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Alejandro - las primeras melodias que el corazn recita al vacio

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Amaneceres, 15 de Julio de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 613

  1. Amaneceres

    Amaneceres Poeta recién llegado

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    LAS PRIMERAS MELODIAS QUE EL CORAZN RECITA AL VACIO
    La semana siguiente todo era color de rosa para mí, el cielo se volvió tan inmenso a mi vista, el sol tan radiante, era tan hermoso, estaba en un tipo de climas en mi diario vivir, caminaba en nubes, mi corazón te latía todo el tiempo, comencé a hacer pausas en mi trabajo para sentir, salía a un parque cerca de la oficina para mirar el cielo, todo, todo color de rosa.
    Comencé de una manera particular a escuchar la letra de las canciones, solo quería escuchar canciones de alegría, quería los poemas de amor en sus letras, sus melodías iban al ritmo como quería sentirte, de una manera ingenua estaba profundamente enamorada.
    Si había amado en el pasado, una vez con tanta intensidad que los ocasos desde entonces le pertenecen al recuerdo de esa persona, pensaba en cada ocaso que no volvería a sentir lo mismo con una intensidad tal, la reconciliación con el dolor que me había tomado tantos años no me compensarían con tanto sentir de nuevo.
    Pensaba que los adultos ya no tienen oportunidad para mariposas en el estómago y poemas de amor. Mis relaciones se basaban en lo que todas de manera cotidiana terminan en el mundo de los adultos, en necesidades sociales compartidas, en un arreglo conforme con lo que quieres para llegar a una familia confortable.
    El destino me premio después de tanta espera con auroras relucientes, los ocasos se quedaron en lo que terminan, en una noche apacible, comencé a despertarme en un mundo lleno de infinitos colores, magníficos, tenía un horizonte, los sueños aparecieron consumidos un el deseo nuevo, todo comenzó a tomar fuerza.
    Las canciones exquisitas, los poemas me arrastrarían a estados de casi locura por la existencia, los dolores del pasado, los celos, las posesiones estaban superadas, amaba libremente, amaba tu ser, mi ser, tu seriedad, mi locura, amaba lo impredecible.
    Nunca tendrías como enterarte de lo profundo de tu ser en mi existencia, entendí que todo debía pasar en silencio, no un silencio hacia lo que sentía por ti, un silencio a lo que necesitaba de ti. Todo lo que necesitaba de ti me lo ibas dando con mucha calma, sin palabras, sin racionamientos, todo llegaba en una medida que tarde en entender, no me acomode a esa medida, solo comencé a entenderla.
    Era una pluma en el viento, había libertad para mi como pluma y para ti como viento, nos encontrábamos, me arrastrabas a un paso que mis ansias no aguantaban, tarde en dejarte pasar como es el viento, entendí que desde la libertad y el respeto el amor toma caminos más ciertos.
    Estaba impacientada en el tiempo, esa semana que le siguió a nuestro encuentro le gano la impaciencia, ahora tu hacías el alto, colocabas las reglas con tu indiferencia, estaba tan colmada de ti, quería más, te llame muchas veces esa semana sin respuesta, te enviaba mensajes a veces cargadas de desespero y furia, no respondías nada, la semana siguiente fue igual, seguías sin responder.
    Casi me sentía defraudada, pensaba que no te vería más, no tenía como asumir tus ausencias, no las entendía, era una niña caprichosa la que te buscaba, erías mi orgullo, lo raro es que a pesar de mis ansias todas seguían en tonos maravillosos, todo seguía para mi bello sin tu presencia.
    Volví a resignarme finalmente en la tercera semana en la idea inicial, no te vería nunca más. El deseo estaba en el esplendor que mi alma necesitaba, mi vida comenzó otro tipo de cotidianidad, uno lleno de un corazón palpitante, no me importaba entonces y no me importa ahora si no estás en mi vida, comencé a amar tanto la vida misma, no me separe de los poemas y las melodías, le sume a mi pasatiempo películas cargadas de imposibles, todos posibles por el deseo que me consumía.
    Comencé de una manera más racional a prepararme un plan de vida, mi trabajo cambio, mis expectativas también, daba más de mí, caminaba con orgullo, la frente en alto, hacia acuerdos con mi vida para aprovechar lo que el deseo marcaba, para dejar que mi corazón latiera, me tome más tiempo en cosas que me gustaban más, los temores se opacaban.
    Me tomaba los tintos todos los días con las mismas personas saboreando un aire de gloria en mi cotidianidad, una sola para mí, amaba, que más se le puede pedir a la vida. Dejo de importarme si volverías, me daba cierto desconsuelo pero estaba satisfecha, me esforzaba por llegar a la cima, tal vez sin ti, que importaba, yo le pedía a mi corazón que te sintiera para seguir peleando inciertos en el camino, para darle a todas esas daciones nuevas en mi vida un sentido más allá de la razón, un sentido ligado a los sueños, sueños hermosos, de colores, te amaba más en esas ausencias, te amaría mucho más, creo que mi ser no dimensiona cuanto es este amor que tengo, a veces me sorprendo de tanto sentir, nunca te dejaría saber cuánto.
    Tal vez tuve suerte en este mundo de tantos buscando lo mismo, me gane la lotería, por segunda vez, tal vez mi obstinación a lo deseado es tanta que muchos se la ganan y pueden no saberlo, inmersos en tantas conformidades, dejan de soñar.
    Ahora mi piel se rasgaba, deje salir a la caprichosa que estaba en tu carro cuando te conocí, no le puse limites, comenzaba en este tipo de libertad a conocerme sin miedo al exterior, en medio de tanto sentir por fin era yo.
     
    #1

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