

    A Olga Orozco

    Yo no sé de la infancia
    más que un miedo luminoso
    y una mano que me arrastra
    a mi otra orilla.

    Mi infancia y su perfume
    a pájaro acariciado.



    EL DESPERTAR

    a León Ostrov

    Señor
    La jaula se ha vuelto pájaro
    y se ha volado
    y mi corazón está loco
    porque aúlla a la muerte
    y sonríe detrás del viento
    a mis delirios

    Qué haré con el miedo
    Qué haré con el miedo

    Ya no baila la luz en mi sonrisa
    ni las estaciones queman palomas en mis ideas
    Mis manos se han desnudado
    y se han ido donde la muerte
    enseña a vivir a los muertos

    Señor
    El aire me castiga el ser
    Detrás del aire hay mounstros
    que beben de mi sangre

    Es el desastre
    Es la hora del vacío no vacío
    Es el instante de poner cerrojo a los labios
    oír a los condenados gritar
    contemplar a cada uno de mis nombres
    ahorcados en la nada.

    Señor
    Tengo veinte años
    También mis ojos tienen veinte años
    y sin embargo no dicen nada

    Señor
    He consumado mi vida en un instante
    La última inocencia estalló
    Ahora es nunca o jamás
    o simplemente fue

    ¿Còmo no me suicido frente a un espejo
    y desaparezco para reaparecer en el mar
    donde un gran barco me esperaría
    con las luces encendidas?

    ¿Cómo no me extraigo las venas
    y hago con ellas una escala
    para huir al otro lado de la noche?

    El principio ha dado a luz el final
    Todo continuará igual
    Las sonrisas gastadas
    El interés interesado
    Las preguntas de piedra en piedra
    Las gesticulaciones que remedan amor
    Todo continuará igual

    Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
    porque aún no les enseñaron
    que ya es demasiado tarde

    Señor
    Arroja los féretros de mi sangre

    Recuerdo mi niñez
    cuando yo era una anciana
    Las flores morían en mis manos
    porque la danza salvaje de la alegría
    les destruía el corazón

    Recuerdo las negras mañanas de sol
    cuando era niña
    es decir ayer
    es decir hace siglos

    Señor
    La jaula se ha vuelto pájaro
    y ha devorado mis esperanzas

    Señor
    La jaula se ha vuelto pájaro
    Qué haré con el miedo
    LA JAULA

    Afuera hay sol.
    No es más que un sol
    pero los hombres lo miran
    y después cantan.

    Yo no sé del sol.
    Yo sé la melodía del ángel
    y el sermón caliente
    del último viento.
    Sé gritar hasta el alba
    cuando la muerte se posa desnuda
    en mi sombra.

    Yo lloro debajo de mi nombre.
    Yo agito pañuelos en la noche y barcos sedientos de realidad
    bailan conmigo.
    Yo oculto clavos
    para escarnecer a mis sueños enfermos.

    Afuera hay sol.
    Yo me visto de cenizas.
     
    #1
  2. hadita

    hadita Poeta veterano en el portal

    Se incorporó:
    4 de Agosto de 2006
    Mensajes:
    12.011
    Me gusta recibidos:
    67
    ayyyyyyyyyyyy
    buenisimos versos
    una verdadera postisa
    asi quiero ser yooooooooo

    mmmm
    jaja
    ojala ps
    lo llegue a ser
    aunqeu uno si lo es lo reconocen cuando uno esta muertaaaaaaa

    hadita
     
    #2
  3. ahhhh magnificos escritos he...una verdadera poeta.... :::sonreir1:::
     
    #3

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