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Alejandro - ¡HOLA, ALEJANDRO…….!

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Amaneceres, 9 de Julio de 2012. Respuestas: 1 | Visitas: 572

  1. Amaneceres

    Amaneceres Poeta recién llegado

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    ¡HOLA, ALEJANDRO…….!
    Te encontraría de nuevo, que suerte para mí, no estaban los sueños tan lejos del camino que recorro.
    Estabas en un sitio no esperado, en una silla bastante incomoda, no recuerdo que tomabas, pero estabas acompañado. Llegue como lo hago casi de costumbre, a la misma parte, el mismo o tal vez el único en Santa Elena donde se puede perder algo del tiempo, fingir que estás cansado, que tuviste un día malo o bueno, hablar de nada en el fondo, un sitio algo superficial, pero un sitio que es nuestro. Somos algunos, los mismos de siempre los que sabemos que llegamos, cuando alguien ajeno a nuestra costumbre llega, más que un extraño es simplemente alguien que terminas saludando, es un sitio bastante familiar, procuramos saber todo de todos y hacerlo un miembro más del “club de Diego”el sitio se llama “Tienda Vieja”, de vieja no parece en nada, Diego es el dueño del lugar y nosotros sus clientes, somos sus amigos.
    Cuando veo a personas distintas en Tienda Vieja pienso que llegaron allí acompañando a alguien mas del “Club” y era así para los extraños anteriores, entonces al final terminan todos hablando, difícil pensar que contigo era igual.Estabas como un extraño, acompañado eran una pareja de extraños, me di cuenta que solo para mí, ya habían ido antes y ya eran como de la familia, aunque estaban sentados aparte, en una mesa distante. Yo hubiera elegido una mesa así, me pareció algo raro ese pensamiento, en la tienda nunca me sentaba en ninguna parte, me hacia fuera para fumar, para hablar por un corto tiempo e irme, aunque los conocía a casi todos no tengo mucho de qué hablar y no tengo un interés marcado por saber de nadie más.
    Antes de vivir en Santa Elena acostumbraba sitios donde las conversaciones eran ajenas a tu vida, tus opiniones sobre cualquier tema contaban más, la política, la filosofía, la ciencia todos eran temas muy amenos. En Santa Elena, mejor dicho en Tienda Vieja, el tema es tu vida y la de los demás, más las telenovelas, las series de TV que allí mismo se ven, el campeonato de futbol, la cotidianidad para muchos. Ya estaba acostumbrándome a esa cotidianidad, estaba aprendiendo a hablar de mi misma y escucharle la vida al otro, incluso en los sitios que frecuentaba antes pasaba lo mismo, mi vida también se volvió un tema de conversación. Había comenzado a enterarme por mi misma como era mi vida, solo hablaba de mis cosas con personas muy cercanas en tiempos anteriores, mi mejor amigo era mi oyente, pero ese año él se había ido para siempre, no tuve con quien más compartir lo que sentía, así que me acostumbre al cambio, seguía siendo algo reservada pero no era difícil comunicarse de este nuevo modo.
    Ese día no había nada en especial, si me había acordado de ti, te había pensado, pero como un recuerdo muy ajeno a todas mis ocupaciones. Cuando te vi sentí alegría y pensé en saludarte, ¿Cómo se me ocurrió algo así en ese momento?, solo quería decirte “Hola, como vas” el impulso me duro un paso no más, hasta que recordé, ¿Y que más le digo? No va acordarse de mí.
    Salí a un sitio en el que estabas al alcance de mi observación sin que mi presencia fuera notable, la mire a ella, estaba igual a ti, impecable, bella, se estaban riendo mucho y parecía que era un momento para ambos muy agradable a pesar del espacio y la música alta. ¿Sera tu novia? pensé inmediatamente que no, pero si alguien muy agradable para ti. ¿Porque estaba segura que no era tu novia? no sé, solo que cuando te vi en ese instante te recordé en el carro, no había un aire de compromiso en ti. Pensé de nuevo en saludarte pero la presencia de ella me lo impedía, si note un interés en ti hacia ella, note algo como es ese sexto sentido que llaman, pero no sentí que eso importara mucho, entonces en mis reflexiones encontré algo importante para mí, no me importaría jamás con quien estuvieras, como una premonición algo graciosa para ese momento.
    Tú estabas de negro, te sentaba bien ese color, ella tenía una camisa roja ajustada, se veía muy esbelta, de cabello corto, lacio muy bonito, seguía mirándolos con un aire de resignación, ese mismo aire que tienen los indigentes afuera de un restaurante elegante, no era incómodo para mí, ya me había pasado en otras ocasiones, como en la biblioteca de la universidad, recordé ese malestar, sin encontrar lo que buscaba, en un montón de estantes sin tener como preguntar, me daba pena ser tan incapaz de recorrerla, me daba pena sentarme para ser observada por otros y que supieran que leía, era una tortura, entonces aprendí a pedir el favor para que alguien más entrara. Pero cuando pasaba por allí, todos tan tranquilos tan seguros del espacio, me sentía como en ese momento observándote, como un indigente, prefería pasar de largo.
    ¿Por qué me sentía así? No soy muy sociable pero es raro para mi ese sentimiento, goce desde la escuela de una popularidad casi excesiva, siempre era importante para los demás, de alguna manera me hacía conocer como una traviesa, alegre, sencilla. Las personas me tomaban cariño fácilmente y tenía un respeto marcado por mis capacidades, por la tenacidad, la inteligencia que aparentaba poseer. Muy a menudo tenía fama de ser demasiado terca, me educaron con una vara que mide muy alto, me esforzaba en ser la mejor en todo, aun lo hago, sigo siendo igual, pero es difícil para alguien de un carácter tan cerrado poseer debilidades, se supone que todos tenemos pero prefiero no confróntalas, pasar de largo y olvidarlas.
    Mi debilidad estaba en no poseer un nivel social que determinara ese tipo de confianza en algunos espacios, hay más debilidades pero esa era la que me atormentaba en ese momento, no es un nivel social que este directamente ligado a un estrato económico, viene más bien del núcleo familiar, el mío estaba descompuesto desde que nací y no me dejaron muchas opciones para decidir, simplemente naces rodeado de personas que te acompañaran toda tu vida y no tienes como cámbialas. Están allí pese a tu inconformidad, están para darte lecciones grandes. Como no las había aprendido bien, no las confrontaba, me atormentaban a veces, prefería ignorarlas, mi obstinación es grande y estaba mal orientada para entonces.
    Estaba en un raro proceso de confrontación cuando apareciste, en el ejercicio de hablar de mis cosas y encontrarme con mi cotidianidad, estaba entendiendo mi pelea con la vida, una pelea que quería ganar pero no sabía cómo, estaba en los momentos de incertidumbre, quería algo pero no encontraba los caminos. Cuando la miraba a ella acompañándote quería ocupar su silla, no quería ser ella, me gusta mi carácter, pero quería estar al lado tuyo con la seguridad que ella tenía, no me molestaba mi papel de indigente con el deseo reprimido, soy muy sarcásticapara que ese papel me opaque, hay cosas más valiosas, hasta ser una simple observadora te da ventajas frente a la sensibilidad que alcanzas al solo mirar, pero en ese instante, en realidad, quería estar a tu lado. Las sensibilidades en mi corazón no estaban hacia tu mesa, estaban todas hacia mí. No sentía dolor, sentía simplemente que quería estar allí, pero entendí de nuevo como al comienzo que no sería posible, sabía que te volvería a ver en el mismo sitio, pero me resignaba pensando que simplemente yo pasaría de largo.
    Entonces me fui, no como un indigente, tampoco triunfante pero si tranquila. Reflexione como lo haría todo el tiempo desde ese instante que estaba encontrando en el deseo lo que quería, solo tenía que buscar mejor los caminos.Comenzaba como lo hacen los adictos a reconocer sus debilidades, era adicta a huir,a negar, a pasar de largo. Pero el deseo llego, un paso más estaba dado, por primera vez siento deseo de algo, de alguien, ¡puedo desear….! es una sorpresa para mí, me gustan los sueños, sueño todo el tiempo pero cuando deseas los sueños toman fuerza, puede sonar muy duro pero la zanahoria estaba puesta adelante, yo era lo bastante terca para seguirla.
     
    #1
    Última modificación: 11 de Julio de 2012
  2. Mamen

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    #2

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