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ALERTA ROJA. Remite: Galo Roldós Garcés. Guayaquil - Ecuador.

Tema en 'Prosa: Sociopolíticos' comenzado por Galo Roldós Garcés, 21 de Enero de 2014. Respuestas: 1 | Visitas: 1702

  1. Galo Roldós Garcés

    Galo Roldós Garcés Poeta asiduo al portal

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    ALERTA ROJA

    NOTA PREVIA: Con otros títulos y en otros medios de comunicación escrita ya fueron publicados los textos que aquí encontrarán y que no son otra cosa que un homenaje y a su vez un desagravio a la personalidad, valiente, auténtica y digna de Martha Roldós Bucaram, ahora calumniada y endilgada con la más ridícula acusación de ser ella traidora a sus ideales y principios; a su familia y a su patriotismo.
    De esto da razón su hermano Santiago Roldós Bucaram, hoy en un artículo de la revista Vistazo con el nombre de “Martha”.
    Hago a mi manera lo propio a través de mis contactos en comunicaciones.

    Galo Roldós Garcés
    mandatoroldos@hotmail.com
    BOX: 09-01-10919
    Móvil: 0999743325
    Guayaquil – Ecuador
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    Semblanza de Martha Roldós Bucaram
    Por: Santiago Roldós Bucaram
    - De muy niño solía confundir a mi hermana Martha con Mafalda, no tanto por su (innegable) parecido físico como por su inagotable capacidad contestaría y solidaria a la vez.
    Sin duda era una tipa rara, donde rara quería decir libre. A los seis años le preguntó a una monja de su colegio por qué una mujer no podía ser Papa, a los ocho ansiaba ser detective, a los diez devoraba las obras completas de Agatha Christie y Dostoievski, a los doce acompañaba a mi madre a sus reuniones de abogadas feministas, y de adolescente, mientras sus compañeras soñaban con ver a John Travolta en calzoncillos en Fiebre de sábado por la noche, ella deliraba con Machado en boca de Serrat. En 1980, diez años antes del levantamiento de la CONAIE, su monografía colegial versó sobre la irreductible relación entre democracia y empoderamiento indígena.
    Las tragedias de la política en nuestra familia cortaron sus alas y convirtieron a Mafalda, como a tantas otras víctimas de la guerra sucia del capitalismo en América Latina, en Antígona e Ismene: tras la muerte de nuestros padres, sobrevino un silencio más denso que el de las monjas de su infancia, y luego el cruel capítulo de la violencia y el maltrato de nuestro propio tío, Abdalá Bucaram, y su siniestro y mal llamado “Partido Roldosista”.
    Apenas con 18 años, y junto a mi hermana Diana, de 17, Martha enfrentó como pudo toda esa ignominia, mientras intentaban construir un dique para preservarme a mí, su hermano menor. Con toda su fragilidad e impreparación a cuestas, su única fortaleza fue actuar como nuestros padres, colocando a las personas y al afecto por encima de todo, un poco cristianamente, un poco marxistamente, a veces por encima de sí mismas.
    Después huimos a México, a intentar rearmarnos. Y cuando ahí decidí que, en lugar de ser político y heredar el supuesto trono del Presidente Roldós, yo iba a estudiar y hacer teatro, Martha no sólo me apoyó irrestrictamente, sino que defendió, ante el resto de nuestra otra familia, mi derecho a elegir.
    Finalmente fue ella quien optó por la política formal. Al fantasma de “no ser yo”, es decir: no ser hombre, y peor aún, no responder a los códigos de lo que debe ser “una mujer expuesta a los medios” (muchas veces una coartada del machismo aún hegemónico), le siguió su heterodoxia: apoyar un proceso constituyente sin que eso implicara suscribir los atropellos que en nombre de esa supuesta utopía se empezaron a cometer.
    La recuerdo ya en 2007 y 2008 polemizando con Ruptura 25, Alberto Acosta o líderes indígenas a quienes les costaba cuestionar al gobierno “para no hacerle el juego a la derecha”: para ella, la supuesta revolución ciudadana era un proyecto perverso, y no había mayor juego a la derecha que guardar un silencio “estratégico”. No fue la única, por supuesto, que ya en esa época empezó a ser blanco de acosos y vituperios. El más ruin: haberse aliado a los asesinos de nuestros padres por oponerse a Correa, como si él fuera heredero de Alfaro y Roldós, cuando en realidad está más cerca de serlo de Ignacio de Veintimilla, Gabriel García Moreno, León Febres-Cordero, entre otros.
    Debe ser muy alta la descomposición moral del gobierno para haber llegado a injuriar a la persona que con mayor rigor y discreción a la vez ha investigado tanto el contexto geopolítico como los detalles técnicos del 24 de mayo de 1981, al punto de haber sido fuente primaria y principal del documental “La muerte de Jaime Roldós”. Quizás es una omisión de la película no haberle dado ese crédito, que tampoco ella pidió.
    En un momento donde el silencio y la cobardía, lejos de disiparse, aumentan y se institucionalizan, me resulta imposible no defender públicamente la ética y la trayectoria de mi hermana, una persona seguramente con defectos, como todos, pero absolutamente nada que ver con el perfil y el asesinato moral que en su contra ha intentado desplegar en estas últimas semanas nuestro cada vez más despótico gobierno.
    Por: Santiago Roldós Bucaram
    Guayaquil, Enero del 2014
     
    #1
  2. dragon_ecu

    dragon_ecu Esporádico permanente

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    La tarde del entierro del Presidente Jaime Roldós, yo me hallaba uniformado en las puertas de la catedral mayor de Guayaquil, haciendo una calle de honor a quién fuera un maestro en el centenario Vicente Rocafuerte, y recuerdo haber visto de lejos a sus hijos.
    Todos ellos han sabido mantener su imagen y su posición. Y en referencia al mal titulado economista, este solo "usa" los ataques contra Martha Roldós, como cortina de humo para sus más oscuros fines.
     
    #2

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